Capítulo 22

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El teléfono sonó poco después de las siete de la mañana. Louis saltó de la mesa en la que estaba tomando su café y fue a responder, esperando que el ruido no hubiera despertado a su madre o a su hermano.

—Buenos días— la profunda voz de Harry lo envolvió en una capa de calidez.

—¿Que puedo hacer por ti? —preguntó fríamente, tratando de reprimir la emoción que se agitó en su interior.

—Hace una mañana maravillosa. El cielo está tan brillante y azul... Como tus ojos—hizo una corta pausa—Un fondo perfecto para un mensaje de amor. Nos vemos en la oficina.

A continuación colgó, dejando a Louis totalmente confundido. ¿A que había venido aquello? Colgó el auricular y frunció el ceño, pensativo. ¿Un mensaje de amor? ¿El precioso cielo azul?

Ciñendose la bata, con el corazón latiendole aceleradamente, salió al porche delantero. Harry tenía razón, hacía una mañana maravillosa. El aire estaba cargado de frescura, aunque el sol ya se hallaba sobre el horizonte y el cielo era un fondo perfecto para el avión que lo atravesaba, soltando humo en forma de letras.

—Oh no—susurró cuando las primeras letras se hicieron visibles. Horrorizado, observó como su nombre se iba escribiendo en el cielo.

—¿Louis? ¿Va todo bien? —Louis se volvió y miró a su madre, mientras ella observaba el cielo. Un momento después, Liam se unió.

—¿Que pasa? —preguntó, siguiendo la mirada de su madre y su hermano hacia el cielo —¡Oh, vaya! ¡Eso es genial!

Siguieron mirando en silencio mientras el avión terminaba de escribir “LOUIS, TE QUIERO” en letras enormes. Los ojos de Louis se llenaron de lágrimas mientras leía el mensaje de Harry. Aunque aquello no fuese un truco para conservarlo como asistente, aunque de verdad se lo creyera que estaba enamorado de él, ¿cuanto tiempo le durarían sus sentimientos?. La locura que se había apoderado momentáneamente de el rizado pasaría y se daría cuenta de que no lo amaba.

No podía ceder. No podía permitirse caer en la fantasía que Harry trataba de crear. No soportaría perder la felicidad que le daría tener su amor.

—¡Ese tipo debe estar loco por ti, Louis! —exclamó Liam. Pasándose la mano por el pelo revuelto y añadió—Yo me vuelvo a la cama.

—¿Necesitas hablar?—Louis miró a su madre. Está lo miraba con gesto especulativo.

Las lágrimas que Louis había contenido durante aquellos días se desbordaron. Por unos momentos fue incapaz de hablar, sintiendo que tenía el corazón en la garganta. Su madre lo tomó cariñosamente por su brazo y lo llevó de vuelta a la cocina.

—Siéntate —dijo, y a continuación le entregó a su hijo un pañuelo—Y ahora, cuéntame lo que pasa—añadió sentándose junto a él.

Louis sorbió por la nariz, tratando de contener las lágrimas, que parecían imparables. Su madre permaneció pacientemente a su lado mientras lloraba, palmeandole la mano. Finalmente, las lágrimas dejaron de manar y Louis pudo hablar. Primero habló de la semana en Mustang, aunque no mencionó el hecho de que él y Harry habían compartido la misma cama, si no habló del curso de Bárbara y de la cercanía que este había creado entre ellos.

—Creo que siempre he estado un poco enamorado de él —dijo, mientras secaba las últimas lágrimas de sus mejillas—Pero esta última semana las cosas se me han ido de las manos.

—Debo de haberme perdido de algo. Me dices que quieres a Harry y, por lo que acabó de ver en el cielo, él también te quiere, así que ¿cuál es el problema? —Johana frunció el ceño y Louis suspiró.

—En primer lugar, no estoy seguro de que me quiera. Creo que nuestra semana en Mustang lo ha confundido. En segundo lugar, aunque el crea sinceramente que me quiere, ¿cuánto durará? ¿cuando tiempo pasará antes que decida cortar y salir corriendo como...?

—Como tu padre—concluyó su madre. —Cariño... —un profundo ceño marcó su frente mientras miraba a Louis con tristeza —Te he observado a lo largo de los años y debería haber visto las cosas con más claridad, debería haberte dicho algo antes... Cuando eras más joven.

—¿De qué estás hablando? —Louis la miró con curiosidad —¿Que tenías que haberme dicho?

—El abandono de tu padre dejó un gran vacío en tu corazón—Johana respiró profundamente —Un vacío tan profundo que nunca has sido capaz de sanarlo, y temes dejar entrar otro hombre en tu vida—suspiró —Conozco tu dolor por que yo también lo he sufrido.

Louis le dio la espalda a su madre y sus ojos se llenaron de lágrimas mientras pensaba en lo que acababa de decirle. ¿Era cierto? ¿Había quedado más marcado de lo que creía por el abandono de su padre?

—Louis —la voz de su madre lo hizo salir de su torbellino interior—Conozco ese dolor y ese miedo por que son los que me han mantenido sola todos estos años —Louis se volvió a mirarla y su madre continuó —Si quieres a Harry... y si él te quiere a ti, acéptalo. Aferrate a él y no lo sueltes. No dejes que el miedo haga que te quedes solo en la vida. Quiero para ti algo más que eso—Johana se levantó.

—Madre no es tan sencillo... —suspiró con pesar.

—Piénsalo bien antes de tirar por la borda algo que podría implicar tu felicidad—le sonrió con calidez. Con la cabeza hecha un caos, Louis miró a su madre mientras ella salía de la cocina.

«Aferrate a él y no lo sueltes», había dicho. Cuanto le gustaría poder hacerlo. Cuanto le gustaría perderse en el amor de Harry, sumergirse en la fantasía de sus palabras de amor que desataban en su mente y su corazón. Su madre tenía razón.

Tenía miedo. No sólo era el miedo al abandono, sino también a la ineptitud, a saber que nunca podría dar a la talla que Harry buscaba en una pareja.

Esposo perfecto ➳ larry stylinson TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora