capitulo especial- profesor

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¿Es posible encandilarse con la belleza de alguien hasta el punto de querer dejar todo tu cómodo mundo solo para ver cómo este arde gracias a ella, y como tú te hundes junto a su malévolo ser? Si, y yo lo experimento cada vez que veo a la chica "ricitos de oro" caminando con sus minifaldas plisadas, sus estampados de cerezas y sus pequeños tops. En el fondo sé que hago lo correcto, sé que mi vida merece algo mejor que emborracharme con una alumna que me puede llevar a la perdición, pero es tan difícil ver a alguien que tiene el fuego que le falta a tu vida y no unirte a ella que esta decisión me ha carcomido la cabeza en las últimas semanas. Tengo una novia con futuro, con un buen trabajo y de buena familia que puede hacer que me vaya bien, que me asciendan y que me convierta alguien respetable en mi profesión, pero una maldita adolescente que parece llamarte con sus ojos azul cielo no me permite avanzar, es como si cada vez que me viera, o cada vez que la tocara ella entrara dentro de mí y me controlara como a un muñeco ventrílocuo. Uno de mis argumentos para dejar lo que sea esto era: "es menor, no es bueno estar con una menor" pero después pienso que va a cumplir 18, que en realidad no nos llevamos tanta edad y lo más importante, que para ella, no importa que tan mayor y que tantos pelos en los huevos tenga un hombre, ella siempre termina tomando el control de la situación, por ejemplo. Llegué a la escuela de forma inocente, y cuando la vi pensé que tal vez me podría divertir un poco con ella, pero empezó a mirarme, a preguntarme que hacía, como lo hacía, a verme trabajar, a merodear por el salón con sus malditas minifaldas y sus tops pequeñitos, tanto que podrían ser deportivos si no fueran porque la mayoría de las veces están en conjunto, recuerdo un día en específico que tenía una faldita azul, con su top de exactamente el mismo color y su escote en forma de corazón, sus gafas de corazón y unas medias de red que la hacían ver aún más deseable, además de unos converse también azules, ese día le dije que se tenía que quedar para hablar de un examen en el cual había puesto una respuesta sobre la política del país que me había dejado atónito, ella se quedó pero como siempre con sus ojos coquetos y sus actitudes un tanto provocadoras, a ella no le importaba, me decía que era lo primero que había pensado y que realmente no tenía pensado hablar de eso, me le quedé mirando y descubrí cuál es su secreto, su belleza no es maldadosa, es una chica que tiene la fachada perfecta, sabe que tiene cara de niña bien, y lo usa a su favor, la ropa le refuerza esta sentir al vestir prendas algo infantiles pero con un toque sexy que hace dudes de tus principios pero que a la vez no quieras dejar de verla, eso me estaba pasando a mí, ella lo sabía y en el fondo se aprovechaba de esto como lo hacía con todos los hombre que se fijan en ella, en ese momento también sabia de su gusto por las chicas gracias a su relación con Jess, y de ellas no se aprovechaba, al contrario, le gustaba complacerlas, ya que al parecer, en las relaciones con chicas las dos se preocupan por el placer de la otra, mientras que la relación hétero es mucho más egoísta, lo cual la hace ser parcial y aunque disfruta las dos, le gusta satisfacer más a sus relaciones de índice lésbico como modo de agradecimiento, eso significa que conmigo probablemente solo quisiera coger un par de veces y ya está, ha tenido relaciones interpersonales con chicos pero han sido minorías justo por su ser egoísta a la hora de demostrar cariño, por lo cual prefiere divertirse con ellos, y entre esos ellos estoy yo, sin embargo, esta vez los dos confundimos las cosas y terminamos demasiado involucrados. El día de la falda azul me coqueteo sin parar, y para acabar de ajustar ese día practicaban un baile en el auditorio, fui a ver por petición de la maestra de danza y la vi, descubrí que el baile la vuelve aún más coqueta, y que la vuelve más salvaje, al salir, la vi en mi auto mientras caminaba con su conjunto y con una bolsa que contenía una gran dona rosa, cuando ya nadie nos podía ver le pedí que se subiera y solo sucedió, nuestros cuerpos actuaron como imanes.

Sinceramente todo cambio desde ese día, las miradas se intensificaron, y el poco cariño que le tenía a mi novia fue desapareciendo cada vez más, hasta el punto de querer tener a la rubia risos de oro a mi lado para ponerle ese rojo que le falta a mis días, este deseo me hizo dejar de tener sexo con mi aburrida y un poco tonta novia, en cambio, Al y yo lo hacíamos cada vez que podíamos, donde podíamos, me gustaba ver cada uno de sus conjuntos, sus shorts combinados, sus faldas, sus conjuntos de pantalones combinados con los infaltables tops, su chaqueta de cuero, sus bailes, sus miradas, sus donas, sus medias de red y sus infinitos converse. Ella es y sigue siendo mágica, empecé a notar que se fijaba en mi más de lo que debería, que empezaba a faltar a sus noches de juerga para estar en un hotel conmigo y que era la primera que se ofrecía para llevarme el café a la oficina, sus ojos ya no querían jugar conmigo, yo ya estaba siendo parte de su piel y ella de la mía, muchas veces sacrificamos el placer para hablar un poco de todo, y de observar nuestras rutinas de cerca, de repente, me di cuenta de lo lejos que estaba yendo esta extraña relación, y además, algo toxica. Yo odiaba ver como otros chicos disfrutaban de ella y como no solo me miraba a mí en sus coreografías, por otro lado, ella odiaba a mi novia, la cual odiaba a "la zorra de las minifaldas" como la llama, ya que era demasiado liberal para su gusto, sabía que sentíamos algo, pero se rehúsa a dejarme porque piensa que nuestro amor durará hasta el fin de los días, sin saber que la realidad es que en las noches, mientras lo hacemos, sueño con estar con Al, a pesar de lo tóxicos que podamos ser, sin importar las peleas que hayamos tenido por involucrarnos de más, y sin importar que a veces, pasa más tiempo en otra realidad gracias a la "nieve". Recuerdo que antes de esta noche, la noche en la que todo acabará por tener una vida mejor, pasaba al frente de un viejo bar y no pude evitar verla, estaba en otro mundo, totalmente ebria encima de una pequeña pasarela, cantando "i'm no good" de amy Winehouse, descubrí que tiene bastante talento, pero mi felicidad se fue al descubrir dos cosas, uno, estaba ebria porque me tocó echarla una manera repugnante, todo para seguir manteniendo mi estúpida relación, y dos, solo quería sexo con uno de los tipos del bar, veinteañeros motociclistas que seguro la iban a dejar satisfecha para después darle una vuelta en sus lujosas y rudas motos mientras ella esperaba otra ronda para acto seguido, textearle a su padre que estaba quedándose donde su hermano y seguir con su fachada de chica perfecta, ese día decidí dejarla ahí y tomar una puta decisión, por poco la elijo a ella, pero eso sería dejar mi dinero, mi empleo y mi familia. Terminé de tomar mi decisión al recibir un mensaje suyo.

"este chico rudo lo hace mejor, y no me abandona, idiota" claro, estaba completamente borracha, solo quería vengarse de mí, y yo lo entendía, por más que mis celos se activaran al instante, a pesar de esto, escogí mi futuro, y esta noche, es la última, claro, estoy divagando porque va a haber tanta pasión como para recordarla a ella y a su cuerpo el resto de mi vida, sin embargo no debería guardarlo tan dentro de mi memoria, ya que cada vez que la vea en la escuela las lágrimas van a querer salir, pero sé que es lo mejor para los dos, y creo que ella lo sabe, dándome uno de los últimos besos.

gracias por salvarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora