Un fantasma

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Ya todo el mundo estaba enterado del fallecimiento del quinto Hokage, primer hokage que apoyaba en su totalidad a sus ninjas en todas sus áreas y debía caer ante un enemigo temible como la organización Akatsuki, Jiraiya dejó su retiro para comenzar a investigar y perseguir la ubicación de los miembros de la organización, al menos tenía copia de todos los documento, los originales se los llevó Naruto.

Tsunade desde su puesto como Hokage vigilaba el avance de su proyecto pero cuando tenía algún tiempo libre pensaba en Naruto, será verdad que estaba muerto? no le gustaba estar en la posición de mujer que extrañaba a su hombre pero no lo podía evitar.

En la finca Namikaze todo estaba en silencio, pero este era interrumpido por los golpes de madera, en el jardín se encontraba la hija de Naruto practicando con uno de los anbus de su tío, el hubiera querido que siguiera el camino que había elegido, el confió en ella y no lo decepcionaría.

Lejos de cualquier aldea en el país del fuego, bien al interior del país, sobre una montaña se levantaba una pequeña aldea sin nada que los pudiera identificar como tal pero esta solo era una tapadera, al interior de la montaña se podía ver que estaba habilitada por un gran número de personas, todos ninjas del clan Namikaze que se movían de un lado a otro preparándose para lo que sería un ataque, más al interior en la que se podía catalogar como salón de reuniones, se encontraban los más altos rangos dentro del clan junto al concejo de ancianos y frente a todos ellos estaba quien se decía muerto, Naruto Namikaze estaba de pie frente a ellos con su constante mirada serena.

-"gracias a Kami logramos hacer escapar a la serpiente y retiramos a todos los espías de suna, pero debemos asegurarnos que no quede nada de Orochimaru en la nación del fuego y sus aliados"- los presentes asintieron, pero uno de los ancianos se puso de pie.

-"Pero Naruto sama que sucederá cuando acabemos con Orochimaru?, para el mundo usted está muerto"- Naruto asintió, esa era la aldea, nadie sospechará de un muerto.

-"Aprovecharemos esta instancia y comenzaremos la cacería de los miembros de la organización Akatsuki, libraremos a la humanidad de quienes quieran su destrucción,  Damyio sama anhela un futuro sin guerras, quizás no lo logremos pero dejaremos todo lo más cerca de su ideal"- todos asintieron -"Ahora debemos dejar que Orochimaru piense que nadie sabe de sus movimientos, pero llegada la final del examen chunin lo aplastaremos y enviaremos un mensaje a todos ellos, esta reunión se da por terminada"- todos se pusieron de pie, hicieron una reverencia y se comenzaron a retirar dejando solo a Naruto -"Me pregunto que estará haciendo el original?"-

Mikoto se encontraba sentada en el dojo en el lugar donde siempre se ubicaba su tío y junto a ella se encontraba aquel anbu que entrenaba con ella y nunca desaparecía.

-"Anbu san, usted cree que mi tío realmente esté muerto?"- preguntó desanimada la pelirrubia, el anbu guardó silencio por unos instantes hasta que inhaló.

-"Naruto sama es quien porta la voluntad del clan Namikaze, una voluntad no puede morir y la misma voluntad de nuestro clan existe en tí, mientras creas en el, el no morirá"- Mikoto asintió sorprendida pero sintió las palabras del anbu -"pero creo que mientras el no llegue bien podría entrenar y sorprenderlo cuando regrese"- Mikoto se puso de pie y se dirigió al lugar donde se guardaban las boken, tomó una y se ubicó al centro del dojo y comenzó a practicar las katas del kenjutsu del clan Namikaze, desapercibida era la sonrisa del enmascarado.

-"Vas a buen ritmo Mikoto chan, sigue así y no dejes de avanzar"- pensó Naruto observando a su hija.

En un escondite subterráneo cerca del país del arroz se podía escuchar los gruñidos de los que parecían ser bestias salvajes que en algún momento fueron personas, en medio de todas ellas se encontraba Orochimaru matando a todo quien se acercaba a el, nunca esperó perder el control de Suna tan rápido, este era su proyecto personal para poder destruir Konoha pero finalmente solo logró matar a Rasa, algo insignificante para poder completar su plan, pero Konoha debía meter sus narices, menos mal que acabó con quien le quitó su venganza, Naruto Namikaze iba a ser una gran piedra en su zapato en el futuro pero ya no quedaba nada de el, ahora podía atacar libremente a Konoha, solo debía esperar a la final y mataría tanto a quien estuviera de Kage como a los damyios, dejó de matar a sus  experimentos  y se retiró a su laboratorio, cuando llegó al lugar se encontró con sus asistente que al parecer le esperaba para informarle algo.

-"Habla Kabuto, que sucede?"- preguntó tomando asiento en su trono.

-"La primera y segunda etapa del examen chunin terminaron y solo uno de nuestros genin pasó a la final"- Orochimaru sonrió de manera siniestra.

-"Para cuando será la final?"- preguntó ya planeando sus siguientes movimientos.

-"Será dentro de un mes en el estadio de Konoha, al parecer van haber comitivas de varias partes"- Orochimaru se puso de pie y se acercó a un ventanal del cual no se vía nada, pero presionó un interruptor y una gran  cantidad de monstruos se reveló a sus ojos.

-"Necesitamos más voluntarios estimado Kabuto, manda a nuestros ninjas que traigan a todos los posibles, crearemos un enemigo que Konoha no podrá controlar y ahí llevaré a cabo mi venganza"- Orochimaru comenzó a sonreír con locura.

-"Damyio sama llegó un mensaje para usted"- uno de los anbus aterrizó frente al escritorio del Damyio que levantó la mirada de sus papeles, el anbu dejó la carta sobre su escritorio y desapareció, el anciano tomó la carta y la comenzó a leer, cuando terminó sonrió un poco, rápidamente tomó una hoja y comenzó a escribir.

-"Estos planes solo se te pueden ocurrir a ti muchacho"- comentó para colocar su sello en la carta, dirigida a Mikoto Namikaze, remitente N.N -"Al parecer si quieres a tu madre"- llamó a uno de sus anbus y envió la carta a Konoha.

Durante todo este mes dado para que los genin pudieran prepararse, Ninjas de suna comenzaron a internarse en los bosques del país del fuego y por separado ingresaban ninjas del país del sonido, ambos con distintas intenciones, aunque los movimientos de estos últimos eran seguidos de cerca por anbus de suna y del clan Namikaze, esta información era enviado tanto a los ninjas que avanzaban, a Konoha que ya se preparaba para repeler cualquier ataque y finalmente Naruto que ya comenzaba a movilizarse con un gran número de ninjas del clan Namikaze, debían reaccionar rápido.

La finca del clan Namikaze quedó a cargo de Mikoto Uzumaki su abuela fue llamada desde la capital por parte del Damyio que solicitaba su presencia, la mujer dejó todo en las manos de su nieta, mientras ella se iba con solo tres sirvientas y algunos cambios de ropa, este fue otro dolor para la pequeña pero debía seguir con lo que tenía planeado con su tío, su kenjutsu cada vez era mejor ya solo faltaba el reencuentro con su tío, confiaba que sucedería.

Ya faltaba una semana para que se llevara a cabo la final del examen chunin, era pasada la media noche y Tsunade seguía en su oficina, ya tenía casi todo listo para cuando la final se realizara, estar en ese cuarto cada vez se hacía más pesado, como una niña enamorada esperaba que su amado ingresara por la puerta y la, pero su pensamiento se vio interrumpido por el corte repentino de la luz, rápidamente se puso de pie.

-"Anbus"- los llamó pero nadie respondió, la oficina estaba en completo silencio, del suelo frente al escritorio comenzó a emerger una figura de un anbu, pero esa aparición solo la hacía.

-"Hola Hokage sama"- esa voz, el enmascarado se retiró la máscara y una pañoleta que cubría su cabello, la sorpresa era fácil de identificar en el rostro de la mujer, el rostro de Tsunade de a poco cambiar de sorpresa a rabia, cosa que le generó una gota en la cabeza  Tsunade. la rubia saltó sobre el escritorio dispuesta a golpear al Namikaze pero este detuvo su golpe como nada y la atrapó en un abrazo.

-"Suéltame maldito infeliz, no sabes cuanto sufrí por tu muerte"- pero Naruto no le obedeció, de a poco Tsunade comenzó a ceder hasta que finalmente lo abrazó.

-"Lamento haberte preocupado Tsunade pero es necesario que el mundo piense que estoy muerto"- Tsunade solo se mantuvo abrazada a el, así permanecieron por varios segundos hasta que  Naruto volvió hablar -"Así que te encanta mi perfume y soy apuesto?"- esto avergonzó a la rubia Senju -"tranquila, está bien supongo pero hacía mucho que no tenía a una mujer así en mis brazos"- comentó el Namikaze haciendo memoria.

-"Naruto yo, yo"- pero fue silenciada por un beso en los labios, en un comienzo no sabía si responder o no pero después solo se dejó llevar, así ambos hicieron muchos más intenso aquel contacto, hasta cuando no lo soportaron más y se separaron respirando agitados, la ropa era una molestia que se comenzaron a retirar de a poco hasta que quedaron desnudos Naruto sentado en el sillón del Hokage mientras que Tsunade estaba de pie mostrando su cuerpo al Namikaze -"No crees que ya somos muy viejos para hacer esto?"- preguntó Tsunade con una linda sonrisa en su rostro.

-"Al parecer no, y creo que esta ha sido mi mejor decisión en mucho tiempo"- Tsunade se sentó en la pelvis de Naruto y sintió el rose de los sexos haciendo que una corriente eléctrica recorriera su espalda, Naruto la besó y se dejaron llevar, gracias a los sellos de silencio y de seguridad nadie podría ingresar hasta cuando Tsunade así lo permitiera.

El líder del clan NamikazeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora