taking orders┆yoonmin

Parte 04➟ Un comienzo

—Yoongi... —como de costumbre, su punto débil era el cuello y el nombrado parecía entender que así era. Tenía un gran empeño en hacérselo notar a la hora de compartir sus mojados besos. Terminó deslizando la camisa del rubio por sus brazos y sus manos quedaron apoyadas en sus hombros— Estoy seguro de que no veré está oficina de la misma manera luego de hoy —sonrió entre besos de complicidad.

—No puedo creerlo aún. Quiero decir, estoy atraído hacia usted, claro que sí —el estómago de Jimin siento un apretón de algo parecido a la felicidad, o a la necesidad tal vez. —Pero no puedo evitar sentirme... Sentirme así.

—¿Así como?

—Así como... Si quisiera hacerlo sentir jodidamente bien.

Un gruñido de satisfacción se escapó de los labios de Jimin al oír eso, por una mierda que eso le estaba encendiendo más que cualquier toque que hayan compartido. Entonces no resistió el hecho de dar vuelta la situación y con algo de incomodidad bajarse de su escritorio para quedar de igual manera de pié que el otro. La ventaja fue poder enredar sus brazos en su cuello mientras que Yoongi retomaba su trabajo de ir bajando lentamente la cremallera de su caro pantalón de vestir, comenzando por desabrochar su cinto Céline de manera precipitada. Al parecer se negaba a obedecer a sus órdenes, o quizás se estaba poniendo demasiado torpe. Pero no pudo continuar cuando las acciones de Jimin le tomaron desprevenido.

Estaba completamente de rodillas.

Su jefe, el más respetado de todo el edificio. El gilipollas que le había torturado tanto... Estaba de rodillas frente a él. Tenía que admitir el hecho de sentir curiosidad acerca de si el mayor había estado alguna vez con un hombre. Por parte de Yoongi, tenía algo de experiencia, y más de la que quisiera. No es algo que le jodiera la mente, simplemente que nunca había considerado erróneo el pensar el sexo como el universal, y los hombres no eran la excepción.

Su cremallera fue bajada abruptamente y sintió calar el frío del lugar cuando sus pantalones quedaron a la mitad de sus rodillas. El leve toque de haber sido encontrado ya duro solo le hizo pensar en una cosa; contacto.

—Debes estar completamente orgulloso en tu mente, ¿Verdad, Min? Tu jefe. El imbécil de tu jefe de rodillas ante ti. ¿Es un logro, no?

Las palabras le salían por un impulso de autoridad, pero a Yoongi solo intentaron excitarle más. Unas suaves manos se colaron el elástico de su ropa interior y sus ojos viajaron a los del mayor cuando una sonrisa se escapó de los labios.

—Mnhgg —sintió la ventisca fresca pegar contra sus veinte centímetros cuando fue liberado. Las cálidas manos ahora lo tomaron desprevenido, creyó que era un comienzo. —Dios, está haciéndolo tan bien. —fue sólo un momento cuando sus manos empezaron a actuar. El vaivén era lento, pero suficiente para que el corazón de Yoongi estallara y palpitara dentro de su cuerpo.

Era un trabajo manual que consistía en jugar con sus sentimientos, dado el caso de que Jimin tomara un ritmo considerablemente rápido para después disminuirlo. No quería presionar a sus emociones pero le fue inevitable no pensar en cómo sería tomarlo. Y tomarlo correctamente.

—Yoongi...

—Jodida mierda, señor Park. —El rubio arqueó su espalda cuando el calor de unos labios ajenos tomaron apenas la punta de su propia longitud. El contacto fue increíblemente parsimonico, pero por la mierda que le había hecho estallar. Yoongi tomó aire y lo soltó en forma de gruñido cuando lo metió más profundo. Esta vez las abultadas mejillas de Jimin se encontraban ocupadas en darle calor a su polla. —Es increíble... —involuntariamente su mano se estiró hasta tomar el cuero cabelludo del otro cuando sus movimientos bucales consistían en un vaivén in-and-out. Su frente comenzó a experimentar una especie de contracción facial al igual que sus mejillas cuando las expresiones de su rostro estaban supeditadas a la atención dada a su miembro. Un grotesco y singular sonido acompañaba el vaivén brindando, como si hasta le fuese entretenido. —Lo hace tan bien... Estoy sintiéndolo. Por favor, tome mis bolas empezando desde arriba. Por f-a-favor —antes de terminar la frase la boca del mayor había bajado a sus testículos, dejando algo de espacio entre el trabajo manual que continuó haciendo en su falo y la forma de succionarlos. Esta vez la intensidad lo tomaba mucho más por lo que le fue algo natural jalarlo con más fuerza del cabello, su mente le estaba pidiendo a gritos que deje de salirse de control pero le era imposible. Había tirado su cabeza hacia atrás y el cuello le brillaba por el sudor que emanaban sus poros al reprimir lo mucho que le encantaría gemir. La lengua del mayor comenzaba a ser completamente peligrosa conforme su polla recibía más atención. Podía jurar que su venida estallaría intensamente ahí mismo sin siquiera avisarle.

—Mierda, mierda —Jimin no aguantó la necesidad de liberarse a sí mismo y comenzar a llevar un vaivén en sincronización al trabajo de su boca. Sentía que no aguantaría mucho si le daba esa clase de atención, ¿Pero qué más daba? No estaba seguro de si esta sería la última vez de compartir un momento así con Yoongi, lo que significaba que tendría que apurar las cosas.

—Mi polla es suya, señor Park... —Su excitación comenzaba a hacerle sincerarse se manera extrema, como si al hacerlo su venida fuese completamente complacida. —Puede hacer lo que quiera con ella... —las palabras comenzaban a hacer efecto en Jimin, quien tenía la responsabilidad de llevarse a sí mismo al cielo y volver. Su forma de complacerles demostraba lo operante y generoso que era. Sí entienden a lo que me refiero. —Usted es mi jefe, le pertenezco ahora. Es el maldito jefe y puede hacer lo que quiera conmigo.

—Yoongi... —sus mejillas sonrosadas le dieron solo la llave de libertad que necesitaba. El rubio tomó su polla y comenzó a sacudirla en la boca del otro. Las cosquillas se disiparon en la punta de sus pies y su estómago, sabía que estaba a nada de venirse, y no hubo mejor imagen para él que los labios de Jimin abiertos esperando a su semilla y su mano agitando su propia polla. Fue entonces cuando cerró los ojos imaginando todavía en su mente que era Jimin el que se estaba tocando solo por haberle hecho una gloriosa mamada. Sus pensamientos vacilaron entre los recuerdos de la última media hora y el rostro angelical de su jefe.

—Dios, Dios. Señor Park. Me estoy por correr...

—... En mi boca.

Esa orden. Esa maldita orden fue todo lo que necesitó para estallar en su boca y que los chorros de semen salieran disparados por el dulce manantial de la felicidad que conducía a la lengua de Jimin. Este fue el mismo que se vino en su mano mientras su boca y mejillas eran cubiertas del viscoso y caliente líquido agrio.

Tomó todo lo que su cavidad le permitió mientras seguía acariciándose así mismo para liberar todo, más que nada esa incesante palpitación que había sentido desde el principio.

Se levantó para ser besado mientras un suspiro ahogado y algo tranquilo salía de la boca de Yoongi. Ahora el beso era lento, mucho más lento. Había perdido tanta energía que incluso sentía que los párpados le pesaban, pero nada le haría arrepentir de sentirse completamente liberado.

—Se veía tan bien con mi polla en su boca.

Jimin sólo rió mientras comenzaba a arreglarse el pantalón cuando su respiración se normalizaba.

—Imagina lo bien que se vería la mía en la tuya.

—Eso quiere decir... ¿Quiere decir que habrá próxima vez? —Yoongi se rascó la nuca dudoso se saber si cruzaba la línea al decir eso, es decir, la había cruzado hace un rato ya pero no era el mismo contexto.

Jimin ronroneo sus palabras cuando vio que Yoongi, aún con el torso desnudo, comenzaba a apartarse. Rápidamente sus manos le atrajeron y se besaron de nuevo. Lento, sin torpedad, sin brusquedad.

—Claro que habrá próxima vez. Necesito la revancha.

—¿La revancha?

—Park Jimin quiere ser follado en este escritorio, ¿No había quedado eso claro?

—S-Sí, jefe.

Sonrió. El chico aprendía rápido.

.......

Dedicated to; sweet4sf ♡

.....
La imagen del principio puede representar como ellos dos estaban en el anterior capítulo. Realmente me encantó!