Día 3 : Crossover con Inuyasha

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Kamado Tanjirou, estudiante de penúltimo año del instituto de Tokyo se encontraba de camino para ir al templo como cada semana a rezar un poco. Ese día salió algo tarde del instituto ya que le tocaba hacer la limpieza del salón, llegando al dichoso templo al atardecer, llevaba bastantes años yendo a rezar para pedir por su familia y amigos y ese día no sería la excepción.

-Por fin llegue - jadea un poco pasándose la mano por la frente quitando una gota de sudor al tener que subir varias escaleras. Se aproxima al lugar donde estaba el sitio de rezo y juntó las manos cerrando los ojos quedándose un rato en silencio

No pasó mucho tiempo hasta que un extraño ruido llamó su atención, como si alguien estuviera atrapado y golpeara las puertas para salir.

Preocupado se dispuso a mirar a su alrededor pensando en que quizás alguien necesitaría ayuda.

Los golpes cada vez se volvían más incesantes y Tanjiro sin pensarlo dos veces abrió la puerta llevándose una sorpresa inesperada. No había nadie en el lugar, estaba oscuro pero no podía ver ni oír a nadie, lo único que había era un antiguo pozo cerrado y cubierto de pergaminos que parecían ser muy antiguos.  

-Esto debe tener cientos de años, me pregunto porque sellaron este pozo- Pasó su mano por sobre la vieja y roída madera que cubría aquel pozo, pero dio un salto al oír golpes y gimoteos del interior de este.

-Tu la tienes... La perla.... -

-¿Quien... Quien dijo eso? - se preguntó mirando a los alrededores algo asustado y se alejó un poco con cautela.

-La perla... La quiero... - se oyó nuevamente antes de que la madera que cubría aquel pozo se rompiera, haciéndose pedazos.

-¿Como a.. - se echa a un lado rodando cuando algo casi literalmente le arranca la cabeza.

-¿Dónde está? Entregamela... ¡ENTREGAMELA! - Una extraña forma salió del pozo que Tanjiro no pudo identificar, pero que rodeó su cuerpo y lo levantó del suelo.

-¡Suéltame! ¿Que eres? - intentaba luchar y soltarse de ese ser similar a un ciempiés gigante.

-La perla de shikon... ¡DÁMELA! - dijo antes de llevar al chico pelirrojo dentro del pozo, el cual extrañamente brillaba.

-¿Que.. Qué está pasando? ¿Qué es esa perla?-

-¡No mientas! Yo se que la tienes... Puedo sentir su poder... -

-No se de que estas hablando. ¿Y que eres? No tengo esa perla de la que hablas- El demonio mostró su rostro, siendo el de una mujer hasta la cintura, seguido del cuerpo de un cien pies, en cual cada vez se acercaba más a Tanjiro.

-mentiroso, la tienes...damela-

"que ser tan horrible" - ¡no la tengo, de verdad!- contiene un gesto de asco cuando la lengua se la pasa por la cara y le agarra la cabeza.

-tendré que devorarte junto con la perla- dijo comenzando a forcejear con el Kamado quien intentaba con todas sus fuerzas ser liberado.

-NO, SUÉLTAME. ¡DÉJAME IR! - le grita alargando una mano y da en la cara del demonio. el cual era obviamente más fuerte pero la mano del Kamado se iluminó de pronto, rodeandose de fuego, empujando al demonio insecto lejos, perdiéndose en la oscuridad.

-Ah - miro su mano y como el demonio le juraba volver a por la perla. Se quedó flotando un rato hasta que sintió como tocaba el suelo de nuevo.

Miró a su alrededor, se encontraba en el fondo de aquel pozo, al dirigir su vista hacia arriba no vio el techo de la caseta que lo resguardaba, si no que el anaranjado cielo del atardecer.

One shots KyotanWhere stories live. Discover now