Sexy Jardinero [Walker #1] EN EDICIÓN

14.- "Walker"

Omnisciente

En esta ocasión, el salón de clases no era uno de preparatoria, ni había alumnos que ya no querían prestar atención a las clases.
Bueno, sí había alumnos así, pero sabían que tenían que aprender.

Un profesor explicaba el tema del día, y empezaba a evaluar los planos que sus alumnos le entregaban, de manera digital y también física. Pues estas entregas debían realizarse en un programa de computadora, y también a trazos.

Sin embargo, ahora mismo, cierto alumno no prestaba atención a los comentarios que hacía el profesor sobre su plano, el cuál presentaba a la clase entera.

Se hallaba sentado en su propia mesa de dibujo, sus brazos estaban cruzados por enfrente de él, y su vista se encontraba perdida en la ventana a su lado.

En su cabeza había otros pensamientos, miraba a la nada, preguntándose cientos de cosas.

¿Ayden estará bien?
¿Ayden no se arrepentirá de aceptar ir a una fiesta con él?
¿Por qué esta vez sí le preocupaba más qué ropa iba a usar?
¿Dónde habrá dejado ese perfume que le decían que olía muy bien?
¿Debía llegar con algún regalo cuando fuese por Ayden? No, ¿o si? ¿Por qué lo haría?

—Frank —un susurro desesperado a su lado lo hizo volver.

Miró a su derecha, haciendo caso a los constantes llamados de Bruno. El pelirrojo de cabello sostenido en un moño le hizo ademanes de confusión.

—El profesor ha estado hablando de tu proyecto como si tú te hubieras graduado con honores antes que él y no prestas atención —se quejó—, ¿en dónde tienes la mente?

Frank no podía decirle que había estado pensando en alguien, porque ni él mismo se lo creía.

Mandó su vista al frente, para recibir los últimos buenos comentarios del profesor y seguir con otro proyecto.

—Recordé que debía hacer algo, y más le vale seguir hablando bien de lo que hice.

—A veces eres raro. Hablando de gente rara, Daniel me pidió que te dijera que quería que fueran a casa de sus padres.

—No.

—¡Eso es lo que yo le dije! —alzó sus hombros—, pero él es necio, dijo que en verdad necesitaba que fueras mañana, mencionó algo sobre una infección en tu padre y que le gustaría que lo visitaras.

Su padre.

Frank era un chico que ignoraba aquellos temas que no le gustaban, indirecta o directamente daba a entender que no quería hablar de ello.

En su día a día, el pelinegro dejaba una fachada en la que los demás no solían ser de su preocupación, pero había dos personas de las que él se encargaba mostrar que no quería saber nada; sus padres.

Por la razón que sea, él no quería hablar con ni de ellos. No obstante, Frank tenía una buena o mala condición llamada "No sé cómo no preocuparme".
Aunque lo haya intentado, aunque con todas sus fuerzas quisiera hacer sentir a sus padres lo mismo que ellos le hicieron a sentir durante toda su vida, Frank no podía, su mente sencillamente no estaba programada para odiarlos, y seguía teniendo inquietudes cuando se enteraba que ellos estaban enfermos.

No solo se trataba de ellos, si alguien se lo preguntara a Daniel o Bruno, los dos darían fe y legalidad en que Frank no sabe odiar a las personas, y mucho menos sabía cómo no ayudar cuando veía que alguien lo necesitaba.

Daba igual de quién se tratara, un extraño, un familiar o alguien que no le agradaba, Frank ayudaba sin esperar nada.
Quizá se debía a algo más personal, a que Frank alguna vez necesitó ayuda y nadie supo dársela.