"Inicio de algo"

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—Me ofrecieron iniciar un club de teatro con ellos tres, y debieron de emocionarse demasiado cuando acepté porque empezaron a bailar —le contaba más que emocionado a su madre mientras está trataba de prestarle atención a su hijo y a la cena al mismo tiempo—, después Samuel, que creo es el líder o algo así, me habló de todos los planes que tenían para el club. Esos chavales ya llevan bastante tiempo deseando iniciar su propio club.



—Me encantaría conocer a tus nuevos amigos —dijo la mayor sin apartar la vista del sartén—. Seguramente son chicos muy agradables.




—¡Son geniales! —soltó más que feliz— Son super ocurrentes. Se llaman entre ellos por nombres claves, yo les pregunté sino eran apodos. Guillermo me dijo que no, eran nombres artísticos. Tu sabes que yo rara vez soy extravagante, así que mi nuevo nombre artístico es simplemente Alex.



—Se ve que se te complicó mucho para escojer un nombre —bromeó su madre, haciendo que Alejandro soltara una risita.



Estaría complicado decir cuál de los dos estaba más emocionado en estos momentos, ya que por un lado tenemos a Alejandro sintiéndose parte de algo por primera vez en su vida y por otro tenemos a su madre, la cual al fin había escuchado a su hijo hablar de sus amigos. La mujer sabía perfectamente los problemas de Alex para encajar, así que nada la ponía más feliz que escuchar a su niño contarle de las amistades que hizo.




—Y cuando me estaban contando de sus planes yo les di la idea de usar capuchas geniales, pero que cada integrante tuviese una de diferente color, así podríamos tener cada uno un color que lo representara —siguió contando una vez que la cena estuviera lista y servida—. ¡Los tres amaron mi idea! Incluso David propuso llevar cosas de utilería para estar siempre dentro de un papel.



—¿Y cuál será tu papel? —preguntó la mayor con gran interés.



—No creo poder tener un papel de malo o algo similar, así que seguiré siendo el amable y dulce Alejandro de siempre, solo con la diferencia de que este Alejandro se llama Alex y usa una capucha malditamente genial —respondió antes de probar las patatas que había hecho su mamá.



—Pero recuerda que si los otro te hacen algo malo porque así son sus personajes, tú tienes que defenderte, tal vez puedas esconder sus cosas de utilería o manchar "accidentalmente" sus bonitas capuchas —dijo con un tono algo serio antes de soltar una risita a causa de sus propias palabras—. También podrías volverte malo solo por un lapso de tiempo, claro, solo si ellos empezaron, así te lavas las manos diciendo que solo te estabas defendiendo.



—Lo pensaré —contestó risueño. Realmente no le sorprendía esa clase de consejos por parte de su madre, pero está siempre conseguía hacerlo reír con esa clase de cosas.



Una vez que la cena hubiese terminado, Alejandro lavo los planos para posteriormente ir lo más rápido posible a su habitación y tumbarse en la cama, pues quería dormir muy temprano para despertar súper temprano y así poder ir al instituto bien temprano.



—Ay Jimmy, nunca me había emocionado tanto por ir al instituto —le dijo a un pequeño peluche que estaba sobre su cama mientras revisaba que la alarma de su teléfono estuviera puesta para las a.m  y no las p.m. Más de una vez había faltado al instituto por no revisar tener bien la alarma.



Y sin más, se acomodó en su cama, te tapo con su suave cobija y abrazo a Jimmy con mucho cariño. Poco le importaba ser un adolescente y seguir durmiendo con peluches, es más, estaba completamente seguro que todas esas personas las cuales llamaban infantiles a los que teniendo más de diez años aún dormían con peluches eran gente que no podría entender lo cómodo que era dormir abrazado de una bolita malditamente suave y adorable.



—Buenas noches Jimmy —dijo después de bostezar.




(...)




Era ya la una de la mañana, y David en lugar de encontrarse durmiendo para evitarse otro sermón de Samuel al día siguiente en el instituto, se encontraba sentado frente de su escritorio, pegando pequeños detalles a un antifaz que aparentaba ser de un búho.




Claramente no era la mejor hora para hacer manualidades, menos si tomamos en cuenta que en unas horas tendría que alistarse para ir a clase, pero la inspiración para terminar el preciado antifaz en el cual llevaba ya meses haciendo lo había golpeado justo ahora y mucho más fuerte que su madre ese día que accidentalmente rompió su jarrón favorito a los ocho años por jugar con la pelota dentro de casa.



Realmente se encontraba entusiasmo de por fin terminar con algo que había empezado hace bastante. Al inicio se propuso hacer su antifaz para usarlo como parte de la utilería cuando por fin abrieran un club de teatro, pero como los días comenzaron a pasar y ese sueño se volvía cada vez más imposible, dejo de lado todo lo que tuviese que ver con eso, incluyendo al antifaz, pero como al fin el universo había hecho algo bien para él, ese sueño estaba a nada de volverse realidad, y no podía permitirse iniciar el club sin su antifaz de ave.




Y pensar que ya se había dado por vencido respecto al teatro, era increíble como todo ese tema había cambiado por completo gracias a la llegada de una sola personita, persona que también era capaz de alegrarle el día con solo una risita. No quería hacerse falsas ilusiones, pero parecía que al fin la suerte había tocado su puerta.




—Esto es lo más hermoso que he hecho en toda mi vida —se dijo a si mismo con una sonrisa llena de orgullo, más porque le sorprendía no haberlo arruinado por lo poco que veía en esos momentos a causa de que sus cansados ojos luchaban por mantenerse abiertos y que lo único alumbrando el lugar era una pequeña lámpara de su hermana.



Su teléfono vibró gracias a una notificación, y no le sorprendió ver qué era un mensaje de Guillermo diciendo «sé que estás despierto, así que ayudame con una tarea. No entiendo nada y Vegetta no me contesta porque él si está dormido aiuda».




—Lo siento Willy, pero yo estoy mucho más imbécil que tu —soltó como si él contrario pudiese escucharlo.



Le encantaría ayudarle a su amigo, pero no es como si él fuera más inteligente que Willy, así que simplemente le mando una foto de su antifaz casi completado para presumir lo bien que le estaba quedando, y le dió mucha gracias cuando el menor le contestó con la imagen de un gato llorando con un lápiz y rodeado de muchos libros.





















Al chile yo duermo con peluches al igual que este Alex :b

"Muchachito de risa linda" 🌼FargexbyWhere stories live. Discover now