Capítulo 39 🦋

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—Voy a terminar lo que mi familia empezó. Tomaré el título que me corresponde.

Me tensé.

—Pensé que no querías nada de eso.

—¿Crees que podré salir de esta vida? —Su voz era ronca—. Estoy condenado desde el momento en que nací. Si abandono el cargo esta ciudad será un completo caos. Mi madre y mi hermana nunca estarán a salvo. Los buitres se creerán con derecho a tomarlas.

Un extraño escalofrío recorrió mi espina dorsal.

—Vamos a mantenerlas a salvo—insistí—. Podemos salir adelante juntos, somos un gran equipo. ¿No estás cansado de todo esto? Porque yo sí.

Los ojos de Luca me observaban sin parpadear. Y por primera vez desde que lo conocía pude ver algo que nunca noté en su mirada: un profundo abismo.

—No puedes pedirme eso.

—Sí, sí puedo. Mataremos a tu padre y encontraremos a las chicas. Después empezaremos de cero sin sangre de por medio. Solo tú y yo.

—Es muy fácil decirlo —Se apartó de mi cuerpo y me sentí tan fría—. No abandonaré a mi familia. ¿Tú qué harías en mi posición?

No sabía qué decir.

—Luca...

—Quédate conmigo y gobernemos Palermo. Tú y yo podemos comernos el mundo, Alayna. Construiremos nuestro imperio y seremos invencibles. Sé mi Reina.

Reina...

Las palabras hicieron eco en mi mente y mi garganta se cerró quitándome la capacidad de respirar. Desde un principio, mi plan antes de rescatarlo fue convencerlo para irnos de aquí y empezar en un lugar dónde nadie nos conociera, pero claramente no funcionaría. Luca estaba hambriento de poder y venganza.

—Estás herido y quieres desquitarte—musité —. Este no eres tú, Luca. Mátalos a todos y termina de una vez.

—¿No me dijiste desde un principio que los débiles no sobrevivimos en este mundo?

Me odié por haber dicho eso alguna vez. Fue la estupidez más absurda que salió de mis labios.

—¡Tú no eres débil! —exclamé—. Eres una de las personas más fuertes que he conocido y mereces vivir la vida que siempre quisiste. Universidad de medicina y normalidad. ¿Recuerdas? Tienes una oportunidad de dejar todo atrás. Podemos hacerlo juntos. —Cerró el grifo antes de cubrirse con una toalla. —No quiero un maldito imperio —Mi voz quebró—. Te quiero a ti, Luca.

No me miró.

—No estás obligada a quedarte —dijo simplemente—. Eres libre de irte cuando quieras. No eres mi prisionera, Alayna.

Y me dejó sola bajo la ducha, con las lágrimas fluyendo por mis mejillas.

🦋

Luca

¿Volver a ser el mismo de antes y empezar una nueva vida? Nunca.

Intenté ser una buena persona, fui amable con los demás, nunca devolví el mal a nadie porque creí que hacía lo correcto. Luché para conseguir mi libertad y la de las chicas. Me convencí de que podría ser diferente, escapar al legado de mi familia. ¿Qué obtuve a cambio? Menosprecios, puñaladas, traiciones, burlas y humillaciones. Ser bueno no servía en mi mundo y lo aprendí de la peor manera.

Alayna estaba equivocada. Nunca podría huir de la oscuridad. Tarde o temprano volvería a alcanzarme. No tenía escapatoria, solo me quedaba luchar y enfrentar lo que era. No abandonaría a mi familia cuando más me necesitaba.

Belleza Oscura [En Librerías]Where stories live. Discover now