Dos Días Después.

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El reloj digital en la pantalla de su auto marcaban las siete con nueve a.m. La verdad nunca había sido muy paciente. Y aunque no quería hacer un viaje con el tipo que le hizo la vida muy pesada en la preparatoria tampoco quería irse sin él, no lo malentiendan, no quería llegar a la fiesta de compromiso de sus amigos sin Derek. En especial porque les había prometido llevarlo consigo y lo que menos quería era ver la cara de decepción de los novios. Era eso, por lo que decidió esperar unos minutos más. Sin saber que más hacer para matar tiempo decidió sacar su celular y llamar a la única persona que sabía su situación. Lydia.
Coloco el teléfono en el tablero del auto y este fue contestado a los tres tonos.

¿Todo bien? - dijo la chica sentándose en el respaldo de la cama. Obviamente la llamada la desperto.

— No está aquí. - acuso.

Que imbécil.

— ¿Ves?, ese es el problema con Derek. No le interesa ninguna otra persona, solo aparece cuando él carajos quiere. - dijo exasperado. — No debí haber aceptado.

No, la verdad no debiste. - concordo. — Puedes irte. Estás perfectamente justificado.

— Bien, le daré hasta las siete con quince. - Suspiro — ¿Qué haces?

Son las siete con diez de la mañana. ¿Qué crees que estoy haciendo?

— Dios mio. ¿Te desperté? - preguntó arrepentido.

Si, pero esta bien. No importa.

A mi me importa. - dijo Jackson medio dormido.

Callate Jackson. A nadie le importa eso.

Dile hola al enano. - dijo el rubio acomodándose en la cama.

Jackson dice hola. - dijo Lydia mandándole los saludos de su "no novio" a su amigo a través de la línea.

— Hola Jackie. - respondió Stiles. — Siento haberlos despertado, chicos. Vuelvan a dormir.

No, no, no, me quedaré. - dijo para que el castaño no colgara la llamada. — Ahora recuerda, si empieza con algo, cualquier insulto o cualquier otra cosa, sólo tienes que detenerte y decirle: "Vete al demonio". - ordenó, mientras hacía una señal con el dedo simulando lanzar algo.

— Lo tengo. - dijo mientras veía atravez de la ventana del auto.

Dilo. - volvió a ordenar.

— ¿Qué?

Practica. Quiero escucharte.

— No voy a... Bien. - acepto resignado. — Vete al demonio.

Estás bromeando, ¿verdad? - dijo riendo. — ¿Qué clase de petición es esa? A Jackson le digo ordeno que vaya por helado con más fuerza que eso. - Presumió haciendo reír a su amigo. — Otra vez.

— ¡Vete al demonio! - dijo riendo.

¡Otra vez! ¡Usa esas bolas afiladas tuyas!

— ¡Vete al demonio! - dijo simulando una voz grave.

¡Otra vez! ¡Como el león que eres!

— ¡VETE AL DEMONIO! - grito, asustando a un hombre que pasaba frente al auto. — Lo siento. - susurro al hombre mientras señalaba su teléfono.

Muy bien. - felicito Lydia. — Vas a estar bien, cariño. Llamame si me necesitas.

— Lo haré, adiós. - y colgó.

The Thing About DerekTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon