Gleestory 16: Let's have a kiki / It's Turkey Lurkey time

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-No... ¿qué tal si me paso y lo mato?- Moon se veía aterrada de tan solo pensar eso.

-Moon, si no bebes la sangre esta noche no serás una vampira real. Debes hacerlo. Ahora.

-¿Qué pasa?- Dylan se acercó a ellos de improviso.

-Moon no quiere beber sangre. Teme matar al humano.

La chica parecía estar asesinándolo con la mirada. No quería que todo el mundo se enterara de su debilidad.

-Si quieres te acompaño- titubeó Dylan, nervioso de improviso. Moon se mordió el labio.

-Dan... ¿podrías...?

-Seguro- el chico sonrió para tranquilizarla.

Se fueron, olvidando completamente a un herido Dylan.

El chico vagó por ahí, furioso con su hermano, confundido por la preferencia de la castaña al ser, vamos, gemelos. ¿Qué tenía Dan que no tuviera él?

Tocó una puerta, por el simple placer de sentir la cálida sangre de un humano. De todos modos, podía hacerlo: le había faltado un sorbo.

Una humana sexy hasta decir basta le abrió la puerta. Dylan la miró atontado por sus enormes pe... penthouse, por su enorme penthouse.

-Hola -saludó ella con voz demasiado sensual al baboso vampiro-. ¿Vienes solo?

-Yo... -antes de que Dylan pudiese estructurar una frase con un correcto orden gramatical en su mente, se vio arrastrado al interior de la vivienda sin tener oportunidad de negarse.

La volptuosa muchacha -sí, esa era una bonita manera de decirlo- lo guió hacia el jardín trasero y luego escaleras abajo, al sótano de la casa. Y lo que Dylan vio ahí abajo...

***

Dos horas, veintiocho minutos, treinta y cinco segundos y aproximadamente cinco vasos de vodka después, una dulce voz se hizo oír por sobre la atronadora música, llegando a oídos del vampiro que se tambaleaba e intentaba coquetear con las chicas en cortísimos disfraces que meneaban sus caderas en la pista de baile, obviamente, sin éxito.

-¡Dylan! ¿Qué demonios crees que estás haciendo? ¿Sabes cuánto tiempo hemos estado buscándote?

-Moon -el aludido no pareció notar el tono cargado de ira y preocupación de la chica, porque solo le regaló una sonrisa de idiota y se acercó cada vez más a ella, poniéndola incómoda.

-¿Dylan? -Moon frunció el ceño al sentir el fuertísimo hedor proveniente de la boca del muchacho-. ¿Estás... ebrio?

-Oh, ya sabes -respondió Dylan, expulsando las palabras con dificultad de su adormilada boca-. Puede que esté ebrio, o fumado, o drogado, o simplemente, vivo. Llámalo como quieras, ¡me la estoy pasando de maravilla! Al momento de escuchar el grito del vampiro, todos los humanos a su alrededor gritaron en aprobación, levantando sus vasitos de plástico en el aire y dejando a Moon boquiabierta. La chica estaba a punto de decir algo cuando Dylan se adelantó.-Baila conmigo, Moon.

-¿Qué? -respondió la aludida, arrugando casi imperceptiblemente la nariz. Dylan lo notó.

-Moon, por favor. Por una vez... escógeme a mí -su mirada cargada de dolor y lágrimas acumuladas desde hace siglos acabó derribando las defensas de la chica.

-Dylan, yo... no sé bailar -intentó jugar su última carta y el borracho vampiro sonrió ampliamente.

-¿Y acaso yo tengo cara de saber hacerlo? Sólo vamos a vivir un rato, no te hará daño -Dylan ofreció el vaso que sostenía hacia Moon y ella lo tomó con ambas manos temblorosas.

El Proyecto Glee 2 [Concurso]Where stories live. Discover now