Capítulo 10.

97 22 0
                                    

Estoy tumbada en la cama mirando el techo. Llevo así un buen rato. Spencer ha venido a buscarme para ir a clase, le he dicho que me encontraba muy mal y que no iba a ir. Empezamos bien el curso Lydia. Aunque ir a clase así no me iba a servir de mucho. Estoy aterrada, no sé que hacer ni a quién recurrir. Lo que me ha pasado desde que he llegado aquí es muy extraño. Las fantasías con Liam, mi encuentro con él, sus absorbentes ojos, La C en el césped y ahora la nota. Alguien está jugando conmigo, no entiendo nada.

Oigo abrirse el grifo de la ducha. Hay alguien en el baño, empiezo a llorar, tengo miedo. Cálmate, actúa Lydia, eres una cobarde. Necesito un arma, veo el jarrón con peonías, pues bueno adiós jarrón, lo rompo y cojo un cristal como si fuera un puñal. Me acerco al baño, abro la puerta y veo a un chico de espaldas a mí duchándose tranquilamente. ¿Es esto una broma? Tiene el pelo negro mojado y despeinado y un culo bien puesto, no sé como soy capaz de fijarme en eso. Entonces se gira, grito de asombro para mis adentros. NO PUEDE SER. ES LIAM. Esto ya es increíble.

-Pequeña, ¿te duchas conmigo? -Tiene una sonrisa burlona y sus ojos chispean perversamente.

-¡¿PERO DE QUÉ COÑO VAS LIAM?! ¡¿QUÉ ES TODO ESTO?! -grito de ira, de indignación y de dolor.

-Lydia, pasatelo bien por una vez en tu vida, antes eras muy divertida.

-¡NO ME CONOCES! ¡NO SABES TODO LO QUE ME HA PASADO!

-Tal vez te lo hayas buscado. -Su expresión se transforma, pasa de ser burlona a gélida.

Me despierto sobresaltada. No, no, ¡NOOOO! Otro sueño, por favor, que esto pare, me estoy volviendo loca, completamente loca. Miro el móvil, son las 10. Me he quedado dormida, ¿cuándo? Tengo un mensaje, es de un número privado.

Los sueños solo mueren si muere el soñador.

Oh no, oh no. Un escalofrío me recorre el cuerpo de pies a cabeza. De repente siento frío, mucho frío, ¿es esto una amenaza? ¿debería hablar con mis padres? ¿hablar con Spencer? ¿con la policía tal vez? Nunca me había pasado algo así, tras lo que pasó recibí muchas críticas y pequeñas amenazas, pero lo que me está pasando últimamente es muchísimo más grave. ¿Y si me estoy volviendo loca?

Necesito salir a tomar el aire. Salgo de la habitación, y del edificio. Me dirijo al parque en especial al lago principal. Al llegar veo que Liam está sentado en la orilla. Parece tan sereno y pensativo... Ya está, esta es mi oportunidad voy a hablar con él. Le voy a preguntar claramente lo que quiero y necesito saber por el bien de mi salud mental.

-Liam -digo autoritariamente mientras me siento a su lado.

-¿Me persigues? -parece molesto, debo haber interrumpido el hilo de sus pensamientos.

-No -repondo enfadada-. Liam, ¿a qué estás jugando?

-Obviamente no entiendo la pregunta.

-Sabes perfectamente a lo que me refiero.

-No tengo tiempo para tus jueguecitos. -Parece irritado-. ¿No deberías estar en clase Lydia?

-Lo mismo te digo. -No me voy a ir hasta que le saque información.

-Puedo hacer lo que quiera, Lydia, a mí esto -dice señalando todo a su alrededor-, no me importa, a ti sí, tú te lo has currado para llegar aquí, a mí me lo ha pagado mi padre.

-Yo sólo quiero vivir feliz y en paz Liam.

-Has venido al sitio equivocado. -Parece afligido, por un momento me da pena, después recuerdo porque estoy hablando con él.

Me mira con esos intensos ojos azules y verdosos y sé que está ocultando algo. Pero no puedo dejar de mirarle, él tampoco aparta la mirada, sin darme cuenta mi mirada baja a sus labios carnosos y tan deseables. Los he besado en sueños creo, eran muy suaves y agradables pero a la vez ardientes y sabrosos. ¿Cómo he llegado a pensar esto? Pero ya no hay vuelta atrás, empiezo a acercar mis labios a los suyos, pero él posa un dedo sobre mis labios.

-Shh, aún no -murmura cálidamente.

-Lo siento, no sé porque he hecho eso. -Estoy muy avergonzada, mi cara empieza a teñirse de rojo, quiero que la tierra me trague.

-Yo sí, lo entiendo. -¿Por qué de repente es tan amable y comprensible conmigo?-. Lydia, vete a clase, puedes llegar a la siguiente.

No sé porque pero le hago caso, me paso primero por la habitación me arreglo un poco, cojo las cosas y me dirigo a mi siguiente clase: Anatomía humana I. En la clase 13B. Aún no ha llegado nadie, pues quedan diez minutos para que empiece. Liam ha dicho que aún no, ¿a qué se refería? No entiendo a este chico, ayer dijo que yo no le importaba y hoy ha sido muy... dulce cuando he intentado besarle. Creo que estoy empezando a sentir algo por él y no quiero. Hay algo oscuro alrededor suyo, aunque alrededor mío también, pero además es el novio de Spencer y yo no quiero sufrir ni hacer daño a nadie. Tengo heridas que no he conseguido cerrar y cicatrices que se han vuelto a abrir. La gran incógnita de todo esto es Liam, ¿quién eres y qué quieres de mí?

EnloqueceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora