Capítulo 9

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—Agus... ¿qué estamos haciendo? —la chica preguntó respirando agitadamente.

—No tengo idea. —contestó Agustin en tono más sensual de lo normal.

Esta vez, Carolina dejándose llevar por el momento, fue ella quien decidió tomar la iniciativa y besarlo. Agustín siguió inmediatamente, volviendo a sujetarla, esta vez más fuerte.

Cuando las cosas parecían haber subido de tono, Agustín volvió a hablar.

—Hay una habitación libre arriba. —mencionó en susurro.

Carolina volvió a su lucidez en ese momento, realmente quería estar con el chico, pero no en ese contexto y de esa forma. Tampoco era como si no lo hubiera hecho antes, pero quería que las cosas se dieran de otra forma.

—¿Te parece si vamos afuera? —preguntó Carolina, en un tono distinto del que venían utilizando.

Agustín aceptó sin preguntar nada. Ella estuvo feliz de que no se enojara al negarse, eso demostraba mucho para ella y sabía que no la iba a forzar ni presionar a nada.

Al salir, se dirigieron hacia unos columpios que se encontraban en un rincón del jardín de aquella casa enorme. Por suerte, y para gusto de Carolina, no se tornó un ambiente incómodo, simplemente estaban ahí, como dos jóvenes que se entendían muy bien pero debían hablar.

—¿Por qué no me dijiste nada sobre la fiesta cuando nos vimos? —finalmente Carolina habló balbuseando.

—No sé, estabas mal por lo de tu hermana y no te quise preocupar. —Agustín la miró.

—Recién estabas con una chica, ¿qué pasó? —preguntó lo más sutil que pudo.

—Nada importante. —contestó él sin pensarlo.

Ella estaba confundida, no entendía qué es lo que pretendía Agustín que tuvieran, no podía culparlo por estar con otras personas, pero no sabía qué tipo de relación quería con ella y no era un buen momento para ilusionarse por alguien que realmente no se interesa en ella de esa forma.

Carolina, todavía bajo los efectos del alcohol, intentó levantarse con rapidez de aquél columpio, pero al instante sintió un fuerte mareo y tambaleó, por lo que Agustín se levantó rápidamente y la sostuvo.

—Te voy a llevar a casa, tomaste mucho. —dijo él mientras la dirigía en camino a su auto.

—Pero es temprano. —Carolina intentó poner su cara tierna, pero comenzó a reírse.

—Vamos Caro, no la hagas difícil.

Ella siguió riéndose hasta llegar al auto, donde casi al instante que se sentó, quedó profundamente dormida. En el viaje, cada tanto, Agustín la miraba, para asegurar que estuviera bien.

Al llegar, Agustín tocó suavemente su hombro, mientras la llamaba, para despertarla. A duras penas, Carolina pudo levantarse y caminar hasta su casa, y cuando estaban llegando a su habitación, comenzó a hablar mientras se dirigía a su cama.

—¿Sabés? Yo entiendo si no querés estar conmigo, todo el mundo dice lo que quiere sobre mí, y tenés a montones de chicas atrás tuyo. Yo no entiendo.

—Caro, no sabés de lo que estas hablando. —Agustín comenzó a acariciar suavemente su cabello.

—No me digas eso, al principio creíste todo, siempre desconfias de mi, no sé por qué seguís soportandome, seguro te avergüenzo, soy un fracaso para todos. —Carolina comenzó a sollozar, era la primera vez que confesaba lo que pensaba sobre sí a alguien más.

Bad Reputation (Aguslina)Where stories live. Discover now