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capitolo otto.
Bueno, hoy arranco la escuela.
Estoy re nerviosa wacho, empezar en un colegio nuevo, país nuevo e idioma nuevo no es algo que pasa siempre, ahre. Encima que soy re tímida, bueno no tanto pero si soy tímida.
Está re claro que seguramente me va a ir para el orto hoy, no voy a hacer amigos nuevos ni nada de eso.
Eu, yo me pegó un tiro si llega a ser como en las pelis, dónde está la culo roto que se cree mejor que otras o los pibes que se hacen los cancheros y dan más cringe que no se que. Espero que no pase eso, pero es una escuela Estadounidense, capaz que pasa eso.
¿Y si hay un tiroteo? Ah ya se hacía la cabeza la tarada.
Mi vieja me levanto temprano, a eso de las seis para que me prepare, ni idea pero no me pienso arreglar para ir a la escuela, me chupa un huevo como me vean los demás.
─ Ahí tienen unas tostadas para que coman, el café ya está listo y cuando salgan dejen la llave en la maseta roja, ¿'Cuchate? ─ Mi mamá apareció re apurada en el comedor, estaba re tranqui viendo el noticiero y ella viene e interrumpe mi paz, boe.
─ Si ma, dale. ─ le contesté. ─ ¿Carla ya se despertó?
─ Ni idea, ya la desperté como tres veces a la pendeja esa, si no se levanta ahora de va a quedar acá. ─ Mi mamá estaba re apurada, tenía que ir a trabajar y seguía renegando con la otra pendeja.
─ Déjala que ahí voy yo y la levanto de las mechas. ─ dije.
─ Bueno dale, pero que se despierte. ─ dijo. Me dió un beso en el cachete y se fue por la puerta del garaje.
─ ¡Carla la concha tuya, si no te levantas ahora voy y te arranco los pelos, ¿'Cuchate? ─ Grite para que me escuchará.
─ ¡Ahí bajo, que rompe bolas que son eh! ─ respondió ella, venía bajando las escaleras, estaba un toque despeinada.
─ Eh pelo en pausa, anda a peinarte un toque. ─ Le dije, capaz que ni cuenta se había dado cuenta que no se pasó el peine.
─ ¿Tan despeinada estoy? ─ pregunto.
─ Na, no tanto pero pásate el cepillo al menos. ─ le contesté. Fui a la cocina y traje la jarra con café. ─ ¿Te lavaste los dientes, sucia? ─ pregunté.
