UNA PELOTA ⚽ (Hiatus)

Capítulo 21: Robando Una Mirada

Cuando Ren Zhouyuan regresó a casa, Fan Wenfeng ya había enviado a An-An a su hogar.  Cuando abrió la puerta, Ren Zhouyuan aún no se había puesto firme cuando el cuerpo suave de An-An se precipitó y se abalanzó sobre él, haciendo que casi cayera al suelo.

"Ah, finalmente regresaste", Fan Wenfeng, al escuchar las voces, salió y, cuando vio que era él, se sintió aliviado. "¡Tu hijo me preguntó más de 20 veces cuándo volvería papá!"

Ren Zhouyuan sonrió y cargó a An-An. Ver la cara de su hijo le hizo olvidar muchos problemas en un instante. Besó a An-An en la cabeza y dijo: "Mientras papá no se encontraban, espero que An-An no haya hecho alguna travesura. Deberé escuchar lo que el tío Feng tenga que decir".

An-An, al ver a su papá, sonrió hasta que sus ojos casi desaparecieron. Abrazó a Ren Zhouyuan con entusiasmo y gritó: "¡No lo hice!  ¡No lo hice!"

Las pocas personas felizmente comieron comida casera, y, durante ese tiempo, Fan Wenfeng siempre estuvo molestando a An-An. Siguió hablando de cuánto extraño a su papá en los últimos dos días, y la apuesta que hizo con él sobre no llamar a su padre demasiado pronto, lo que hizo que An-An estuviera muy tímido.  An-An chilló y se arrojó a los brazos de Ren Zhouyuan, abrazando a Ren Zhouyuan y riendo sin cesar.

Ren Zhouyuan le dio a Fan Wenfeng una mirada de agradecimiento. Él no se hubiese atrevido a contestar las llamadas telefónicas de An-An frente a Leonid. Por lo tanto, tomo precauciones y envió un mensaje de texto a Fan Wenfeng por adelantado para que lo ayudara a engañar a An-An. No esperaba que An-An realmente no llorara y cumpliera la promesa de no llamarlo. Fan Wenfeng realmente tenía sus maneras de como manejar a An-An.

Después de despedir a Fan Wenfeng, Ren Zhouyuan no necesitó que An-An se apegara a él esta vez. Llevó a An-An al baño para bañarse juntos por iniciativa propia. Después de dos días de estar separados, sintió que no había visto a An-An en un siglo.  Finalmente entendió cómo se sentía An-An cuando no podía verlo en todos estos años.

El padre y el hijo eran como gemelos pegados esta noche.  Dondequiera que fuera Ren Zhouyuan, An-An lo seguía. Ren Zhouyuan más tarde llevó a An-An en su espalda. Aunque era casi la misma situación de siempre, pero los dos estaban obviamente aún más armoniosos esta noche. Cuando llegó el momento de dormir, uno le dio un beso y el otro se lo devolvió así siguieron una y otra vez, divertido, An-An se rió de buena gana. Anidado en los brazos de Ren Zhouyuan sobre la cama, rodó en una pequeña bola esponjosa. Tenía un olor suave y dulce, y la suavidad se extendió hasta el corazón de Ren Zhouyuan.

Temprano a la mañana siguiente, los dos siguieron actuando dulcemente de esta manera hasta la entrada del jardín de infantes.  An-An hizo un puchero con su pequeña boca y no quiso ir a la escuela. El corazón de Ren Zhouyuan dolía y tampoco quería enviar a su hijo a la escuela. La maestra Chen se paró en la puerta y, observó que los otros niños ya se habían sentado en la sala, sin embargo, las dos personas, una grande y pequeña, todavía se abrazaban inmóviles, solo pudieron recordarles que la clase comenzaba pronto.

Ren Zhouyuan dejó el jardín de infantes y sintió su corazón vacío. Cuando llegó a la mitad del camino hacia la compañía sintió un terrible dolor de cabeza, y se le ocurrió volver y llevarse a An-An a casa con él. Caminó con dificultad en dirección a la compañía, pero no esperaba que para cuando regresaran a la compañía, Leonid no estuviese en la oficina.

"¿Está el jefe en un viaje de negocios?" Ren Zhouyuan estaba un poco sorprendido. Por lo general, si Leonid no estaba en un viaje de negocios, estaba casi todo el tiempo en la compañía, todavía ayer regresaron de la nueva base de operaciones, pero hoy ya no había señales del otro.  Aunque esto significaba que no tenía que enfrentarlo y podía relajarse un poco, no sabía qué rincón de su corazón se sentía un poco extraño.