✞ Capítulo 6.

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El Garrison no recibía muchos clientes durante el día, y no era inusual que se encontrara vacío hasta que el sol comenzara a caer, pero los hermanos Shelby a menudo se juntaban ahí a discutir asuntos de negocios, o simplemente a beber

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El Garrison no recibía muchos clientes durante el día, y no era inusual que se encontrara vacío hasta que el sol comenzara a caer, pero los hermanos Shelby a menudo se juntaban ahí a discutir asuntos de negocios, o simplemente a beber.

Aquella tarde, John y Arthur compartían una botella de whiskey mientras aguardaban por Thomas, que llegó mucho más tarde que ellos.

—¡Ahí estás! —La voz de Arthur retumbó estruendosa a través del bar—. Al fin llegas. Comenzábamos a creer que tendríamos que mandar a alguien a buscarte.

—Estaba en mi casa —se limitó a responder, quitándose el abrigo y tomando asiento. 

—Déjalo en paz, Arthur —negó John, con diversión—. Estaba ocupado follándose a su nueva esposa.

—Si yo pudiera follarme a tu esposa, Tommy, nunca saldría de la cama.

Thomas no dijo nada, limitándose a servirse un trago, pero sus hermanos no parecían dispuestos a no hablar más al respecto.

—Cuéntanos sobre la noche de bodas —insistió John, a quien la situación parecía entretenerle—. ¿Qué tal estuvo ella?

—Suficiente —negó Thomas, arisco a compartir más de lo necesario.

—¡Oh, vamos, Tommy! —exclamó Arthur, terminando su trago con un rápido sorbo—. Tú ya tuviste la suerte de casarte con ella.

—No fue ninguna suerte.

—Pues si tú no la querías, me la hubieras dado a mí.

—¿Ni siquiera vas a contarnos cómo folla? —inquirió John—. Dinos, ¿enserio era virgen, como su padre tan orgullosamente decía?

—Están hablando de mi esposa —les recordó Thomas, con hosquedad.

No pretendía que sus hermanos se comporten con total propiedad, ni mucho menos, pero no era demasiado pedir un poco de respeto en nombre de la mujer que había desposado.

—Tu esposa parece una jodida estrella de cine —respondió Arthur.

—Y es mía —gruñó, azotando el vaso en la mesa—. Así que cierren la boca.

Sus palabras fueron suficiente para que el tema de la conversación cambiara rápidamente, y pronto se encontraban discutiendo sobre temas de trabajo como les era costumbre.

Un rato más tarde, bien entrada la tarde, ya habían zanjado los asuntos más importantes sobre el negocio y, al observar la hora, Thomas decidió que debía volver a su casa.

—Polly nos invitó a todos a cenar esta noche —les recordó, apresurando un último trago—. Mi esposa estará allí, mi jodida esposa, así que más les vale comportarse en frente de ella, ¿entendido? Nada de malas palabras, ni bromas pervertidas, ni comentarios con doble sentido.

UNHOLY ✞ Thomas Shelby [Peaky Blinders] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora