━━10

10.6K 1.1K 264
                                    

━NO TE CONOZCO━

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

NO TE CONOZCO

• • •

Estaba en la habitación observando por la ventana hasta que mire a Diane correr fuera del castillo. Saque mis alas y la seguí.

──¿Diane? ─le hable.

──¿Y tú quién eres? ─giro su cabeza mirándome. ──¿Una niña?

──Soy yo, Amaris. ─ella solo me miro sin decir nada. ──¿No te acuerdas de mi?

──Lo siento pequeña, pero no se quien eres. ─dijo echándose a correr.

──¡Espera, Diane!

Fue demasiado tarde, ella ya se había ido. Decidí ir a decirle a mi padre y a los demás lo que estaban pasando. Pero en un momento a otro cuando llegue mire a todos correr hacía la salida.

──¿Ya se van? ─pregunté cruzada de brazos interceptando su camino mientras volaba.

──¡Así es! ¡Iremos por Diane! ─ladie mi cabeza.

──Entonces fue completamente inútil perder mi valioso tiempo diciendo algo que ya saben. ─dije dando media vuelta.

──¿Te encuentras bien, Amaris? ─preguntó papá.

──Eso creo. ─lo mire sobre mi hombro. ──Buena suerte, supongo

Dije volando lejos de todos ellos, pero no iba a ir a mi habitación sino que volé directo a donde Diane se fue. No la iba a dejar sola.

「🥀」

A el timpo que esruve volando logré verla a lo lejos, pero una sensación me decía que no era bueno seguir con mi camino.

Un nudo en mi pecho me prohibió seguir con mi vuelo así que descanse encima de árbol. Mire a mis lados dándome cuenta que estaba a unos kilómetros de las ruinas del castillo de Edinburgh. Guardé mis alas y descanse un poco para continuar el viaje, posiblemente Diane iba a su lugar natal, Magadoza.

Me tense al sentir un aura de poder demoniaco provenir más adelante, últimamente he tenido problemas en cuanto a mis habilidades y poder. Me canso con más facilidad y como en esta ocasión recién me doy cuenta de ese poder tan temeroso, de lo contrario hubiera regresado.

──Diane... ─alce mi vista y me acerque un poco y observe con claridad lo que sucedía.

Logré observar a dos personas acorralarla, por más que quería ir ayudarla sabia que no haría nada más que estorbar y posiblemente solo acabe más que muerta. De un momento para otro alguien logro salvarla, no intenté hacer nada ya que esa persona era de la misma raza que ella y logró irse burlando a los otros dos.

Los cuales ambos eran dos mandamientos, uno era Galand y el otro es desconocido. De un momento sentía el poder del otro aumentar, y no pude resistir más.

──Creo que es mejor irme antes de que se den cuenta. ─dije abriendo mis alas volando hasta el cielo para tratar de que no se dieran cuenta de mi presencia.

Logré estar muy retirada del suelo teniendo un campo de visibilidad más claro observando las ruinas del castillo de Edinburgh donde había más personas reposando, seguramente eran los Diez Mandamientos esperando a que su poder mágico se restaurará.

Agudice mi vista mirando con más detalle a los mandamientos. No sé si sintieron mi presencia o solo fue coincidencia de que uno en especial mirara hacia mi dirección mirándome a los ojos.

Sus ojos oscuros tan intensos que me miraban al igual que su cabello, por una extraña razón no podía despegar mi vista de él. El azabache ladeo su cabeza como si tratará de entender si era real o solo un ilusión.

──Debo irme... ─intenten moverme pero mi cuerpo no respondía. ──Mueveté... mueveté por favor. ─me decía a mis misma.

Era como si algo dentro de mi no quisiera irse, pero si no lo haría moriría. Mordi mi labio y con el dolor mi cuerpo reacciono y sin perder tiempo gire para irme de ahí de inmediato.

──¿Quién demonios eres tú? ─mi respiración se corto y mi corazón latio desenfrenadamente ante tal poder que sentía a mis espaldas, y ese mismo poder me hacía incapaz de moverme.

No quero voltear por temor a morir, lo mejor seria volar todo lo posible que pueda y con suerte pueda sobrevivir. Sin más hice lo que pensé, volé sin mirar atrás rogando a los cuatro arcángeles salir viva de esto.

──Es inútil que intentes huir. ─un escalofrío recorio mi cuerpo haciéndome detenerme sin siquiera yo desearlo. ──Ahora estas bajo mi mandamiento. Nunca debiste de haberme dado la espalda, mi mandamiento es la Piedad y ahora estas bajo mis ordenes.

──Z-zeldris... ─salió de mis labios inconsistente mientras mi cuerpo giraba dejando ver mi rostro.

En el momento en que sus ojos se conectaron con los míos sentí una pequeña punzada en mi cabeza. Mientras que él abría sus ojos sorprendidos, no creyendo lo que sus ojos le hacían ver.

──¿Amaris? ─en un repentino segundo sentía el control absoluto de mi cuerpo. ──¿Eres tú? ─intentó acercarse pero retocedí.

──¿Cómo sabes mi nombre? ─tenía miedo de su abrumador poder. ──No te conozco.

──Soy yo. Soy Zeldris, ¿no me recuerdas? ─retrocedi negando con mi csbeza al verlo cerca.

──¡No mientas, no te conozco! ¡No te acerques más!

──¿Cómo que no me recuerdas? ─me tomó de la mano pero la retiro de inmediato como si le hubiera quemado.

──¡Te dije que no te acercarás! ─grite alzando mi mano. ──¡Ark!

Una esfera de luz impacto contra el encerrandolo en esta. Volé de espaldas para no volver a caer en su mandamiento, cuando estaba lejos de él volé lo más rápido.

──¡Amaris, espera! ─escuche su gritó a lo lejos.

Y con eso aumente mi velocidad con miedo a que me alcanzara.

「🥀」

Hacia pocas horas desde que habia llegado a Camelot, ahora me encontraba en mi habitacion observando las nubes. Faltaba tan solo unos minutos para que oscureciera y ella saliera.

En todo el trascurso que tuve hasta llegar a Camelot mi mente iba pensando en alguna razón por la cual él sabia mi nombre.

──Zeldris... ─su nombre salió de mis labios inconsistente.

Ahora que lo pensaba en el momento en que lo vi no pude procesar el parentesco que tenía con papá y su voz se me hacia conocida como si lo hubiera escuchado por algún lado. Pero, ¿dónde he escuchado esa voz? Su voz...

──¡Su voz!

Abrí mis ojos al recordar donde la he escuchado, fue exactamente el sueño extraño que tuve la otra vez, no puedo equivocarme la persona que hablaba era él. Eso explica porque sabe mi nombre, pero si esa es la verdadera razón significa que él...

──Es... el hombre que amo. ─cerré mis ojos sintiendo mi cuerpo crecer pues la noche había llegado. ──Si eso es cierto... ─trone mis dedos haciendo que ropa apareciera en mi cuerpo desnudo. ──, ¿por qué no lo recuerdo?

Mire la luna que estaba saliendo. Cerré mis ojos mientras extendía mis alas y salía por la ventana volando un poco alto para observar más de cerca la luna.

¿Por qué no recuerdo nada? ─sentí la fresca brisa golpear mi rostro.

𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐓𝐎; 𝘻𝘦𝘭𝘥𝘳𝘪𝘴 Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon