Esposo perfecto ➳ larry stylinson TERMINADA

Capítulo 5

—Bien, cuéntanos Louis... —dijo Barbara mientras entraba con las bebidas. Sonrió cariñosamente a su marido—¿Trabajas?— preguntó.

—Ocuparme de Harry para que pueda consentrar todas sus energías en su negocio es un trabajo de jornada completa—apoyó una mano en el brazo del rizado—No se que haría sin mí.

—Estoy seguro que él siente lo mismo—acotó Brody. Harry rió, aún que pensaba que Louis estaba exagerando un poco. Dió un sorbo a su limonada, observando a su «esposo» mientras esté charlaba animadamente con Bárbara.

Louis tenía razón, admitió, finalmente. No sabría qué hacer sin él castaño. Apenas se fijaba en su asistente durante el trabajo, pero eso se debía a lo bien que llevaba todo. Estaba totalmente al tanto de sus citas y compromisos, siempre recordaba los nombres de las esposas y los hijos de sus clientes, se ocupaba de comprar los regalos para sus familiares y amigos en los cumpleaños...

Habia tenido media docena de secretarías antes que Louis, mujeres atractivas que parecían más interesadas en hacerse las uñas que en ocuparse de su trabajo. Sí, no sabía que haría sin Louis, y esperaba no tener que averiguarlo nunca. No necesitaba una esposa, necesitaba un buen asistente.

—Brody cariño, ¿por qué no los acompañas arriba mientras yo llevo los vasos de vuelta a la cocina?—Bárbara indicó tomando la charola entre sus manos. Harry y Louis salieron con Brody del cuarto de estar y subieron la enorme escalera que llevaba a la segunda planta.

—Tiene una casa presiosa señor Robinsón—Louis expresó sincero.

—Gracias cariño, lo cierto es que hemos invertido mucho trabajo en ella desde que la compramos... Y por favor llamame Brody—dijo el vaquero, entrando en la primera habitación que había a la izquierda del pasillo—Se quedan aquí—Harry y Louis lo siguieron al interior del bonito y amplio dormitorio—Los dejó para que acomoden su equipaje y siéntanse cómodos, mí casa es su casa—con una inclinación de cabeza, giró sobre sus talones y salió.

Harry miró la cama de matrimonio, cubierta con una bonita manta verde. Era una cama muy pequeña, esperaba algo diferente a aquello.

Louis y el rizado no habían hablado de cómo iban a arreglárselas para dormir. Era el único asunto que no habían dejado resultó. Cuando lo miró, supo por su expresión que estaba pensando lo mismo que él. Aparte de la cama, sólo había un pequeño sofá en la habitación que pudiera servir a algo parecido a una cama, pero era demasiado pequeño para Harry. Se quedaría lisiado para toda la vida si tuviera que dormir en el.

—No vamos a compartir cama—Louis soltó con tranquilidad—Nadie tiene por qué saberlo—Harry asintió y volvió a mirar el sofá, luego miró de nuevo al castaño.

—Si me dejas la cama te subo la paga a mil setecientos dolares—Louis miró el sofá un momento.

—Trato hecho—dijo finalmente. Harry le dedico una sonrisa ligeramente forzada, sabiendo que aquella semana le iba a costar una pequeña fortuna.

No tardaron mucho en deshacer el equipaje. Harry ocupo los dos cajones inferiores de la cómoda y el lado izquierdo del armario. Louis se quedó con los dos cajones superiores y con el lado derecho. Resultaba extrañamente íntimo ver la ropa de los dos colgando en el interior.

—Es tan abrumador, nunca he deseado casarme y esto es jodidamente extraño—Harry se sentó en el borde de la cama y soltó un suspiro. Louis se encogió de hombros, deseando que se levantara de la cama, deseando que no fueras tan atractivo. Toda aquella situación resultaba obsenamente íntima y maldecía por haber aceptado ser parte de ella.

—¿De qué tienes miedo? —Louis formuló la pregunta sin pensárselo dos veces.  Harry se volvió a mirarlo con expresión divertida.

—Solo por que no quiero casarme asumes que tengo miedo al compromiso, o que temo a la intimidad, o que hay alguna otra explicación seudo psicoanalítica.

—Tienes razón, te estaba concediendo el beneficio de la duda. La verdad es que probablemente eres demasiado egoísta y estás demasiado centrado en ti mismo como para querer compartir tu vida con alguien—Louis se cubrió la boca con la mano, horrorizado con lo que acababa de decir. Harry se quedó mirándolo y su boca esbozó una media sonrisa.

—Probablemente sea la valoración de mi carácter más sincera que me han hecho nunca.

—Yo lo siento señor, pero me había enfadado.. —Harry levantó una mano y Louis hizo silencio.

—No lo estropees disculpandote, por favor—su sonrisa se ensancho—Y eres muy bueno juzgando el carácter de las personas. Soy un egoísta y egocéntrico. También soy testarudo y difícil, así que no puede decirse que tenga una personalidad muy adecuada para el matrimonio.

—Si Brody pudiera oírte ahora...

—Menos mal que no puede—Harry miró a Louis con gesto especulativo—Supongo que eres uno de esos románticos incorregibles que solo se sienten completos compartiendo su vida con un hombre.

—Al contrario señor Styles. No necesito un hombre para que me colme mi vida—Louis siempre había creído que su felicidad dependía de sí mismo. No vivía esperando que un hombre lo completara—Sin embargo, con el tiempo me gustaría compartir mi vida con alguien.

Apartó la mirada de Harry, recordando todas las noches que había soñado estar entre los brazos de alguien, sintiendo el calor de otro cuerpo junto al suyo. Algún día, no muy lejano, esperaba compartir sus días con algún hombre especial.

—No me preocuparía estar solo el resto de mi vida, pero no es algo que yo elegiría—agregó el castaño.

—Pues, yo si—replicó Harry y Louis rió.

—Oh Harry, tú nunca estás solo. Pasas de una mujer a otra sin apenas un respiro—El rizado lo miró sorprendido.

—Pero siempre me siento solo—frunció el ceño y paso su mano por el pelo—Vamos a dar una vuelta por el rancho, estoy seguro que a Brody no le molestara.

Louis asintió. Estaba deseando salir de los extrechos confines del dormitorio. Además, la conversación le había afectado. Había hablado en serio, pero lo cierto era que la idea de entregar su corazón a otra persona le daba bastante miedo. Lo había hecho una vez y salió lastimado.

No volvería a hacerlo con facilidad.