Pacto jinchuriki

Roca

Días antes del primer contacto.

Mientras tanto, en un paisaje montañoso al este del país de la tierra, un ninja de edad avanzada, que llevaba un cabezal grande que consistía en una corona, su protector de la roca, un anillo, y una armadura de color negro corriendo por sus mejillas y en la nariz. Este hombre estaba en medio de una misión de búsqueda, llevaba más de tres semanas buscando a unos ninjas desertores, quienes robaron pergaminos secretos para venderlos en el mercado negro por una buena suma de dinero, siendo a la aldea de la hierba quien buscaba su compra, por fin los había localizado, así que los intercepto en un valle despejado para confrontarlos.

"Vaya, vaya, pensé que después de tres semanas de robar estos documentos, el viejo Tsuchikage mandaría un escuadrón entero por ellos, pero solo mando a un viejo vegete como tú, no me hagas reír".

"Tienes razón amigo, esperaba más del viejo enano de nuestro líder, no tardaremos mucho en acabar con él y vender los pergaminos" sonaban confiados al tener superioridad numérica, sin embargo, notaron que su otro compañero, miraba al enemigo como si estuviera viendo un fantasma.

"Oye ¿qué sucede No me digas que estas asustado por un ninja como el ¿O sí?" se burlaba de su compañero, que en teoría ed el más experimentado y quien propuso la idea de robar los pergaminos, y obtener refugio en la hierba.

"No saben...quien...es..." su terror era evidente, este aumento cuando lo vio poner sus manos en la tierra.

"Me llamo Roshi, jinchuriki del cuatro colas, también su mensajero de la muerte, ahora háganle un favor al mundo y muéranse, los traidores no tienen espacio en el mundo ninja".

"Estilo de Lava: Jutsu géiser de lava"

De inmediato, alrededor donde se encontraba los tres ninjas desertores, salió disparada grandes cantidades de lava, como si un volcán acababa de hacer erupción justo debajo de ellos, se podía escuchar los gritos, siendo quemados vivos y con algo tan caliente como la lava. Una vez se disipo la lava, Roshi se acercó para confirmar las muertes, los pergaminos que se robaron eran falso desde un principio, la roca no era tan estúpida para dejar información tan desprotegida, pero la misión consistía en darles caza y pagar por su traición

"Vaya, los ninjas de hoy no son ni siquiera la sombra de los ninjas de mi juventud" susurro Roshi que veía los cuerpos calcinados de sus ex compañeros, con un toque de decepción en su mirada ¿Dónde quedaban los ninjas de la tercera guerra? Personas como el relámpago amarillo de la hoja, o el hijo del tercer Raikage, ambos conocidos por divina velocidad y con la curiosidad de que ambos llegaron al puesto de kage de sus aldeas, ahora todos los nuevos ninjas son muy blandos, débiles, sin motivación, tal vez sea por el prolongado tiempo de paz, eso ya no le importaba más, se había resignado hace mucho tiempo.

"Oye humano, quiero platicar contigo de algo importante" dijo alguien en su mente haciendo que Roshi cerrara los ojos para entrar en ese espacio, viendo ahora un volcán, en el cual se encontraba un gorila rojo con cuatro colas. viéndolo de forma penetrante, era el espacio mental que ambos usaban hablar.

"Pero que sorpresa, es bastante raro que quieras hablar conmigo ¿A qué debo el honor de ser llamado por ti?" esto molesto al demonio que sólo quería ir al grano para terminar.

"Escucha será mejor que empieces a moverte, están tras nosotros" vio la confusión en el rostro de su carcelero, por lo que continuo "existe un grupo criminal llamado Akatsuki, que busca capturarnos, a los nueve jinchurikis, el bastardo artista explosivo, Deidara está con ellos ¿Sabes lo que significa, verdad?"

"Si, lo sé, pero no quiero hablar de ello, escúchame bien, no tengo ganas de esconderme, ese no es mi estilo, además me gustaría pelear para ver su fuerza, si tú te preocupas, deben ser unos monstruos" sintió la ironía hace un minuto decía que no había ninjas como los que conocía, ahora existe un grupo criminal que hace que el mismo demonio tuviera la necesidad de advertirle.