01.- "Jardinero Sexy"

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¡Es hoy, es hoy!

Hoy era el día, por fin llegó el día en que las vacaciones iniciaban.

Había mucha emoción, por supuesto. Las vacaciones son del disfrute de muchas personas, pero estas en especial, iban a ser asombrosas. Era común escucharlo, que habría vacaciones en específico que serían increíbles y terminaban siendo un desastre.

Y con el riesgo inminente de que también sea mi caso, no podía dejar de estar alegre, no cuando me enteré que podría tener la casa solo para mí.

Claro que ya no era un adolescente al cual no podían dejar solo por temor a que hiciera un desastre. O bueno, no que a mí respecte.

En cuanto marcaron las ocho de la mañana en el reloj de mi habitación, me levanté de la cama con todo el cabello castaño revuelto, con la pijama azul arrugada y sin una calceta.

Fui corriendo hasta el cuarto de mis padres, encendí las luces de su habitación cuando vi que ya se hallaban poniéndose de pie.

—¡Buen día para irse de viaje! —apoyé.

Despejé las cortinas de la gran ventana con euforia. No podía engañar a nadie, quería que se fueran rápido.
Cualquier persona joven que está acostumbrada a no ver a sus padres tan seguido en casa, se vuelve feliz en cuanto sabe que no estarán en mucho tiempo.

—Buen día, Ayd —mi madre ordenó su cabello frente al espejo—, pareces estar más emocionado que nosotros.

—Y no te equivocas —asentí.

Pasaron los minutos para que pudieran despertar mejor y bajar a desayunar algo.

—Ayden —me llamó la misma mujer desde la mesa, mientras yo bebía de un jugo de uva—, ¿conseguiste trabajo para las vacaciones? No confío en que sepas administrar el dinero que te dejamos.

Entre cerré mis ojos. —Conseguí un trabajo sacando a pasear mascotas, no es mucho, pero es trabajo honesto.

El hombre a su lado de cabello igual de castaño claro que el mío, solo sacó una risita.

—El descaro —le dije—, es buen primer trabajo, y me gustan los animales.

—Quizá el problema es que tú no le gustas mucho a ellos —volvió a hablar el hombre.

—¡Difamación!

—El perro del vecino casi te muerde hace un mes por pisarle la cola.

Finalmente, me rendí, mis padres saben bien cómo humillarme.
Aunque bueno, él tenía razón.

—Fue un accidente, le pedí disculpas a él y al vecino.

Siguieron comiendo y hablando conmigo. A veces logran caerme bien, pese a no verlos tan seguido.
Podría ser lo malo de que los dos padres tengan buenos trabajos en los que deben estar ocupados casi todo el tiempo; que no solía verlos a menudo.

Al tiempo, ya deja de importar si están o no.

Les informé que saldría mi primer día de trabajo, pues me habían comentado que solo tenía que sacar a dos perritos a dar una vuelta en la cuadra, pues me habían comentado que esa vuelta era de todos los días.

Y debido a que aún era temprano y yo soy una persona que evita a cualquier costa esforzarse más de lo que quiere, me fui en pijama.

Llegué a la casa que estaba muy cerca de la nuestra, abrí la puerta con la llave que me habían dado y los primeros que me recibieron fueron dos perros de la misma raza, dos chihuahuas de color café y negro.

Sexy Jardinero [Walker #1] EN EDICIÓN Where stories live. Discover now