Parte 1... El accidente y aparición de Sebastian

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En un aparatoso accidente, mueren los padres y la hermana menor de Scarlett Wilson, ella queda gravemente herida.
El accidente fue provocado por un individuo furioso, no tenía grado de alcoholismo ni otras sustancias en su sangre, tal dicen algunos testigos, aquel individuo quería desposar a Scarlett, ella había rechazado la propuesta y él no lo tomó bien. Siguió a la familia Wilson durante un viaje que realizaban y fue cuando logro su cometido.

Scarlett agonizando, llena de furia y rencor, pronunció unas palabras que ni ella conocía, puso todo su coraje en ellas... de pronto todo se torno oscuro para ella y una voz distante le llamó diciendo "Me quieres? Me necesitas?" A lo que ella a duras penas respondió que sí. Entre la penumbra comenzó a distinguirse una figura humana, figura que poco a poco comenzó a parecer un joven de cabellos negros, más negros que la noche pura, ojos color carmesí, ardían en su esplendor, se acercó al débil cuerpo de Scarlett y pronunció unas palabras que provocaron cierta paz en la chica, fueron: "estoy a tus órdenes, haré lo que me pidas".
La luz comenzó a volver de poco en poco, la vista de Scarlett se aclaraba lentamente y logro divisar aquella escena trágica, viendo a sus padres en el suelo, a su hermana a tan sólo unos pocos metros de ella... Muertos... Sin algunas extremidades... Sintió como dentro de ella crecía una inmensa sed de venganza, furia y rencor. Lo que más provocaba aquel sentimiento era ver a su pequeña y joven hermana sin vida tendida en el suelo, sí... Hubiera preferido intercambiar lugares con ella...
Mientras observaba con lágrimas en los ojos el cuerpo de su hermana, distinguió un movimiento al fondo de toda aquella escena, un cuerpo arrastrándose por el piso, saliendo de un auto que se encontraba más lejos, trató de enfocar y se dio cuenta de que aquel hombre arrastrándose, era aquel al que había rechazado días antes, miró como el tipo volteaba hacia el lugar donde se encontraba ella y sonreía a pesar de que él también estaba herido. Deseo más que nada verlo muerto ante ella.
De pronto alguien llegó y la cargo, sólo alcanzo a ver cabello negro y se desmayó.

Pasó un mes, la chica despertó, lo primero que vió fue que había un hombre, alto de piel pálida, cabellos negros y ojos color carmesí intensos en todos los sentidos. Ella se encontraba en la que era su casa, el hombre se percató de que la chica ya había despertado, la miro y le dijo:

Sebastian- Al fin despiertas, hace unas semanas te traje a tu casa para continuar con la recuperación aquí, debes tener hambre así que iré a prepararte algo, prefieres algo dulce o salado?.

La chica se quedó perpleja, esa voz le sonaba familiar pero jamás había visto a aquel chico, sintió la penetrante mirada del joven y su respuesta logró salir de sus labios:

Scarlett- Preferiría algo dulce por favor.

El chico sólo sonrió, asintió y se retiró.

Scarlett llenaba su cabeza de preguntas abrumadoras y se hundía cada vez más en ellas pero de pronto un ruido la saco de su burbuja, era aquel chico, había regresado con una pequeña rebanada de un postre muy lindo, se veía delicioso, lo postró delante de ella en una mesita y lo señaló para que se lo comiera. Ella miró el postre asombrada por lo bonito que se veía, no lo quería ni comer para no arruinarlo pero entonces lo miró a él y le dijo:

Scarlett- Quién eres? Que haces en mi casa? Quién te dejó entrar?...

Él respondió serio y a secas:

Sebastian- Ya lo olvidaste? Tú me llamaste, me invocaste, a decir verdad no tengo nombre, llámame como gustes y fuiste tú la que me dejó traerte a tu casa y entrar, te he estado cuidando

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Sebastian- Ya lo olvidaste? Tú me llamaste, me invocaste, a decir verdad no tengo nombre, llámame como gustes y fuiste tú la que me dejó traerte a tu casa y entrar, te he estado cuidando.

Con los ojos como platos le llovieron los recuerdos de aquella noche del accidente, recordó a sus padres, a su hermana en el suelo, al miserable hombre que se arrastraba y reía... Y de pronto le vino el recuerdo de cuando el chico le habló, recordó que en efecto... Ella había estado de acuerdo en que estuviera bajo su cuidado, él la obedecería.

La Nueva Ama De SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora