Parte 33... Inhumana

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William, Ciel y Sebastian se dirigieron al puerto más cercano en busca de un bote o algo que les sirviera para transportarse

William- Cómo es que el puerto esta vacío? No es común que no haya barcos o botes a ésta hora...

Ciel- Ahí hay una lancha...

William- Es una broma cierto? Si tomamos esa miserable lancha, tardaremos todo el día en llegar a la isla

Sebastian- Claude tiene razón pero realmente está todo vac.... Ahí!

Ciel-  Tremendo yate!

William- En serio? Un yate? Acaso están locos? Se supone que queremos llegar lo más discretos posibles pero también lo más rápido posible, además esa cosa se ve muy costosa y de uso privado...

Sebastian- Olvidas que soy el secretario de una de las empresas más importantes, poderosas e influyentes del país?

William- Habías dicho que ahora la empresa le pertenecía en su totalidad al joven O'brien

Ciel- Pero eso no lo saben, sólo lo sabemos nosotros 6...

William- 6? Quién es el sexto?

William- 6? Quién es el sexto?

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Ciel- Undertaker...

William- Oh sí, ciertamente... Pero de Igual manera, necesitaríamos una licencia para poder conducirlo

De pronto se dieron cuenta de que Sebastian ya iba caminando hacia el yate dispuesto a subirse cuando un joven muy delgado se acercó corriendo

Cuidador- Disculpe señor!! N-no puede subirse al yate sin autorización...

Sebastian- Admiro tu tenacidad jovencito pero es una emergencia, necesito llevármelo

Cuidador- L-lo lamento... No puedo dejarlo subir... Me dejaron a su cuidado y si algo le pasa estoy acabado...

Justo en ese momento se escuchó aproximándose la voz de una mujer mayor pero hablaba con una singular elegancia que hizo que Sebastian girara su rostro

Lady- Qué es lo que ocurre aquí muchacho? Algo le pasó a mi yate?

Cuidador- N-no mi lady! S-solo que el señor... Joven... Ésta persona quiere llevárselo

Lady- Qué!? Cómo se atreve?

Sebastian- Mi lady lamento muchísimo la situación en la que acontecemos y le pido una disculpa adelantada por mi atrevimiento pero usted el día de hoy se ve divina y exquisita, las argollas que lleva combinan a la perfección con sus ojos y ese perfume es... Delicioso

Sebastian se acercó a la señora y tomó su mano delicadamente para después depositar un beso en ella mientras daba un profundo respiro, la señora se ruborizó y comenzó a reír cubriendo su rostro

La Nueva Ama De SebastianOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz