Adicto a tus besos VII

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Domingo 03 de Mayo 2020

La bendición más hermosa fue conocer a la mujer de mi vida, tener a la hija más valiente y tener la más grata compañía que jamás hubiese imaginado tener en familia.

Los años pasaron y nos hicimos más viejos, las nietas llegaron para revolucionar nuestras vidas llenando todo de anhelo.

La vida es como las letras de un poema que se van deteriorando en el tiempo, pero a pesar del tiempo lo que va quedando son los sentimientos plasmados por aquel poeta,
es la página de un libro abierto donde la historia contada dejará huellas.

Las huellas toman conciencia y se convierten en adicción, es una hermosa consecuencia que nos depara el amor, el futuro es incierto,
pero el futuro no hace a la ocasión,
el presente es el momento eterno donde nace una adicción.

Nos hicimos viejos y dejamos de lado los prejuicios, en la calle nos besábamos como dos quinceañeros.
La gente nos veía con cierta arrogancia, cuando el amor es eterno, de lejos nos mira la ignorancia.

Nadie es eterno en esta vida,
es por eso que hemos dejado esta carta, pronto llegará el momento de nuestra partida, no nos lloren, recuerden nuestro paso en la tierra con alegría.

Sé que será doloroso el proceso, pero así es la vida cuando se llega a viejos, queremos dejar nuestra última voluntad con ustedes compartida,
y es que no muera nunca la adicción a los besos en su vida.


Sé que será doloroso el proceso, pero así es la vida cuando se llega a viejos, queremos dejar nuestra última voluntad con ustedes compartida, y es que no muera nunca la adicción a los besos en su vida

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POEMARIO: 365 Días de PoesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora