Conquista imposible [TodoBaku] [ShinKami]

Capítulo 8

Si le preguntaban ¿Porque él? Realmente no tendría una respuesta concreta o siquiera podría explicarse.

Porque ¿Cómo le decía a otra persona lo hermoso que lo veía cuando sonría de esa forma torcida después de hacer alguna maldad? ¿O lo mucho que le gustaba esa mirada carmín que a primera vista era tan amenazante? ¿No lo tomarían por loco, al decir que le parecía lindo incluso cuando de su boca solo salían puras groserías?

Todoroki inevitablemente sabía que nadie entendería porque Bakugou le hacía sentir aquellas emociones. Y estaba bien con eso porque hasta la fecha nunca pensó hacer algo respecto a sus sentimientos.

Desgraciadamente, sus entrometidos amigos no compartían su sentir.

Un largo y pesado suspiro escapó de su boca antes que se diera cuenta.

—Cuidado Todoroki-san —advirtió la suave y divertida voz de su amiga —Un poco de su felicidad se escapa con cada exhalación tan deprimida, ¿sabía?

Ojalá lo mismo aplicará para Midoriya. Solo que él sería por cada murmurllo que diera, dejaría de meter su pecosa nariz en mis asuntos.

La risa cantarina de Yaoyorazou le hizo percatarse de que sus pensamientos se vieron reflejados en su rostro.

— ¿Tan malo fue? —pregunto con la mayor amabilidad posible pero sus cachetes inflados indicaban que estaba conteniendo la risa.

—Ni te lo imaginas —termino por confirmarle dando paso a que la femenina soltará un par de carcajadas —Lo único bueno es que puede hablar con él un rato.

—Estas rescatando el lado positivo, ¿eh? —elevo una ceja inquisidora — ¿Vas a seguir el plan de Midoriya-san, entonces?

Todoroki miro con cautela a la peliengra que tomaba un latte con una elegancia del siglo pasado. Pese a los incontables murmullos, susurros y voces altas en la cafetería pudo distinguir perfectamente el tono esperanzado en esa pregunta. Confirmo que todos sus conocidos estaban en su contra.

— ¿En serio Yaoyorazou? ¿Midoriya también te convenció de esto?

La femenina al menos se mostró apenada por entrometerse en su vida sentimental —bueno, futura vida sentimental— y dejo de lado su latte para verlo con atención. Los bonitos ojos oscuros se mostraban compresivos y dulces, mientras que la mano que se colgaba gentilmente de su hombro le pedía que por favor no se enojara por sus acciones.

—En realidad, Uraraka-san y Asui-san me persuadieron de hacerlo —explico con tranquilidad —Pero Todoroki-san, prometo no hacer nada para perjudicarlo. Ellas solo me pidieron que le hablara para saber de su estado y...—enrojecio un poco, avergonzada —Avances, con Bakugou-san. Soy una medida de contención.

Shoto bufó, Momo retiro su mano y le sonrió. Volvió a tomar su latte y saco un par de libros que no pensaba leer hasta que él se fuera porque lo consideraba de mala educación.

— ¿Te aseguras que no salga corriendo apenas lo vea?

—Exactamente —ni dudo en contestar —Y de ser posible, me pidieron que te alentará —agrego con una sonrisa que mostraba que ella estaba de acuerdo con aquello —Ya que mañana lo verás, me pareció adecuado hablar contigo hoy. Para saber que harás Todoroki-san cuando estés junto a Bakugou-san.

¿Que haría cuando lo viera? Bueno, el mayor plan del bicolor era no quedar como un completo idiota ante al cenizo. Pero la verdad tenía el fuerte presentimiento que pasaría todo el tiempo —el cual por orden de Bakugou sería nada más de dos horas— viendo como un bobo al de ojos rojos, incapaz de prestar atención a lo que le explicaría. Y vaya que había visto a el cenizo enojado cuando alguien no le prestaba atención.