{𝟎𝟖}

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A pesar de las altas horas del día, el sol se negaba a aparecer. Todo el cielo estaba cubierto por nubarrones que amenazaban con una tormenta próxima, la cual Jungkook estaba deseoso por presenciar. Desde pequeño había amado la sensación de la lluvia y el ambiente húmedo, era una de sus siete maravillas.

Taehyung observó a su amigo balancearse en un columpio con la vista en el cielo, como si estuviese desafiando a las nubes a liberar esas gotas de agua lo antes posible. Seokjin regresó del puesto ambulante del parque y le extendió un vaso desechable con café mientras se sentaba con él en el banco.

—¿Qué tal vuestra semana libre?

—Bien. —Jin miró a Taehyung ceñudo.

—¿Algo que contar? Los últimos días has estado muy distraído y callado. ¿Problemas con los estudios?

Taehyung le dio un sorbo a su café mientras rodeaba el vaso con ambas manos para absorber el calor.

—Nada destacable.

—¿En serio? Porque a mí me parece que te está afectando algo.

Hubo un breve silencio en el que se escuchó a JungKook tirar maldiciones sin sentido al cielo.

—¿Cómo supiste que estabas enamorado de Namjoon? —preguntó Taehyung en un susurro.

—¿Problemas en el amor, primo?

—Solo responde, ¿sí?

Jin suspiró.

—Al principio no lo sabía. Él siempre estuvo ahí para mí, apoyándome, ayudando con mi madre, consolándome. Y se ofrecía a escucharme cuando me desmoronaba. Comencé a fijarme más en él desde entonces. No todos habrían hecho lo mismo.

Taehyung asintió, apreciando la pequeña sonrisa de Seokjin.

—Yo me sentía solo, ¿sabes? Tú estabas ocupado con tus exámenes de ingreso y mis amigos preferían hablar de otros temas. Pero él no, Nam siempre se olvidaba de sí mismo solo para cuidar de mí. Fue generoso conmigo. Incluso en los momentos más duros, él nunca se alejó y fue el primero en abrazarme cuando mamá salió del quirófano. —Sonrió alegremente al cielo—. Cuando estás tanto tiempo con alguien e intercambias tantos sentimientos, terminas forjando un vínculo y una conexión profunda. Eso es lo que nos pasó a nosotros.

Taehyung desvió la mirada. Él no tenía nada de eso con Jimin, no podía estar enamorado. Más que una conexión, estaba seguro de que se trataba de una simple atracción.

Recordó la sensación de sus labios, suaves y dulces... Siempre le hacían dudar.

—Pero no siempre es así —continuó Jin—. Algunos se enamoran de los defectos de otros, de sonrisas únicas o del sonido de una pequeña risa. Hablar y conocerse está bien, pero a veces basta con mirar el brillo en los ojos de alguien para sentirse distinto y amado.

Eso no fue de más ayuda. Taehyung conocía a la perfección ese brillo que había descrito Jin. Lo había visto y vivido en primera persona cuando Jimin estaba con Chaeyoung.

—¿Tienes mal de amores, primo? —preguntó Jin con suavidad, esbozando una sonrisa gentil.

—Lo dudo. No me siento distinto, y mucho menos amado.

—Sentirse amado y amar son dos conceptos distintos.

Taehyung suspiró decaído.

—Ninguno se ajusta a mí, desgraciadamente. Pero estoy bien. —Jin lo miró escéptico—. De verdad, no te preocupes por mí.

—Si supieses fingir mejor, podría hacerlo.

Taehyung sonrió, pero no dijo nada más. Temía empeorar la situación si continuaba hablando. No pretendía preocupar a Jin, debía afrontar sus problemas y responsabilizarse de ellos solo, sin necesidad de interponer a terceras personas.

#𝟎𝟏: 𝐓𝐞𝐚𝐜𝐡 𝐦𝐞 ➳ ᴠᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora