THE OCEAN - Steve Mcgarrett - [2025]

―Chapter Three―

—Mi papa es detective y he aprendido a ser muy observadora con las personas, por eso les caigo mal a la mayoría de los niños—afirmo sentándose en la arena

—Sabes algo...—se sentó a su lado sin importarle ensuciarse un poco—Yo tampoco tenía muchos amigos en la escuela. Los niños me molestaban mucho por ser una niña muy lista, pero nunca les di importancia ya que siempre quise superarme a mí misma. Con el pasar del tiempo solo me hice cada vez más y más lista, y realmente creí que siempre estaría sola, hasta que logre encontrar personas que me apreciaron por como soy realmente—sonriéndole

—Entonces, ¿solo tengo que seguir siendo yo misma?—indago curiosa

—Exacto. Estoy segura de que cuando menos te lo esperes encontraras a alguien que querrá estar contigo por quién tú eres realmente—sonriéndole

De un segundo a otro, la pequeña envolvió la cintura de la joven con sus pequeños brazos en una gran muestra de afecto. Ella, solo se quedó de piedra durante unos segundos procesando toda la escena, la última vez que alguien la había abrazado de aquella forma la llamaba "mamá".

—Lexy—la llamo la pequeña—¿Por qué tú cabello es purpura?—apartándose de ella

—¿Tan mal se ve?—indago preocupada, la niña negó con una enorme sonrisa

—No, yo amo el purpura—confeso la pequeña algo avergonzada

—Qué bueno porque acabo de pintarlo y no planeo cambiarlo por el momento—rieron, pero en aquel momento la joven noto que llevaban solas bastante tiempo y sus padres estarían preocupados buscándola desesperados—Gracie, ¿tus papis están cerca?—buscando con la mirada, ella negro—¿Y dónde están?—curiosa

—Mi mama está en el hospital por un control con mi hermanito Charlie y mi papá está en su trabajo—contesto despreocupada

—Espera, cariño... ¿nadie está cuidándote? —conmocionada

—Se supone que la niñera me cuida, pero un chico paso a recogerla en su auto y simplemente se fue—aseguro sin darle mucha importancia

—Bien—respiro profundo pensando en una solución—Ya sé, ¿qué te parece si llamamos a tu mami para que venga a recogerte y mientras la esperamos jugamos con la pelota?—

—Sí, me encanta la idea, ¿sabes jugar voleibol?—indago Gracie un poco más animada

—Cariño, estas hablando con una experta—parándose—Pero primero llamemos a tu mami, ¿si?—sacando su móvil

—Si. Está bien—aseguro

☆☆☆

Los últimos veinte minutos se los pasaron jugando vóley y construyendo castillos en la arena; realmente se la habían pasado de maravilla. De la nada un grito femenino, bastante desesperado, llamo su atención obligado a ambas a voltear. Una mujer de unos treinta tantos, complexión física mediana, piel bronceada, ojos oscuros y ropa casual pero muy elegante, estaba acercándose a ellas empujando una carriola con un bebe y una expresión de pánico.

—¡Mami!—la pequeña corrió hacia ella dejando a la joven con un castillo a medio armar.

Su mama la tomo en brazos y algunas lágrimas cayeron de emoción. Al separarse de ella observo toda la playa con una mirada furiosa y Lex dedujo a quien debería estar buscaba.

—Se fue con un muchacho—afirmo la joven acercándose a ellas con la pelota de Grace en las manos—Me llamo Alexis, pero mis amigos me dicen Lexy—estirando su mano hacia ella