La Venganza De Mi Jefe [Finalizada]

Capítulo 17

❤❤

Perth me arrastra por entre las mesas, y yo lo sigo con el aliento entrecortado y la vista nublada. Mis pies apenas tocan el suelo. De pronto, me encuentro con mi Jefe empujándome al baño de caballeros. Una vez

adentro, un empelado nos observa con ojos sorprendidos.

-El baño está clausurado por ahora - dice Perth mientras le entrega un billete al empleado.

-Como usted diga, Sr. -dice el hombre después de guardarse el dinero antes de retirarse. Una vez solos en el baño, Perth asegura el pestillo para que nadie entre y me dedica una mirada tan amenazante como seductora. Esa mirada me hace temblar las rodillas.

- ¡Hijo de puta! -Le espeto con la voz temblorosa - ¡Por eso me trajiste aquí! ¡Lo has planeado todo!

-Por supuesto. Ya te lo he dicho -asegura perth con voz grave, mientras avanza haca mi como una fiera al acecho. Me quedo paralizado, hasta que él está tan cerca que puedo sentir el aroma de su loción.

Extiende su mano y acaricia mi mejilla, su tacto me hace estremecer durante unos instantes, pero luego decido luchar por mi orgullo y aparto su mano. Perth ríe por lo bajo.

- ¿Acaso no quieres tu recompensa, pequeño Saint? Porque he venido aquí esta noche para dártela.

Su voz es un arrullo profundo, que retumba en todo mi cuerpo. Un cosquilleo nace entre mis piernas gracias a esas palabras y me quedo sin aire y sin palabras.

- ¿No quieres tu recompensa? -insiste Perth, eliminando la distancia entre nosotros. Casi puedo sentir sus labios contra los míos y me derrito.

-C-Clara está aquí...-mascullo en forma lastimosa. - ¡está afuera! ¡Podría descubrirnos! ¡Estás loco!

- ¿Eso significa que no quieres tu recompensa? ¿Debo retirarme? - ofrece con una sonrisa arrogante. Ya conoce la respuesta.

Todo mi cuerpo tiembla, pero la palabra brota de mi garganta sin pensarlo.

-Si -declaro en tono casi inaudible. Pero Perth me oye. Me oye y me jala del antebrazo, obligándome a girar sobre mis talones.

Me inclina a la fuerza sobre el lavado, y mi rostro queda a milímetros del espejo. Veo mi propia cara afiebrada y me avergüenzo. Pero también veo a Perth detrás de mí, vestido íntegramente de negro y con su cabello del color negro. Siento sus manos bajándome los pantalones y la ropa interior. Me patea los pies con suavidad, obligándome a separar mis piernas a la máxima extensión que me permiten los pantalones a la altura de mis tobillos.

Mi cabeza da vueltas y mi corazón golpea con furia contra mis cotillas.

Siento que mi polla endurecido al instante. Nunca nadie me había puesto en esta posición, y es tan humillante como excitante. Todo mi cuerpo tiembla y arde mientras siento las manos de perth acariciar mis muslos.

Cierro mis ojos durante unos segundos, hundiéndome en el placer de sus caricias. Cara roce de sus manos cálidas me envía a un nivel más profundo del abismo. Cuando los vuelvo a abrir, veo que su imagen en el reflejo ha desaparecido. Trago saliva y siento sus manos separar mis nalgas. Cuando menos lo espero, algo cálido y húmedo acaricia el agujero de mi culo.

Respondo con un sacudón violento, y un gemido agudo. Perth ríe contra mi piel, y vuelve a insistir. Incorporo un poco mi torso y giro el cuello, para encontrar a perth arrodillado detrás de mí. Mantiene abiertas mis nalgas con ambas manos y tiene su cabello negro hundido entre ellas. Veo sus ojos negros abiertos de par en par, mirándome hambriento mientras me lame. Es una imagen que hace vibrar de dolor mi propia polla.