Capítulo 19

6.3K 479 56
                                    


❤❤

Por primera vez en años, duermo como un bebé. Sin embargo cuando me despierto estoy preso de una ansiedad insoportable. Los latidos de mi corazón me sobresaltan fuera de la cama mi mente esta agobiada por mil preguntas sin respuestas.

¿Realmente voy a dejar ir a Clara?

Aunque la perspectiva de despertarme sin ella y sus incesante palabrerío sobre la boda es una bendición.

¿Cuánto tiempo aguantare solo? Ella es la única novia que he tenido.

¿Y por qué la única?

¿Acaso no era un chico expiatorio para ocultar que nunca antes me gustaron las mujeres?

¿Qué eras un maricón igual que el pequeño Perth al que te gustaba humillar?

¿El mismo Perth al que ahora le chupas la polla y le ruegas que te la meta por el culo?

Busco mi móvil en la mesa de noche; no hay mensajes. Y estoy llegando tarde a la oficina

¿Debería llamarla? ¿O enviarle un mensaje? Realmente no siento deseos de hablar con ella. Miro el reloj una vez más y decido que lo pensare más adelante. Ahora es urgente que me dé una ducha y que parta para el trabajo.

O tal vez tu urgencia es por ver de nuevo a Perth Una vez en el baño, intento apresurarme, pero con mis manos enjabonando mi piel desnuda no puedo evitar recordar como se sentían las manos de Perth en mis mulos. Tan fuertes y suaves al mismo tiempo.

Las manos de Clara nunca se sintieron así. Ni tampoco su lengua. Bueno, ella nunca me hubiera hecho algo así, lo consideraría repugnante.

¡Pero que increíble se sentía! Y esos dedos, hurgando en lo más profundo de mí. Trato de no regodearme mucho en el recuerdo pues me pondré duro y no tengo tiempo ni de una puñeta.

¿Realmente vas a renunciar a eso? ¿A las sensaciones más vividas y el placer más genuino que has sentido en toda tu vida?

Revivo la escena de anoche una y otra vez mientras me visto; los sonidos que escapaban de mi boca, la presión de sus dedos empujando en mi culo, su voz en mi oído, sus dientes en mi cuello.

¡Y el beso! ¡Mierda, nos hemos besado como dos amantes enloquecidos! ¡Ni siquiera en mi adolescencia he besado a Clara con tanto fervor! ¡Y rogué por su polla! ¡Le rogué a Perth que me follara!.

Basta.

Me termino de arreglar y parto hacia la oficina con toda prisa. Llego al edificio veinte minutos pasados mi horario de llegada. En el ascensor rumbo al octavo piso se forma un nudo ansioso en mi estómago y garganta. De tan solo pensar que puedo cruzarme con Perth una vez más me tiemblan las rodillas y una sonrisa se dibuja en mi rostro. Pero a pesar de lo liberador que se siente estar distanciado de Clara, a pesar de la calma que siento en medio de esta tormenta, me digo a mi mismo que lo más sabio es alejarme de Perth. Si, quitarlo de mi vida y regresar a la normalidad.

Llego a mi escritorio con el pulso acelerado por la carrera. No hay indicios de Perth, debe estar recluido en su despacho con los informes de los clientes nuevos. Mejor. La oportunidad perfecta para que yo me concentre en mis tareas y me olvide de él.

¿Olvidarte de él?

¡Ja! Eso es imposible y lo sabes.

La primera mitad de la jornada pasa en un abrir y cerrar de ojos; yo me pongo al día con las campañas atrasadas y respondo los correos electrónicos que ya se estaban apilando en mi bandeja de entrada. De tanto en tanto mis ojos van a la puerta de la oficina de Perth, pero no hay indicios de él. Siento un cosquilleo en mi pecho.

La Venganza De Mi Jefe [Finalizada]Where stories live. Discover now