Capítulo 2: Hola Larry

26 2 1
                                    

Llegamos a San Francisco. No me impresionó a primera vista, solo veía una ciudad más. Cuando bajamos del avión, obtuvimos nuestras cosas y nos dirigimos a la salida luego de hacer todo lo que mis padres debían hacer. Al salir nos detuvimos en la vereda.

-¿Qué estamos esperando papi?- dije dulcemente.

-Estamos esperando a una persona que el trabajo de papi mandó a buscarnos.

-Disculpen, ¿ustedes son los Olsen?- preguntó una voz masculina detrás de nosotros.

Nos dimos la vuelta los tres al mismo tiempo y vimos a un hombre una cabeza o dos más alto que mi padre. Era de piel morena, corpulento, con una cara un tanto gorda y un uniforme como de chofer. A primera vista me cayó bien.

-Sí, somos nosotros.-dijo mi papá. Y no, no somos parientes de las gemelas Olsen.

-Su auto los está esperando.-el que al parecer era el chofer miró hacia abajo y se encontró conmigo. Sus ojos marrón oscuro se centraron en mis ojos azul verdosos (o verde azulados, como quieran decirle).-Oh, miren lo que tenemos aquí.-dijo con una gran sonrisa mientras se agachaba para estar a mi altura-¿Cómo te llamas pequeña?

-Zoe-dije tratando de esconderme detrás de mi mamá. Si, primero me cayó bien y ahora le tenía miedo.

-Tranquila Zoe, no voy a hacerte daño. Me llamo Larry –dijo mostrando un placa que tenía en su uniforme con su nombre. Salí de atrás de mamá para demostrarle que ya no le temía- y seré tu chofer hoy. ¿Alguna vez has tenido un chofer?

Yo ladeé con la cabeza, en forma de respuesta negativa.

-Bueno, pues hoy es tu día de suerte. Los llevaré a ti y a tus padres a su nueva casa. Y, no quiero asustarte, pero acostúmbrate a mí. Supongo que me verás todos los días a partir de hoy.-me guiñó el ojo junto con una pequeña sonrisita, se levantó, dio media vuelta y dijo que lo siguiéramos.

Caminamos hasta llegar a un auto. No era el mejor, pero aún así era suficiente para mí.

-¿Quieres sentarte adelante, preciosa?- me preguntó Larry.

-Me encantaría, pero no sé si mis padres quieran- le respondí.

-Bueno, si nunca preguntas, nunca sabrás la respuesta. -grandes palabras de Larry.

Fui con mis papás que estaban hablando del trabajo, como de costumbre y les pregunté

-Mami, papi, Larry me dejó sentarme adelante, ¿puedo? Por favooor-les rogué con las manos en forma de suplica.

Ellos se dieron vuelta para "consultarlo en privado".  Lo digo entre comillas ya que su "privado", "disimulado" o como quieran llamarle era bastante obvio. Es decir, ellos no querían que yo escuchara por alguna razón, sin embargo, lo que decían se escuchaba hasta el país más lejano básicamente.

-¿Podemos dejarla?- preguntó mi mamá

-Es pequeña, pero dejémosla. Solo por hoy, para que disfrute un poco más. Este ha sido un muy mal día para ella.- wow. Mi padre se dio cuenta de mi estado de ánimo. Eso es un avance.

-Está bien, pero solo por hoy-"susurró" mi mamá.

Se dieron la vuelta y me miraron.

-Está bien hija, podrás ir adelante. Pero solo esta vez.

De la nada me puse super, muy, demasiado feliz por alguna extraña razón. Fui corriendo al auto, más específicamente hacia el asiento del copiloto. Abrí la puerta y me senté.

-Veo que te dejaron.- dijo Larry con un toque de sorpresa.

-¡Sí! ¡Y estoy muy emocionada! Es mi primera vez sentada adelante, ¿sabes?

-¿No me digas? Por eso debes estar tan emocionada.

Otra vez, el chof... Larry, empezó a caerme bien. Por si te lo estás preguntando, no, mis relaciones no empiezan teniéndole miedo a alguien y después que me caiga bien. No siempre. Convengamos que Larry medía alrededor de dos metros y yo con suerte llegaba al metro.

Mi padre se acercó, cerró la puerta que dejé abierta y por la ventanilla me dijo

-Recuerda ponerte el cinturón, cariño.- WOW. Mi padre se preocupó por mí. Un segundo avance. Estamos progresando muy bien el día de hoy.

Mis padres se sentaron atrás y le dieron al chofer la dirección de la casa. Al parecer, la empresa de mi padre se ocupaba de todo, de conseguir el chofer, la nueva casa, etc. Por supuesto que entre mi padre y mi madre (trabajaban juntos) les descontaban el salario de Larry, las cuotas de la casa, etc. Mis papás debían de tener mucho dinero y yo nunca me había enterado.

La casa quedaba un poco a las afueras de la ciudad, ya que por el centro casi todo era edificio. Mientras conducía, Larry me enseñaba distintos lugares importantes de San Francisco, hablábamos, nos reíamos... 

San Francisco me gustaba cada vez más. Cada cosa que Larry me mostraba, era una razón más para amar el lugar. Y además de que el lugar me gustaba más, Larry me caía cada vez mejor. Creo que esto era el principio de una buena y muy larga amistad.

-------------------------------------------------------------------------------------

Holaa!! Aquí les traigo el segundo capítulo. Quiero avisar, por las dudas, que no subo capítulos ciertos días, subo cuando tengo tiempo e imaginación. Espero les haya gustado el cap!! Gracias por leer :)

-Joy

Troublemakers [Pausada]Onde histórias criam vida. Descubra agora