Capítulo 1: Adiós New York

58 2 4
                                    

Me desperté a las 6:30 am como todos los días. Lunes. Odio los lunes. Supongo que casi todos lo hacen, ¿no? Pero no siempre eran del todo malos, después de todo iba a ver a mi mejor amiga, Laura. Éramos amigas desde que tengo memoria, como a los 3 o 4 años, cuando me mudé a San Francisco, California. Ella fue la primera amiga que me hice, ¿saben? Lo recuerdo como si hubiera sido ayer (que frase tan gastada)... Mi papá, mamá y yo vivíamos en New York. Un día yo estaba jugando en la sala con mis padres cuando de repente mi papá recibió un llamado importante del trabajo.

-Hola. Si. ¿Cuándo? Está bien. Adiós.

Eso es todo lo que le escuché decir.

-¿Quién era papi?- le pregunté

-Eran del trabajo. Papá fue transferido a San Francisco.

-¿Qué significa tranfequido?

El se río de mi pregunta

-Se dice transferido hija, y significa que papá va a trabajar en otro lugar y nos vamos a tener que mudar. – dijo entrometiéndose mi mamá.

Me quedé perpleja sin saber qué decir. Montones de preguntas se me vinieron a la cabeza en ese momento pero solo pude decir una:

-¿Qué va a pasar con mis amigos?

-Verás, cariño,-dijo mi madre-el lugar a donde vamos es muy lejos para que vayan a visitarnos o tú vuelvas a visitarlos a ellos.

-¿Eso significa que nunca más volveré a ver a Emma? ¿Ni a Sarah?- Emma y Sarah eran mis mejores amigas del kínder. No había un solo día en el que no nos viéramos para jugar o algo. Las tres éramos como las superpoderosas, solo que sin los poderes, claro.

-No Zoe, lo siento mucho.-empezó mi papá-Esta es una oportunidad muy grande para nosotros, podremos tener nuestra propia casa (porque en ese momento vivíamos en un departamento que era alquilado), ir de vacaciones a la playa, y muchas otras cosas divertidas. Tranquila, podrás llamar a tus amigas Emily y Samantha por teléfono cuando tú quieras.

-Cariño, se llaman Emma y Sarah.-le susurró mi mamá.

La verdad es que yo amaba mucho a mis padres, y ellos a mí también, pero cuando se trataba de trabajo yo dejaba de importarles. En realidad, desde pequeña sospechaba que mi padre no sabía nada sobre mi vida personal y lo confirmé en cuanto dijo mal los nombres de las dos niñas con las que me veía todos los días casi siempre en mi casa (en realidad era un departamento como dije antes, pero no importa, saben a lo que me refiero). Tal vez esto sea una de las causas sobre mi comportamiento, del que se enterarán más adelante.

-Zoecita,-le dije miles de veces a mi madre que no me llame así, pero como ella amaba ese apodo no dejó de decirme así-allá podrás hacer nuevos amigos.

-¡Pero yo no quiero nuevos amigos! ¡Quiero a mis amigos de ahora!

Lo cierto es que no quería hacer nuevos amigos ya que yo era, por así decirlo, rara. Me costaba muchísimo relacionarme con la gente. Así es como conocí a Emma y Sarah, ellas eran como las forever alone a las que les hacían bullying (okey, no les hacían bullying pero los demás compañeros las ignoraban). Todos hacían amigos menos yo, ellas ya se conocían porque sus madres eran amigas o algo así. Yo estaba sola en el patio llorando porque estaba sola y ellas llegaron, me ayudaron, se miraron una a la otra como si pudieran hablar telepáticamente y como todo niño pequeño me preguntaron "¿Quieres ser nuestra amiga?". Típica pregunta del kínder, a lo que yo inmediatamente respondí que sí y nos hicimos mejores amigas. Fin. Como sea, volviendo a la historia.

Luego de estar como una hora discutiendo con mis padres por la mudanza, me enojé demasiado y fui a mi cuarto y cerré la puerta. Obviamente el portazo no podía faltar, como toda niña enfadada.

Después de dos semanas de sufrimiento llegó la peor parte: la despedida. Emma y Sarah estaban con sus madres en la vereda del edificio donde yo vivía. Mi papá estaba cargando las cosas en el auto mientras yo me abrazaba con mis amigas. No las quería soltar. No quería irme. No quería dejar New York. No porque fuera el mejor lugar para vivir, sino porque al abandonarlo estaría abandonando toda mi corta vida.

Di el último adiós a mis amigas y subí al auto. Mi papá arrancó. Yo miraba hacia atrás y sacudía mi mano en forma de saludo. Ellas hacían lo mismo. Casi me largo a llorar. Casi.

Llegamos al aeropuerto, hicimos todo lo que teníamos que hacer y subimos al avión.

-Adiós.-dije mirando por la ventanilla.

---------------------------------------------

Holaa!! Bueno, este es el primer capítulo de "Troublemakers". Tranquilos, aún no pasa lo interesante.  Esta es mi primera novela, así que espero que les haya gustado!! Dejen comentarios sobre lo que les gustó, lo que no les gustó, etc. Dentro de poco subiré el segundo capítulo :)

-Joy

Troublemakers [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora