Capitulo 1: Benja.

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Entonces, -¿es cierto que Benja realmente quiere ser tratado como un bebé?-.

-Así es-, respondió mientras cebaba un mate.

En los últimos días que mi vecinito Benjamín, Benja para los amigos, venía a merendar a mi casa siempre decía, aunque no directamente que queria que lo trataran como un bebé. Ante cada regaño -yo soy un bebé que busca ser cuidado- respondía y quedaba en silencio como esperando una respuesta afirmativa.

Clara, mi vecina y madre de Benja, me había comentado que aveces hacía estas cosas en casa. Desde hace un año apróximadamente que nació su hermanito, Joaquín, el niño comenzó a comportarse extraño y refería querer ser tratado como un bebé, aveces de manera directa, aveces con sutileza.

Pensé que eso se debería a la muerte de su padre, cuando su madre apenas quedó embarazada de Joaquín, además del desastrozo ambiente familiar de Benja. Todo era muy raro, un niño de nueve años que cuando volvía de jugar con su amiguito de enfrente, o volvía de jugar a la pelota en la vereda, quiera que su madre lo bañe como hacía con su hermanito bebé; o aveces cuando tenía ganas de ir al baño te lo avisaba -"quiero hacer pis"- decía. No se, era para que lo hablara con un profesional, le dije a su madre cuando me lo contó por primera vez.

-¿y que te dijo la psicóloga- Pregunté mientras llevaba la bombilla a la boca.

-Mirá Seba, la psicóloga dice que es como un juego para él. Que no estaría del todo mal seguirle dicho juego. Y con lo que me cobró de dinero esa mujer por cada una de las tres consultas que Benja fué, creo que le voy a hacer caso- Me comentó Clara con cierta ironía. Porque claro, era una situación bastante tensa en parte. Ella estaba aceptando tratar como bebé a su hijito mayor, a pesar de sus treintaicinco años y su dedicación incondicional a sus dos hijos, ya tenía un bebé de verdad del cual ocuparse, y que por si fuera poco le demandaba bastante tiempo, energía, y paciencia.

En ese momento no se si por el altruismo de ayudar, o porque yo quería a Clara, pues éramos vecinos hace diez años y tomabamos mates en la vereda mínimo tres veces por semana, además vi nacer a Benja y a Joaquín y les tomé cariño, he sido amigo de su difunto esposo, y la he ayudado con tareas domésticas un tanto complicadas; que dudando un poco pero al mismo tiempo casi de manera automática y segura de mi boca salió claramente: "Yo podría ayudarte en eso".

-¿De verdad? vos no tenés hijos y no sos muy apegado a los niños- Preguntó con cierta incredulidad.

-Si, bueno, sería paso a paso. No creo ponerlo en pañales el primer día, con Benja si tengo buen trato.

-No, claro-. Afirmó ella. 

-Yo tengo pensado ceder de a poco en lo que Benja me pida cuando viene a casa apor la tarde Clara, no se hasta dónde se pueda llegar pero si vos me lo permitís yo le sigo el juego hasta donde él quiera. Además pensá que Benja es un chico común al fin y al cabo, que tiene cierta ¿curiosidad? por ser tratado como un bebé, seguramente en una semana se le vá.

-Si Seba, desde yá que te lo agradezco. Benja te quiere y a mi me sería de gran ayuda. Sabés que prácticamente no tenemos familia y que vos lo cuides a mi me deja traquila-.

-Bueno, de todos modos yo te voy a ir contando todo lo que pase-, le respondí -Eso si, no le digamos nada a él de lo que va a pasar, simplemente dejemos que suceda. Además quiero ver si puedo confiar en él, no vaya a ser que ande contando por ahí que yo lo llevo al baño y esas cosas-.

-No, quedate tranquilo, yo creo que no va a decir nada y si dice algo yo explico todo-. Cuando dijo eso último me sentí mas seguro.

Ella confiaba en mi. Con la familia disfuncional que tenían yo era mas cercano a sus hijos que sus propios tíos. También Clara sabe que aunque no sea muy fan de los niños, con Benja tenía un trato distinto; aunque nunca lo bañé ni le cambié los pañales si que he estado ahí cuando ella o su marido lo hacían. Vi a ese niño mas veces que su propia abuela ¿como no hacer de niñero cuando ella me necesitaba porque estaba atareada y ocupada con un bebé?. -Hice bien en ofrecerle mi ayuda- me decia a mi mismo mentalmente.

Hablamos algunas cosas mas y luego yo me fuí a mi casa a terminar unos archivos del trabajo. Cuando terminé me puse a pensar en como encarar el tema de Benja. Busqué información sobre bebés y sus cuidados; algo sabía yo de ese asunto, pero muy poco de todos modos. Lo bueno es que aclaré que íbamos a ir despacio y conforme Benja quiera ir avanzando, así que no hizo falta salir a comprar pañales, ni aprender a ponerlos, ni comprar biberones, ni nada de eso.

Calculé que Benja vendría mañana a eso de las 15:00 (como todos los días), cuando se aburría en su casa y antes de salir a buscar a los amiguitos del vecindario, para ese momento yo ya habré vuelto del trabajo y habré almorzado algo. ¿Quien sabe? quizá esta vez se quede mas tiempo del debido en casa; pues los bebés no pueden andar haciendo lo que quieren me dije a mi mismo mientras me reía sólo... Vaya a saber que sucede. 

Me entretuve tánto leyendo sobre el cuidado de bebés que se me hizo tarde para cenar, por lo que decidí irme a dormir sin mas; pues podía soportar una jornada laboral con hambre, pero con sueño jamás!.




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