La flor de la Dalia(Saga de las Flores III)

12º Flor: inicio de problemas.

Carlos estaba conmigo, era mío. Realmente era algo que no me esperaba, si un años  atrás alguien me hubieran dicho que tendríamos algo habría pensado que estaba loco.

Es curioso como cambia todo en un instante. Ahora nos encontrábamos camino a casa agarrados de la mano. Nos paramos un momento y lo mire y tenía una preciosa sonrisa de oreja a oreja que lo hacía ver más lindo de lo que ya era.

Cuando llegamos a la casa, él soltó mi mano.

-Tengo que volver al trabajo-dijo.

-Despídete bien-moví los brazo pidiendo un abrazo.

-Eres imposible-me abrazó con fuerza y yo hundí mi cara en su pecho.

Después de un rato, lo solté y entré en casa.

En el comedor me esperaban mis padres y los padre de Bella y Jaime, ademas de mis dos amigos.

Un escalofrío me recorrió la columna, tenía la sensación de que algo grande estaba por avecinarse.

-Hemos decidido prometeros a Jaime y a ti, ya que soy grandes amigos y eso beneficiara a las dos familias-dijo mi padre.

-Nos negamos-repetimos Jaime y yo a la vez.

-Jaime es mi mejor amigo y lo veo como un hermano no como un interés romántico-dije molesta.

-A mi me pasa lo mismo que Dalia, es mi mejor amiga y es como si fuéramos hermanos, ni loco la vería como mi esposa-dijo mi amigo.

-Quizás los niños tengan razón, es mejor no forzarlos con un matrimonio-dijo mi madre.

-Eso no va a pasar-dijo mi padre rígido- Que ellos se casen es lo mejor para todos.

-Yo estoy de acuerdo con Diana-dijo la madre de Jaime- me parece una idea mala esto.

-Así se hará y punto-dijo el padre de Jaime.

-Os aviso desde ya que Dalia y yo no lo permitiremos-dijo Jaime.

-Vosotros obedecéis y punto-dijo su padre.

En ese momento la tensión podía cortarse con un cuchillo, Jaime y yo nos negábamos a ese horrible arreglo, nuestros padres estaban empeñados en que se hiciera y nuestras madres no decían nada.