2. Un cumpleaños diferente

3.2K 286 176
                                    

Habían pasado cuarenta minutos desde que mi clase del jueves había terminado, y gracias al inevitable correr del tiempo y a mi poca paciencia, me dediqué a comerme las uñas una a una

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

Habían pasado cuarenta minutos desde que mi clase del jueves había terminado, y gracias al inevitable correr del tiempo y a mi poca paciencia, me dediqué a comerme las uñas una a una.

Agatha se encontraba enferma desde ayer, por lo que se había cancelado la práctica de aquella tarde, así que no tuve que pasar todo mi día en aquel lugar como solía hacer. A decir verdad, extrañaba tener un tiempo para mí misma, donde como era de esperarse, no hacía absolutamente nada más que alternar la vista entre el teléfono y el techo. Conocía a la perfección cada una de las grietas que se extendían por las paredes de mi cuarto.

A mi lado estaba Kasey, deshaciéndose las trenzas con dificultad mientras tarareaba alguna melodía que se me hacía familiar de la clase.

— ¿Hoy viene a buscarte tu tío? —pregunté, inclinándome a ayudarla.

Asintió dos veces, haciendo tintinear sus zapatillas de ballet blancas. En parte me recordaba a una vieja muñeca de trapo, con las pecas trazándose por todo su níveo rostro y sus largas trenzas rojizas.

—Mi bisabuela está enferma y mi tío la ayuda con la casa mientras mamá no está, por eso se tarda —me informó. La imagen de Jonah siendo el hombre de la casa me relajó un poco la expresión tan seria que traía. Sin conocer nada de su vida, pude imaginar la gran responsabilidad que llevaba sobre los hombros—. ¿Conoce usted a mi tío?

—Sí, vamos al mismo instituto, o eso cr...

El pitido del timbre me interrumpió a media frase. Irene había ido al baño hace varios minutos, así que alargué la mano hasta su escritorio cuando me puse en pie, tanteando el interruptor a ciegas.

Jonah se encontraba del otro lado de la puerta, sosteniendo en cada mano un casco de motocicleta. Cuando se abrió paso en la estancia, olía a perfume mezclado con gasolina. 

—Annabelle. ¿Todo bien? —Saludó algo acelerado.

—Blaze —lo corregí—. Y sí, todo hermoso. Gracias por preguntar.

Le lanzó el casco de menor tamaño a Kasey, el cual parecía más grande que su torso entero. 

—No estarás pensando en montar a la niña en una moto —dije, mirando más allá de la puerta.

Estacionada justo enfrente, estaba una motocicleta gris con un aire anticuado. No se veía lo suficientemente grande para poder llevar a dos personas sin alguna dificultad. 

Él, para mi desagrado, se rio como si aquello hubiera sido el mejor chiste que le hubieran contado.

—Claro que sí, no podemos irnos a casa flotando. 

Me recorrió de arriba a abajo con aire curioso. A pesar que siempre me sentía cómoda y segura con el atuendo de ballet, en ese preciso instante me sentí completamente desnuda. Me crucé de brazos, acariciando la tela negra de mi leotardo mientras hacía un esfuerzo por no parecer ansiosa.

Según Blaze ©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang