Capítulo 24

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   —Aquí está la lista de lo que me pediste que sacara del área de armamentos —Le entregó la notificación que había hecho la semana pasada para que Roy la viera—. Fíjate si todo está en orden.

     El ojinegro tomó el papel y comenzó a leerlo.

   —Si, todo está en orden —Le devolvió la hoja y Rose la guardó en el bolsillo de su pantalón sin despegar la vista del camino—. No sabía que tuvieras acceso a la firma del Führer.

   —Bradley se cansaba de tener que andar firmando cada notificación que quería enviar, así que decidió darme un par de hojas ya firmadas y que yo las usara como quisiera —Le explicó con simpleza—. Generalmente no la uso para nada “ilegal".

   — ¿Pero estás segura de no levantarás sospechas? Lo menos que quiero es que te suceda algo —Le dijo el pelinegro algo preocupado.

   —No te preocupes, utilicé como coartada de que el colegio militar necesitan nuevos armamentos para los entrenamientos. Un par de armas de más y un comunicador no levantarán sospechas —Le dijo la joven con seguridad. Roy sólo  frunció los labios—. Roy, enserio, voy a estar bien. Te aseguro que nada malo va a pasarme.

   —Está bien, confío en ti —Le tomó la mano y la apretó con delicadeza.

     La rubia le sonrió y detuvo el auto frente a la entrada del edificio donde trabajaba el pelinegro, girando el rostro para mirarlo.

   —Bueno casanova, aquí bajas —Comentó la ojiceleste con diversión.
   —Nos vemos luego.

     Miró hacia todas partes, cerciorándose de que nadie estuviera por aquel lugar, para luego darle un fugaz beso en los labios. Rose solo negó entre risas, ligeramente nerviosa por el gesto, y lo empujó suavemente para que saliera del auto. Roy solo se echó a reír para luego cerrar la puerta y alzar la mano para despedirse, comenzando a caminar hacia el edificio donde trabajaba.

     La rubia solo negó varias veces para luego morderse el labio inferior, aún incrédula de saber lo que ese hombre podía lograr en ella.

     Sacó esos pensamientos y arranco de nuevo, conduciendo hacia el almacén de armamentos que se encontraba cerca del cuartel central; llegó a los pocos minutos y aparcó el auto en la entrada, bajándose del mismo para luego saludar a los dos soldados que vigilaban la puerta. Los hombres le regresaron el saludo de manera educada y le permitieron pasar sin problema alguno. Entró al almacén y se acercó rápidamente al joven soldado que se encontraba contando el armamento.

   —Buenos días soldado, necesito hacer el retiro de estos armamentos que serán destinados a la base de entrenamiento de Central —Le entregó la notificación al soldado, quien empezó a leerla en silencio—. Espero que todo se encuentre en orden.

   —Si señora, ahora mismo le traigo lo que me acaba de solicitar —El hombre se retiró rápidamente, dejándola sola.

      Rose aprovechó si momentánea soledad para acercarse de manera sigilosa hacia la mesa de entrada y comenzó a revisar el historial de envíos de armamentos hacia todo el país.

   —Están enviando demasiados cargamentos al sur —Frunció los labios con algo de preocupación—. Tendré que comunicarme con la base para saber que sucede.

      Justo en ese momento, el soldado regresó acompañado por cuatro hombres más, quienes traían las cajas con los armamentos que había solicitado. Rose de apresuró en alejarse de la mesa y le indicó que llevaran las cajas al auto que se encontraba aparcado en la entrada. Él vigilante la hizo firmar en un cuaderno, indicando que había retirado armas y municiones para entrenamiento, y le permitieron retirarse sin más problemas.

Play With Fire //Roy Mustang//FMAB//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora