-𝙴𝚙𝚒𝚕𝚘𝚐𝚘-

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Alec

Dos semanas han pasado desde que me fuí de la casa, realmente necesitaba estar solo, he estado yendo a la casa a veces.

—Vaya, no podía creer que tu tía no dijo nada malo sobre nosotros. —dijo Érica.

Ahora era de noche y yo estaba junto con mi niña, encima del techo de su casa, la sostuve y le dije que no viera para abajo que solo me viera a mí.

—¿Cuando la vas a perdonar?

—¿Como lo sabes? —pregunté.

—Izzy me contó.

—Le dije que necesitaba tiempo. —expliqué.

Nos quedamos callados por un momento viendo la luna llena.

—Alec. —me llamó.

—Dime.

—¿Te he dicho que tus ojos rojos de Alfa son hermosos? —me dice con una sonrisa.

—Si, dos veces con esta. —le dije antes de besar su frente.

—Tambien.... quiero pedirte algo.

—¿Que?

—Dicen que los Alfas son solo los que pueden convertir a otros en lobos ¿Cierto? —supuso.

—Si ¿porqué? ¿a que quieres llegar? —le pregunto.

—Q... quiero que me conviertas.... Quiero que me muerdas... —pidió, cosa que me tomó por sorpresa.

[...]

Días despues... estoy caminando por la noche en el vencidario, escuché gritos. Corrí hacía dónde venía dichos gritos, vienen de aquella casa, maldición está cerrada la puerta principal decidí entrar por otra puerta la cual me llevaba hacia el sótano.

Seguí los gritos hasta que me llevó hacia un refrigerador, de ahí vienen los ruidos, al parecer hay alguien ahí, rompo el candado del refrigerador y lo abro dejando ver a un chico de cabello rubio y rizado, ojos claros, la cara del chico era de terror y no lo culpo, puedo oler su miedo. Tambien algunos moretones.

—Tranquilo chico, no te haré daño. —le dije retrocediendo. —¿Que hacías ahí? —le pregunté apuntando el refrigerador.

—E... E... Estaba c... c... castigado. —dijo el chico tembloroso.

¡¡¿Que clase de castigo es ese?!!

—¿Como que castigado? —le pregunto con sorpresa.

—P... porfavor... v... vayase antes de que llegue. —me pidió asustado.

—Antes de que llegue ¿Quien? —pregunté.

—S... solo v... vayase, lo llevo a la puerta.

El chico me llevó hacia la puerta para que saliera de allí. Me pareció una reacción extraña ¿Será a sus padres?

—Veo que salió de la casa de los Lahey, joven. —me dijo la voz de una mujer. —Pobre chico.

Me volteé y era una mujer de mediana edad quien veía la casa.

—¿Lahey? —pregunté.

—Si es la casa de los Lahey, el chico que te llevó a la puerta es Issac, pobre chico. —dijo la mujer triste.

—¿Porqué los moretones?

—Es muy obvio que los golpes son provocados por su papá, él le pega, lo peor aún, el pobre chico como castigo sólo por sus calificaciones según lo que escuché lo encerraba en un refrigerador en el sótano incluso estuve llorando con sólo escuchar los gritos pidiendo que lo sacaran de ahí, ese hombre, su padre, es un maldito monstruo lo golpea hasta enviarlo al hospital. —dijo la mujer.

—Pobre chico. —le dije. —Me gustaría saber la razón por la que lo hizo.

—¿Estás seguro de que quiere escuchar la historia? —me preguntó a lo que yo asentí. —Si le voy a decir, los golpes y maltratos comenzaron desde que la señora Lahey murió su hermano mayor, Camden antes de irse al ejército lo sabía, sabía que maltrataba al chico y no hizo nada, lamentablemente murió en guerra y sólo quedaron el señor Lahey e Issac quien ahora trabaja junto con él en el cementerio. —concluyó. —¿Ve la casa que está al frente?

—Si. —afirmé viendo una casa blanca.

—Ahí viven los Whittemore, como viven al frente de la casa son los testigos principales de los maltratos constantes de ese monstruo. —me explicó.

De repente sonó mi celular, ví el contacto, era Izzy.

—¿Bueno? —contesté.

Alec ¿Como estás?

Estoy bien, Isabelle.

—¿Estás en la casa?

—No, estuve caminando por un vecindario, de repente escuché unos gritos en los cuales pedía ayuda pero vinieron de una casa los gritos estaban en el sótano de dicha casa hasta llegar a un refrigerador y cuando rompí el candado había un chico ahí adentro. —le expliqué. —¿De casualidad te suena el nombre a Isaac Lahey?

¿Isaac Lahey? Si, si él está conmigo en la clase de inglés también en otras clases como matemáticas literatura me ha tocado ser pareja de él en dicha clase él me proponía que hiciera trabajos en su casa fueron como 5 veces y tres de ellas lo encontré en el suelo con moretones casi muerto, pobre chico, según los vecinos me dijeron que eran esos golpes fueron de parte de su padre.

—Diós, que horror. —dije mientras veía la casa de Issac. —Lo dejaba hasta casi muerto, no lo merece, no merece que le hagan eso.

Yo le había dicho a Issac que lo denunciara pero me dijo que no, porque si lo hacía tarde temprano iban a dejar a ese hombre libre y la situación se puede poner peor.

—Bueno, en este caso... me iré de allí para no meterme en líos.

¿Cuando vienes a la casa? —me preguntó. —Digo... sé que estás molesto con mamá por haberte ocultado la verdad pero la tía Talia, tu madre, te entregó a ella para protegerte.

Solo me limité a suspirar.

—Un día de estos.  —le dije.

[...]

Caminaba hacia la casa de Derek, supe que mordió a Jackson, que estaba en la casa después de lo de Peter.

—Que bueno verte hermanito. —dijo una voz de forma cínica.

Me volteé y era Derek.

—Tambien me dá gusto hermanito. —le dije sarcástico.

—Vamos... podemos llevarnos como buenos hermanos. —comenzó Derek. —Ahora que soy un Alfa podemos juntos los dos crear una nueva manada. —dijo mirandome con sus ojos rojos.

Pero que dem... el égo se le está subiendo por los aires, me recordó a Jackson.

—No. —negué.

—¿Porqué no? —preguntó.

—Puedo notar tu comportamiento tu égo está yendo por los aires, sólo quieres poder, llevas siendo un Alfa apenas dos semanas Derek. —comenzé. —En cambio yo llevo más años que tú siendo un Alfa llevo 4 años, no voy a estar como tú mordiendo a cualquiera.

—Bueno... —estaba dándome la espalda. —Tendré que forzarte a hacerlo.

—Eso no vá a pasar. —le negué.

—No estés tan seguro, Alexander Gideon Hale. —dijo para luego irse por las escaleras.

¹|𝐒𝐈𝐁𝐋𝐈𝐍𝐆𝐒?Where stories live. Discover now