🌸 23🌻

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Saliendo a salvo, Nagito fue al baño y se tomó un poco más de tiempo para lavarse las manos y examinar su reflejo en el espejo. Todavía se veía un poco pálido por haber estado enfermo, pero aparte de eso estaba bien. Al salir del baño, volvió a la mesa y se deslizó de nuevo en el asiento. Cuando Hinata se sentó, su brazo se enrolló alrededor de la cintura de Nagito, delicado y cómodo.

El corazón de Nagito se agitó ante la acción pero no se atrevió a comentar. Todos se quedaron mirando. El postre llegó y fue comido, la dulzura apenas se registró. Cuando llegó la cuenta y todos fueron a pagar, Hinata de alguna manera tomó la cuenta de Nagito y la suya, pagando ambas en silencio.

Cuando todo el mundo empezó a marcharse, echaron una última mirada a Hinata, ya fuera por aprobación —Sonia, Koizumi, Tsumiki, Owari, Nidai, Ibuki—, por diversión —Souda, Teruteru—, o por una sospecha un poco menos cautelosa —Kuzuryuu, Pekoyama, Saionji, Tanaka—. Nagito se quedó callado, saboreando el momento. La ilusión se rompería pronto, pero él se daría cuenta más tarde.

—Hasta luego, Nagito —Sonia casi lo abrazó, arrancando a Nagito de sus pensamientos—. Me alegro de verte feliz.

Feliz, no mejor o bien. Nagito no paso por desapercibido la palabra que ella eligió.

—Gracias, Sonia.

—Sabes, Hinata-san nos sorprendió pero me alegra que intentes ser feliz considerando lo difícil que ha sido últimamente.

Últimamente traduciendo a Chiaki. Nagito asintió entumecido.

—Lo sé.

—¿Has hablado sobre Chiaki con Hinata?

Qué gracioso. Nagito medio sonrió.

—Sí, lo he hecho. Hinata no lo dijo pero hemos ido al hospital dos veces juntos. Ha sido muy comprensivo.

—Oh, Nagito, eso es maravilloso —Sonia se alegro, irradiando esa emoción—. Entiendo por qué no quiso mencionarlo. Todo el mundo estaba más bien... harto de las preguntas. Pero pienso que es un novio maravilloso. Eres muy afortunado de haber encontrado a alguien como él con quien estar.

Nagito se sonrojo.

—Gracias...— ¿Qué más podría decir?

Sonia se rió con él antes de girar la cabeza por el entorno.

—Ahora, ¿dónde están mis chicos?

—¿Me llamaste? —Souda preguntó, viniendo al lado de Sonia, poniendo un brazo alrededor de su hombro—. Gundham está hablando con Hinata, diciendo algo sobre el deseo de tener una conversación sin otro par de oídos. ¿Crees que está lanzandole un hechizo maldito sobre él?

Nagito hizo un gesto de dolor, Sabía que Tanaka era capaz de hacer algo así.

—Kazuichi...

—Estoy bromeando —Souda agitó su mano—. ¿Ves? Están teniendo una agradable conversación.

Siguió la mano de Souda para ver a Hinata y Tanaka hablando. Mientras que su amigo estaba de espaldas a Nagito, la cara de Hinata no. Algo bailó sobre los ojos de Hinata y la expresión envió una sacudida al cuerpo de Nagito. Esa emoción en su mirada se desvaneció de la cara de Hinata un segundo después, pero  había visto suficiente.

Hinata se sorprendió, pero no se había sentido amenazado con la charla que compartía con Tanaka. ¿Qué le había dicho? Nagito se mordió el labio y esperó a que los dos vinieran por ellos. Al hacerlo, Hinata rodeó con su brazo los hombros de Nagito, acercandolo a él.

—¿Estás listo para irte, Nagito?

—Uh, sí —Nagito respondió—. Los veo luego, chicos.

—¡Sí, hasta luego! —Souda sonrió—. Que tengas una buena noche.

—Tú también. —Nagito respondió.

Los tres salieron del restaurante, dejando solos a Nagito y a Hinata. Lentamente, también salieron, dirigiéndose al coche de Nagito, optando por conducir en lugar del tren. Después de todo, beber alrededor de sus amigos mientras necesitaba mantener una mentira era un estrés que no quería.

—¿De qué hablaron tú y Gundham?— Nagito preguntó una vez que estaban a salvo en el coche, no resistía más la curiosidad.

—Oh, me acaba de decir que te trate bien en nombre de todos tus amigos.

Nagito se rió a medias.

—Ya veo. Me sorprende que fuera Gundham quien diera la charla y no Fuyuhiko o Peko.

Esperaba que Hinata se riera. En cambio, dio un solemne movimiento de cabeza, una ligera sonrisa en su cara.

—No, Tanaka fue una elección muy buena, la adecuada.

—¿Huh? ¿Por qué?

Una larga pausa llenó el aire. Nagito casi se retorció. La cara de Hinata estaba pensativa, nublada por  pensamientos que no se hablaban.

—No te preocupes por eso —Hinata aseguró lentamente—. ¿Vamos a casa? —Luego se inclinó y besó a Nagito otra vez.

~

Cuando volvieron a casa, Hinata agarró suavemente la muñeca de Nagito. El agarre era lo suficientemente ligero para que, si hubiera querido, le fuera posible soltarse. En lugar de eso, se giró y miró a Hinata con confusión. Hinata no parpadeó y pronto, bajo a la luz de la luna; su ilusión humana se desvaneció. El rojo de sus ojos reapareció junto con su túnica. Nagito miró fijamente y abrió la boca pero Hinata se adelantó y le besó. El beso fue tan casto como siempre, pero un sentimiento no dicho fue presionado en sus labios. Sin embargo, antes de que pudiera preguntarle algo, Hinata se apartó.

—Buenas noches, Nagito. Duerme bien.

—Ah... sí, buenas noches. —Nagito respondió automáticamente.

Hinata echó un último vistazo antes de dejar a Nagito en la parte delantera de su casa.

(Quedan treinta y ocho besos. Doce al día.)

La cara de Hinata y su mirada persiguió a Nagito en sus sueños y le siguió cuando se despertó. Su cerebro se enroscó y se enroscó a su alrededor, incapaz de encontrar una explicación. Por supuesto, lo más inteligente fue preguntarle a Hinata, pero las palabras que no se podían formar en su cerebro se le escaparon de la boca. ¿Qué iba a hacer? ¿Exigir saber lo que Hinata estaba pensando? ¿Tendría algo que ver con Nagito?

¿O quizás no tenía nada que ver con él sino con el hecho de que anoche había más gente de la que Hinata había frecuentado en siglos? Y de cualquier manera, ¿qué tenía que decir Nagito? Sus sentimientos, confusos y enredados en una bola, casi habían rebotado en los peores momentos. La realidad tuvo que llegar más pronto que tarde.

Hacer las cuentas no era difícil y había concluido fácilmente que les quedaban unos tres días. Entonces, Hinata lo dejaría y Chiaki se despertaría. Es lo que Nagito quería. Quería que Chiaki se despertara y que todo volviera a la normalidad.

Aunque la normalidad fuera la ausencia de Hinata. 

[...]

Y en efecto, ya queda poco para el final. Aprovechen para ir a leer las demás historias, en especial la que está siendo publicada al mismo tiempo que está y no ha estado recibiendo el mismo apoyo, vayan a verla, de verdad es muy bonita! Y me quedan más capitulos B3

Igual, disfruten los pocos capítulos que quedan «3

1000 Kisses 「KomaHina」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora