6-.

1K 113 16
                                    

[Narra Leonardo]

Me desperté lentamente quería seguir durmiendo y despertar hasta qué estuviera en mi casa con mis hermanos.

Abrí mis ojos estaban a un cansados tal vez de tanto llorar, observe todo a mi alrededor, no fue un sueño la pelea, mi papá herido, todo fue real.......

Estaba en otra habitación no se parecía en nada a la que estaba la noche anterior, la cama era más grande y tenía más cobertores, una ventana con cortinas blancas se veían un poco sucias y gastadas, el cuarto era mucho más grande que el anterior tenía un particular tono verde obscuro y estaba construida con madera bastante gruesa, contaba con una cajonera y un pequeño sillón.

Me pare lentamente pues me sentía vastante mareado, me acerque a la ventana y la abrí, mis ojos se abrieron como platos, nada de lo que veia podia reconocer y aún que no conocia mucho aquel lugar donde llegue a crecer y esconderme sabía que no era el ya que  había bastantes árboles un pequeño río hasta donde podía observar y una puesta de sol bastante linda, ¿Puesta de sol? ¿Tanto había dormido? Y si era así ¿Porque seguía con sueño? No entendía nada.

Me asome un poco más tratando de ver si podía salir por ahí pero no estaba bastante alto si me arrojará seguro me rompería algo.

Me acerque a la puerta, tenía miedo de ver lo que había detrás de ella de lo que estuviera ocultando, mil cosas pasaron por mi cabeza pero al final me decidí, gire la perilla, me asome le tamente para verificar que no hubiera nadie, solo había un corredor vacío que daba a otras dos habitaciones y a las escaleras.

Baje lentamente no quería hacer ruido y que quien sea que estuviera ahí me encontrase, había un sillón bastante grande con una televisión, una cocina y un comedor algo pequeño como para cuatro personas,  aquel lugar me estaba dejando de dar miedo a darme curiosidad.

— ¿Quien eres?

— hahahaha— grite por el susto — No sabes que no debes aparecer de la nada, asustas a las personas.

— Pero tú no eres una persona o si?—cuestiono la pequeña niña

—No soy una tortuga, pero es lo mismo no debes asustar así a la gente ni a las tortugas —dije para cruzarme de brazos — espera ¿Quien eres?—pregunte confundido

—Yo te pregunté primero, pero me llamo Karai,  yo vivo aquí y nunca antes te había visto

— Karai, que nombre tan raro, yo soy Leonardo, no se que hago aquí yo debería estar con mi papá pero paso algo y termine aquí— decía con una mirada triste.

— Karai ¿Porque tardas tanto?

—Hay no, es mi papá le dije que solo venía a tomar agua me va a regañar

— ¿Que estás haciendo Karai?— grito entrando a la casa — Por fin despiertas  y veo que ya se conocieron, ahora en adelante tortuga...

— Leonardo, así se llama papá—interrumpio inocente la niña

— Te ganarás el derecho a seguir viviendo aquí, al alimento y a que te diga "Leonardo"  solo eres una tortuga un ser inferior si no cumples con lo que te estoy indicando tendre que tomar medidas drásticas, entrenaras junto con Karai por ahora en lo que llega el maestro Hattori Tatsu será mejor que descanses bien una ves que el llegué no tendrás descanso alguno.

[EN LA ALCANTARILLA]

Los tres hermanos se encontraban bastante tristes no encontraban fuerzas ni para jugar, todo se les hacía tedioso sin su hermano mayor, la vida de aquellos tres niños empezaba a tornarse gris.

Mientras que en lo bajo del árbol se encontraba el maestro y padre de los niños cambiando el vendaje de su herida, pensando una y otra ves en el recuerdo de su hijo siendo llevado por aquel hombre que le habia hecho tanto daño en el pasado y ahora en su presente.

— Papá, ¿Cómo puedo arreglar todo esto? ¿Que debo de hacer para que Leonardo regrese? Se fue por mi culpa ¿No es así ?— pregunto el de bandana roja con la cabeza agachada y alguna que otra lágrima.

— No te oí llegar— observaba al pequeño que tenía sus manos escondidas —  No se fue por tu culpa Rafael, no sirve de nada echarle la culpa a alguien, ahora lo importante es esperar alguna señal del paradero de tu hermano y hacer lo que se deba para recuperarlo.

Aunque si hubiera alguien a quien culpar sería yo, le falle como padre y maestro no le enseñe lo suficiente para que pudiera defenderse y no lo cuide lo necesario, si hubiera si do un mejor padre esto no estaría pasando pensaba el maestro.

— Si leo regresará tendría que pelear con esos dos tipos que se lo llevaron sensei?

— Podría ser

—Entonces eso haré, voy a entrenar muy duro para que cuando vuelva a ver a esos tipos pueda vencerlos y me devuelvan a mi hermano, seré el mejor ninja de todos los tiempos y regresaré a leo a la familia— gritaba con entusiasmo —nada me podrá detener — grito saliendo de aquella habitación para ver a sus hermanos.

— Mickey, Donny, ya se cómo recuperar a leo— Decía con felicidad

—¿Como?— gritaron al unisono

— Hay que entrenar hermanos, para que cuando volvamos a ver a los tipos que se llevaron a nuestro hermano lamenten habérselo llevado ¿Me apoya ?

Ambos niños se miraron fijamente intercambiando miradas y pensamientos

—Siiiiiii, hagámoslo por leo.

Criado Por Mi EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora