SOULMATES 4 || Derek Hale

Epílogo.

                  Derek no podía dejar de mirar fijamente a su novia mientras esta leía en el sofá, todavía sin creer lo que ella le había dicho aquella noche durante el enfrentamiento con Kate, incluso habiendo pasado un mes.

-Deja de mirarme así, Hale.- Dijo ella, reprimiendo una sonrisa en su rostro, sin levantar la vista de las páginas que tenía enfrente.

-¿Qué crees que será?- Preguntó él, ignorando completamente su comentario.

-No lo sé. Pero te aseguro que si es niño no lo llamaremos Mieczyslaw.-

-Te tomaré la palabra.- Ambos rieron mientras Destiny dejaba su libro sobre la mesa.

-¿Crees que existen híbridos de nuestras especies? Ya sabes, como Crepúsculo.- Le preguntó ella en broma, recibiendo un bufido como respuesta.

-No puedo creer que me hayas obligado a ir contigo.-

-Oh, vamos, ¿Sigues odiándome por eso? ¡Hay hombres lobo!-

-Si, si. Perfectamente representados.- Le dijo con sarcasmo.- Y creo que los vampiros pensarían igual.-

-Pero no existen... Bueno, que sepamos. Es Beacon Hills.- Aunque aquello le robó una risa a Derek, el hombre lobo no pudo evitar preocuparse por ello.

        Destiny estaba en lo cierto, vivían en un pueblo que era literalmente un faro para lo sobrenatural. Y no era solo eso, ya que parecía que todo lo malo que llegaba al condado se empeñaba por lastimar a su familia o manada. No quería que la historia llegara a repetirse.

-Talia.- Musitó Destiny, distrayéndolo de sus pensamientos.

-¿Qué?-

-Si es niña... Talia.- Repitió ella, encogiéndose de hombros e intentando ignorar el hecho de que su propio corazón parecía explotar al oír los latidos de Derek acelerarse.

-¿Talia Hale Stilinski?- La castaña asintió, riendo por la expresión estupefacta del hombre lobo.

       Él se acercó a su novia, depositando un intenso beso en sus labios. Destiny devolvió el gesto con la misma emoción; ambos transmitiendo sus sentimientos en el gesto. Derek fue el primero en separarse, mirándola profundamente a los ojos.

-Te amo.