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Un mes más tarde la República interceptó una transmisión Separatista en la que el almirante Trench y el conde Dooku estaban planeando un ataque a los astilleros de la República en Anaxes, así que la 501 iba hacia allí.

Las batallas acababan en derrota para la República, era como si el enemigo supiera perfectamente lo que las tropas clon iban a hacer antes de hacerlo, algunos habían perdido la esperanza, incluso Rex estaba preocupado.

- El capitán tiene mala cara últimamente, nuestras derrotas están afectándole mucho... - comentó Vaughn.

- ¿Y a quien no? - replicó Jesse. - No estamos acostumbrados a que nos machaquen así. - golpeó la mesa con su puño.

- No son nuestras derrotas lo que le preocupan... - Murmuró Kix. Jesse y Vaughn intercambiaron una mirada. - Al menos no lo único.

- ¿Que quieres decir? - Preguntó Jesse, mirándolo fijamente.

- No estoy seguro... - Jesse volvió a mirar a Vaughn, y él simplemente encogió los hombros. Su comunicador pitó.

- Bueno chicos, ha sido un placer compartir esta comida con vosotros, pero debo irme. El deber me llama. - Vaughn se levantó y, tras darle una palmada en la espalda a Kix, salió del comedor.

- ¿Estás bien? - Pregunto Jesse en cuanto perdió de vista a Vaughn. Kix levantó la mirada, sorprendido por la pregunta.

"No, no estoy bien" eso es lo que le hubiera gustado decir, pero no quería preocupar a Jesse.

- Si... más o menos. - Jesse puso su mano en el hombro de Kix.

- No puedes salvarlos a todos. Has hecho todo lo que has podido. - Jesse hablaba del ultimo combate. Habían perdido a casi la mitad del grupo. Kix se sentía culpable por ello, como siempre. Arrastraba en su conciencia a demasiados hermanos a los que – él creía- que podría haber salvado. Pero eso no era lo único que le preocupaba.

- Lo se. - Kix lo miró a los ojos, quería contarle lo que había averiguado de los chips, pero no era ni el momento ni el lugar. Jesse lo miraba fijamente, con el ceño levemente fruncido. Se conocían de toda la vida y para Jesse era evidente que algo no iba bien.

- Cuéntamelo. - Dijo Jesse casi en un susurro. - Sea lo que sea, puedes confiar en mi.

Kix estuvo a punto de decir algo, pero un sonido en su comunicador lo evitó. El comandante Cody los había convocado. Kix salió del comedor junto a Jesse y se reunieron con Cody en las pistas de aterrizaje.

- ¿Que tiene para nosotros comandante? - Preguntó Jesse, con cierto entusiasmo en la voz. Cody le sonrió.

- Tenemos que ir al Cibercentro separatista dentro de sus filas para averiguar como nos están contrarrestando con tanto éxito.

- ¿Usted, el capitán y nosotros dos?- preguntó Jesse, Cody ladeó la cabeza.

- Y la fuerza Clon 99. - Jesse y Kix intercambiaron una mirada que Cody no supo como interpretar.

- Oh, eso sera interesante. - dijo Kix. Jesse seguía mirando a Kix. Cody sonrió.

- No te preocupes, Jesse. Venga, vamos a por Rex.

Caminaron hasta las barracas y Cody entró a por Rex. Jesse y Kix esperaron a fuera.

- He escuchado algunas cosas de esos tipos. - murmuró Jesse con el ceño fruncido.

- Dicen que tienen una tasa de éxito del cien por cien, siempre ganan.

- No es que ganen lo que me preocupa, es como ganan.

El comandante y el capitán salieron de las barracas y Kix y Jesse los siguieron por la plataforma de aterrizaje. Una nave aterrizó de manera temeraria en la pista. Kix y Jesse intercambiaron una mirada.

- No he oído hablar de este escuadrón. - Dijo de pronto el capitán Rex.

- Son una unidad experimental, la Fuerza Clon 99. Son clones defectuosos con mutaciones... "deseables". - explicó Cody.

- Noventa y nueve? Buen detalle.

- Se hacen llamar el "Bad Batch".

Las miradas de los cuatro estaban puestas en la puerta de desembarque de la lanzadera que acababa de aterrizar. Kix no pudo evitar notar la pintura de la senadora Amidala en el morro de la nave. "A estos tipos les gusta el riesgo" pensó.

De la nave salieron cuatro tipos con armaduras negras con detalles en rojo. Kix se sorprendió al verles los rostros. "No parecen clones en absoluto" pensó y miró a Jesse, que estaba tan sorprendido como él.

- ¿De verdad son clones? - le preguntó Kix. Jesse encogió los hombros. El escuadrón se les acercó y uno de ellos y Cody se dieron la mano.

- Es un placer volver a verlo, sargento. - saludó Cody.

- Igualmente, señor.

- Él es Hunter. - El sargento asintió con la cabeza a modo de saludo. Rex, Jesse y Kix le devolvieron el gesto.

- Sentimos llegar tarde. Estábamos ocupados en Yalbec Prime cuando nos contactó, tuvimos unas complicaciones....imprevistas. - El tipo alto que estaba detrás suyo rió.

- Si. - señaló a Jesse. - ¿Alguna vez te has enfrentado a un yalbec macho?

- Em... no. Nunca. - contestó Jesse, observando al hombre con atención.

- Pues tienes suerte. La unica forma de matarlos, es con uno de estos. - Agarró el vibrocuchillo que llevaba en la pierna y se lo mostró a Jesse.

- Si, Wrecker le cortó el aguijón a la reina cuando aun estaba viva. - Explicó Hunter. Su tono de voz le erizó la piel a kix. - Por eso los yalbec machos nos atacaron. - Añadió con el ceño fruncido. A Kix le pareció que estaba enfadado con Wrecker.

- En realidad, - el tipo de las gafas se abrió paso entre Hunter y Wrecker. - intentaban aparearse con nosotros, no matarnos. - Rex le dirigió una mirada a Cody, el comandante simplemente sonreía. Parecía estar pasando un buen rato. - Y como dato curioso, el aguijón de una reina Yalbec es un manjar en algunos sitemas.

- A él lo llaman Tech. - Dijo el comandante señalandolo. Hunter le dió un golpe a Tech.

- Si, puede estar dando información inútil durante horas. - Señaló al tipo callado que estaba detrás suyo. - Crosshair en cambio, es un hombre de pocas palabras. Pero si necesitas darle a algo que esta a 10 klicks de distancia, Crosshair es tu hombre. - Rex intercambió una mirada rápida con Kix y con Jesse. - Entonces, comandante. ¿Que tipo de misión suicida tiene para nosotros esta vez? - Cody sonrió.

- Id subiendo. - Señaló la cañonera que acababa de llegar. - Os informo por el camino.

Los ocho clones se subieron a la cañonera. Kix no podía dejar de pensar en lo extraño que era ese escuadrón. Nunca había conocido a unos comandos y aun menos a unos "defectuosos". Le sorprendieron más de lo que jamás hubiera imaginado. 

Kix - Una historia de Star WarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora