capítulo 25

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La semana había pasado rápido, dos días de clase, dos horas con cada practicante  y tres  días con pacientes, un novio a distancia con seis horas de diferencia,  era un ritmo pesado y era necesario organizarme para dormir al menos cinco horas diarias. 

El viernes estaba finalizando y mis planes de  quedarme un rato mas para avanzar en pendientes se habían cancelado. Vanessa una de mis amigas me había pedido que cuidara a  sus dos hijas, Karla e Isabella, la ultima era mi ahijada, a Vane la había conocido en mi primer trabajo y nos hicimos muy  amigas desde el inicio, su hija mayor Karla tenia casi 13 años e Isabella tenia 7 años, cuando me fui a España esta por cumplir los 3 años, Vanessa era de Ibague, pero había vivido en varias ciudades del país, ahora ultimo estaba en Bogotá, por temas de un mejor trabajo, ella era madre soltera y su mama la acompañaba en todo por sus nietas y según me comento tenia que viajar de urgencia a Ibague por un tema medico con un familiar y alcanza a llegar temprano a casa por el cierre comercial de mes y debía quedarse en la empresa, ella era contadora, debía ir por ellas antes de las 7 pm, para que su abuela pudiera irse al terminal de buses. 

Iba conduciendo lo mas rápido que el trafico me permitía, no me había fijado en la hora y eran las 6:35 pm, algo que odiaba de Bogotá era lo grande que era y todo quedaba lejos, a diferencia de Cali, tomaba cada atajo que recordaba que simón hacia cuando íbamos de camino a casa de Vanessa, habrían unos 40 minutos de distancia del hospital a su casa. Toqué el timbre de la casa, gire a mirar lo mal que había parqueado que estaba mi carro, ojala no me multará algún policía, no me tardaría nada. 

-  Hola mara,¿ como estas?- dijo rosa, la mama de Vanessa invitándome a pasar 

- Bien y usted como esta, que pena la hora había mucho trafico- dije excusándose  mientras entraba a la casa, se sentía el calor hogareño ante el cruel frió bogotano 

- tranquila, todo  lo contrario gracias por cuidarlas - yo le sonreí - niñas, ¿ya están listas? bajen que nos vamos  - vi que Rosa tomo su maleta de mano que estaba al lado de la escalera, me acerque ayudarle - gracias, aunque no pesa mucho 

- no, tranquila 

- tiaaa- grito Isabella bajando por las escaleras con sus bolso de la barbie en su espalda- hace mucho no te veía - me abrazo por las piernas, yo me incline para darle un beso y un abrazo

-¿ como estas hermosa?

- bien tía, feliz que me quedo contigo hoy - dijo mostrando que ya se le habían caído algunos de sus dientes, Isabella era muy blanca y su cabello era una mezcla rara entre castaño claro y visos rubios, muy liso, perfecto para un comercial de cabello ideal, a ella seria la clase de personas que se le conoce coloquialmente en Colombia "mona", tenia ojos cafés oscuros rasgados, a su edad se podía evidenciar que iba a ser baja cuando adulta 

- yo también estoy super feliz,¿ oye y tu hermana? - pregunte poniéndome de pie de nuevo 

- esta arriba buscando una chaqueta 

- Karla apúrate que voy tarde- grito Rosa, ella era una señora de unos 50 años, de contextura gruesa, algo morena a comparación a sus nietas e hijas, tal vez unos 155 de estatura, ojos rasgados oscuros, supongo que el cabello liso perfecto y los ojos rasgados era de familia - vamos saliendo porque esta muchachita me va hacer coger la tarde 

-si quiere yo la llevo al terminal - me ofrecí tomando nuevamente la maleta 

-no mara, que pena tranquila 

- no no, así vamos a dar una vuelta no isa - mire a la pequeña 

- siii 

- muchas gracias hija 

ya no puedo olvidarte (morat J.V)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن