Capítulo 15:

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Allí estaba él. Parado, junto a sus jeans negros y maletas del mismo color.

En su mano izquierda tenía un cigarrillo apagado, seguramente para fumarlo después.

Estaba contenta, estaba feliz. Él y su ausencia eran mi motivo de tormento día a día, wu recuerdo era el pan de cada día.

Di un último vistazo a mi vestimenta; los shorts estaban en su lugar. La polera también. Acomodé mi cabello un poco, y corrí.

Corrí hacía Aarón. Corrí hacía mo tío.

Me lancé a sus brazos, entregándome completamente a él.

Soltó la manija de la maleta, y puso sus manos en las rodillas, afirmándome.

Tardó en reconocerme, pero lo consiguió cuando miró mis ojos.

Sus ojos celeste azules vibraban destellos de luz blanquecina, y yo estaba allí, junto a él, mirándolo como desquiciada, como una obra de arte perdida, como un triste amanecer desolado.

Lo miré, él me miró, y con mis dos manos tomé tu su cara. Y lo besé. Lo besé con desesperación, lo besé aunque fuese mi tío, lo besé porque era Aaron, Aaron Zygasil.

En un principio se quedó estático, impactado por el beso, pero luego me correspondió. Su boca sabia tan bien. Sabia a cigarillo y un poco de cerveza. Su boca era una droga.

La manera en que me besaba, como un verdadero hombre, como lo quería haber hecho antes, como yo quería que lo hubiese hecho antes.

Y luego se haber sido un acto tierno, se transformó en algo pasional y lascivo, algo que ambos sabíamos llegaría aquel beso.

Entonces él suelta un suspiro, y me deja caer.

Me deja caer de sus brazos en que tanto desee estar.

Y nuestros labios se separan, y mis ojos se abren, y ya no está conmigo.

Veo la culpa, veo la más terrible culpa asomándose por sus ojos. Veo lo culpable que se siente. Veo que me desea, pero no puede tenerme.

Continúa caminado de manera tiesa, y me deja atrás.

Toco mis labios, y me quedo atrás, pronto lo alcanzó. Noto como la poca gente nos ha visto, y bajo mi mirada para seguir a mi tío.

-¿Y los demás?

- están ocupados

-¿Todos?

-¿Sí?

-¿Dónde está el auto?

- a la salida

Adelantó sus pasos hacía la salida principal.

-¿Por qué has tardado tanto?

- he estado ocupado

-¿Ocupado en qué?

- eso a ti no importa.

- sí me importa, Aaron

- yo no te debo explicaciones, Nihal

- pero yo si las quiero.

- todo esto está muy mal. Acaso no lo entiendes?

- sí lo entiendo. Pero no me importa.

- debiera importarte

-¿Me trajiste algún presente ?

- sí

-¿Qué es?

- luego te lo mostraré

Nos subimos al auto. Aarón saludó al chófer, y este nos dirigió a la mansión Zygasil.

- ¿Ni siquiera vas a hablarme?-.rompí el silencio-.

-no quiero hablar.

-¿Has leído el correo electrónico ?

- te he dicho que he olvidado la contraseña

-ok

-¿Cómo está Elif?-.mi expresión facial cambió a un ceño fruncido. Estaba celosa-.

- ha llamado mucho. Al parecer está enojada.

- no ha querido que viaje

- pero si has viajado

- tenía que viajar

Nos bajamos del auto y entramos a la mansión.

Sólo estaban los empleados, ni rastros de mis abuelos.

Nos subimos al ascensor hacía el tercer piso.

Él, se dirigió directo a su habitación. Yo, a la mía.

Había olvidado alguna ropa cuando me quedé aquí la semana pasada.

Me estiré en mi cama, mientras tocaba mis labios, y sonreía sola. Tocaba mis labios y sonreía, porque han sido besados.

Estaba demente, loca,desquiciada, ciega de pasión y deseo por Aarón. Quería lanzarme a sus brazos, quería ser su chica, quería que me tomara y que me despojara de la adolescencia hacía la adultez, para hacerme mujer, para hacerme suya.

Así es, era virgen. Era virgen. Y necesitaba que Aarón me despojara de eso lo antes posible.

Salí al balcón de mi pieza, y miré hacía el de Aarón, que estaba al,lado mío.

Pronto él salió, como si hubiese algún contacto telepático.

Avanzó hasta el borde del balcón, y miró el mar.

- bonita vista ¿No?

- sí...

- perdón por ser tan molesto contigo, Nihal

- no te preocupes, lo entiendo

- sólo es que esto no corresponde...

-¿A qué te refieres con esto?

- no puedes besarme Nihal, yo no puedo besarte. Es algo natural que quizá te encuentre atractiva o tú a mi... Pero soy tu tío

-¿Y qué tiene?

- ¿Te imaginas se entera mamá? ¿O papá? ¿O Amanda?

- sé que sería un gran caos... Lo sé. Pero ¿Qué puedo hacer? Es sólo sangre, Aaron

- no es sólo sangre, Nihal. No es sólo eso. ¿De verdad crees que puedes gustarme en serio? ¿De verdad crees que puedo amarte encerio?

-¿Por qué no, Aarón?

- mírate, Nihal. Yo soy un hombre, tu eres una niña. Yo necesito a alguien como Elif.

Pude ver inseguridad en sus ojos... Como si desmintieran lo que dice su boca.

- no me interesas, Nihal.

Entonces entró a su habitación, y yo me quedé allí. Sola, abandonada. Triste, desolada, angustiada, con el corazón roto.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora