Epílogo

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Capitulo: Viento.

El campo de estaba meciéndose según la corriente del refrescante viento mañanero. El sol daba sus tímidos rayos de luz en el prado y las casas, dando paso a un nuevo día. Las flores y los arboles creando cálidas sombras por todo el rebaño.

Las aves cantaban por la tranquila mañana en la tierra, las gallinas cacareaban como despertador y las vacas salían de sus establos sin ningún permiso y en la primera planta de la casa ya se escuchaban pisadas y conversaciones entre varías personas.

Se escuchaba como esas personas se amontonaban en el comedor, seguramente colocando el servicio para el desayuno por todo ese ruido de platos, cucharas y el delicioso aroma de tocino frito y huevos revueltos.

El favorito de Lance.

Esa mañana podría ser calificada como una de las mejores en el top de Lance, pero el espacio frío a su lado lo arruinaba todo. Solo quería despertarse y acurrucarse con el calor de su marido mas a menudo, pero el loco madrugador y trabajador siempre lograba despertarse y levantarse en silencio la mayoría de veces sin despertarlo.

Soltando un bufido, Lance se enderezó para alejar la parte superior de su cuerpo del colchón para dos que tenía en su habitación compartida, pero para su disgusto siempre estaba él solo en aquella habitación. Por lo menos quería ver a su esposo paseándose por la habitación, para Lance siempre sera un honor ver como su increíble hombre modelaba su trasero.

Justo cuando estaba por quitarse las mantas para empezar otro día laborioso unos pasos que conocía bien comenzaron a acercarse a la puerta de su cuarto llamaron su atención. Rápidamente su animo subió y volvió a arroparse en las mantas, fingiendo que aun dormía.

La puerta se abrió lentamente, evitando cualquier chirrido que emitiera. Los pasos se acercaron cuidadosamente a Lance (quien aun fingía dormir y se oprimía cualquier mueca que quería hacer en ese instante), y se detuvieron a su lado. Escucho algo acomodarse en su mesita de noche e inmediatamente el olor a comida frita y un suave té invadieron sus fosas nasales.

Los pasos volvieron a retomar su camino, pero esta vez rodearon la cama y se detuvieron en el otro lado, se escucho el sonido de las suaves mantas deslizarse al igual que el colchón hundiéndose en el nuevo peso que se acomodaba para llegar al cuerpo de Lance. Unos fortachones brazos pero no menos cálidos rodearon su cintura y unas manos se quedaron en su pecho dándole caricias mientras unos suaves besos se esparcían por el rostro de Lance.

Ahora era la mañana perfecta, top número uno.

— Lance... —. Susurro una voz ronca y cálida contra su oído, lo que le envió muchos escalofríos a la espalda del moreno. Luego le siguieron mas besos en su mejilla y párpados. — Lance, despierta...

Dios, quería que esto fuera eterno. No podía sentirse mas codicioso cuando se trataba de loa besos de su santo marido.

— ¿Cual es la palabra mágica? —. Respondió Lance con una pequeña sonrisa.

Uhh... ¿Porfavor?

Nah-ah —. Negó el moreno volteandose para mirar a los ojos a su increíble esposo. Quien rápidamente planto un beso en sus labios el momento que sus rostros se toparon, sacándole una sonrisa al moreno. — Esa no.

Por ti lo que sea [Klance]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora