Capítulo #8

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Ink –Si tienes en cuenta que si algo sale mal, no vamos a ir por ti y probablemente te maten, ¿Verdad?– Pregunto el albino al chico de bufanda roja

Geno –Si lo sé, pero no haría daño una pequeña reunión familiar, quiero volver a ver a mi hermano, aunque no entiendas ese sentimiento

Ink –Ya tienes a Fresh no se por qué necesitas al otro idiota

Geno –Mmm, que te parece si, lo traigo y ¿Que el mismo te de la información que necesitas?

Ink –El no hará eso así de fácil, además de que si uno de los integrantes de los policías desaparece nos generaremos más problemas

Geno –Y eso a ti nunca pareció molestarte

Ink –. . . ¿Sabes? Se me ocurrió una idea~ Adelante, puedes traerlo o haz con él lo que te plazca antes

Geno –Trato, si Fresh pregunta no le digas dónde estoy– Se dió la vuelta para dirigirse a la salida –¿De verdad tienes un plan? por qué no quiero que nos atrapen a todos

Ink –Tu tranquilo, lo tengo resuelto

Geno –Bien– Finalmente salió de aquel lugar en busca de aquel moreno, mientras en su rostro se formaba una sonrisa

Mientras tanto Error se dirigía nuevamente a la cafetería donde se encontraría con aquella chica de la otra vez, a pesar de lo que sus compañeros decían, a el no le interesaba esa chica ya que el simplemente pensaba que eran compañeros para el trabajo.

En su camino en medio de un callejón pudo escuchar algunos quejidos y sollozos, si fuera por el no le daría importancia, pero después de todo era su trabajo, así que se adentro en el lugar a ver qué pasaba.

Al llegar al fondo del callejón se encontró con un chico de vestimentas azules y blancas, que al parecer había sido apuñalado ya que tenía la mirada baja pero se veía claramente como escupía sangre, y una herida en el pecho solo le dejaba claro que estaba en lo correcto, se acercó rápidamente a este viéndolo con preocupación:

Error –¡¿O-oye que te pasó?! E-espera voy a llamar a una ambulancia– Dijo para rápidamente sacar su teléfono y empezar a marcar, pero se detuvo al ver cómo el contrario lo tomaba del brazo aún con las manos ensangrentadas

El chico solo susurró algo que el moreno no pudo escuchar, se acercó para preguntarle qué había dicho pero el agarre en su brazo se hizo mayor a tal punto de rasguñarlo:

Error –¿O-oye pero qu-?

Geno –Me da lástima no haberte enseñado antes a no dejarte engañar así, pero no te preocupes, lo arreglaremos pronto– Menciono con una sonrisa sinica

Aquella voz era claramente conocida para el azabache, pero no pudo preguntar nada ya que el albino se levantó golpeándolo haciendo que de un golpe cayera al suelo desmayando, de ahí solo se limito a ver el rostro de su hermano menor sin quitar aquella sonrisa:

Geno –Si que debería seguir dándote lecciones, aún tienes mucho que aprender

De ahí, el azabache quedó inconsciente, no recuerda que pasó de allí, solo recuerda la voz de su hermano mayor, eso hizo que volviera a sentir algo. . .

La felicidad de saber que aún tenía una familia.

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