Capítulo 1.

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Una sofocante y repentina ola de calor irrumpe en mi sueño, arrancandome de esa fina línea entre la inconsciencia y la consciencia. El calor es insoportable a estas horas de la madrugada. Durante la semana que he pasado aquí, no he podido dormir bien ni una sola noche. ¿Quien me iba a decir a mí que en septiembre iba a hacer tanto calor en California? Pues como tengo tan buena suerte, he llegado cuando el Estado está sufriendo la mayor ola de calor de la década.

A ver si consigo ahorrar algo de dinero para comprar un pequeño ventilador e instalarlo en la habitación, pues este campus no tiene ni ventilación propia, al menos si hay calefacción central, si no no sé que sería de mí en invierno.

La habitación sincermante no está nada mal, es considerablemente espaciosa, con un gran armario empotrado, una cómoda cama de matrimonio, una librería y un escritorio, todo de madera color cobrizo, decorado con un toque victoriano, pero sin duda lo mejor de la habitación es que tiene baño propio y un precioso y pintoresco balcón con unas vistas al parque principal del campus.

Lo mío fue, sinceramente una loca y precipitada decisión, era ahora o nunca, la oportunidad de venir becada a una de las mejores universidades de Estados Unidos no volvería a suceder otra vez en la vida. Con todo el pesar de mi familia, decidí dejar España y encaminarme a California. A pesar de todo lo que esto conlleva, yo creo que lo peor es que llevo una semana aquí y aún no he hablado con nadie, lo sé, no es muy normal, pero ¿que se le va a hacer? Mañana intentaré hacer algún 'amigo' antes de que empiecen las clases el lunes, o sino seré una marginada, y es lo que me faltaba ya.

Como no consigo dormir y estoy cansada de dar tantas vueltas a la cama, decido salir al balcón, y así tomar algo de aire. Tan solo las farolas iluminan el parque que se encuentra a mis pies, y no veo ninguna luz en el edificio de en frente. Entonces, tres habitaciones más a la derecha, veo encenderse una luz, y como alguien sale al balcón. Es un chico, tan solo vestido con calzoncillos, no consigo verle bien la cara por culpa de las sombras, pero tiene un cuerpo bastante fibroso y esculpido, en ese momento, mira hacia mi dirección y sonríe, tiene el pelo oscuro, pero no sé si llega a ser negro y los ojos claros. Deja de mirar y se dirige de vuelta a su habitación. Mierda, con lo guapo que era, ay por favor Lydia no pienses eso, ya tienes suficiente con lo de la última vez. Con todo el dolor de mi alma, regreso a mi habitación.

#Wattys2015

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