제 1 장

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NO VOY A LLORAR

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México entró a su cuarto y cerró con llave la puerta. Dejándose caer en la cama, su respiración pausada y lenta; después de respirar hace su intento número cincuenta de hablar y que este resultara fallido igual que los anteriores. Se niega a creerlo y vuelve a intentar a pesar de que el doctor le dijo que había quedado completamente mudo.

Si, México había quedado mudo gracias al accidente de auto donde lo atropellaron, al parecer, había caído de cara, y se había doblado el cuello, haciendo que su dos cuerdas vocales principales se reventaran. México no solo ahora era mudo, sino que también es sensible en esa zona ya que las cuerdas vocales son un órgano muy frágil y se pueden enfermar o lesionar fácilmente.

Su teléfono vibró cuando le llegó un nuevo mensaje.


El KPoper XD

«México, no puedes simplemente encerrarte en tu cuarto»

«Por favor, estamos preocupados, quiero saber como estas...yo estoy preocupado por ti»

«Por favor no me dejes en visto, lastimas mi pobre y frágil corazón 😭»

«...»

«난 당신이 그리워요 »

«Esperare hasta que estes bien entonces. Si quieres decirme algo...dimelo, estoy aquí para ayudarte»

«Te quiero»


México miro los mensajes y volvió a apagar el teléfono, apretó los labios en una mueca sin querer dejar que sus lágrimas bajaran de sus hermosos ojos verdes, si bien sabía que ese era el fin de su sueño, de su carrera musical. Se negaba a llorar, se negaba a darle la satisfacción de verlo llorar al mundo. Se negaba rotundamente a volver a ser aquel niño débil que lloraba porque no podía salir adelante con su sueño de ser músico.

El sueño que había alcanzado con sangre sudor y lágrimas fue tan efímero. Se le escapó entre los dedos y no fue su culpa.

Respiro profundo y despacio. Al parecer le había caído bastante mal las palabras del insensible doctor. ¿Quien suelta una noticia...así? El pequeño y frágil corazón de México se rompió en millones de pedazos, pero sin lugar a dudas no iba a llorar frente a sus amigos. Mexico solo les había regalado una sonrisa cuando sus amigos le miraron, Corea le miraba con grande y pesadas lágrimas bajando por sus ojos mientras Australia le miraba con una profunda tristeza y preocupación con los ojos cristalinos.

Cualquiera que conociera a México sabía lo mucho que quería llegar a ser cantante, lo mucho que quería llegar a pararse frente a un escenario. Y para sus amigos, ver como les regalaba la más fingida sonrisa fue un indicio de que no estaba bien.

Pero México jamás lo diría en voz alta.

Otro mensaje hizo vibrar a su celular y por consiguiente, llamar su atención.


Mi amargado favorito

«México...»

«Se que no es el mejor momento para pedir una charla, pero por favor México...»

«Necesitamos hablar de esto. No como banda, si no como amigos»

El sonido de tu vozWhere stories live. Discover now