nosotras

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En efecto, tal como Ariana había pregonado, el pop estaba muerto y sus relaciones con varones toxicos parecían anécdotas de un pasado lejano, incluso ajeno. En cambio, la música experimental estaba en su máximo apogeo mientras yo extasiada me sumergía en sus sabanas de algodón perfumado cada vez que hacíamos el amor.

El sexo era suave y lento, bastante diferente a lo que me había imaginado. Pese a que teníamos las mismas partes, ninguna reaccionaba del mismo modo en los mismos sitios, así que el juego diario era recorrernos y explorarnos, investigar y descubrir, celebrar cada nuevo territorio erógeno en el cuerpo de la otra.

Estaba tan feliz constriñendola con mis extremidades que no noté que se me estaba yendo.

No noté que éramos un par de robots, las mismas charlas disque-profundas programadas, las mismas respuestas, el sexo rutinario de verano que incluso sazonado con tabúes y transformado en secreto, no podía dejar de ser rutinario. Era tan nueva en ese mundo, que nunca me dí cuenta lo ensayado que estaba todo. Era genuino para mí. "Sos real para mí".

Aunque quizás, analizándolo más detenidamente, hubo un ligero indicio una mañana que ningún disco se me ocurrió digno de ser debatido después de hacer el amor. El silencio incomodo que alguna vez fue mi hogar, que se volvió urgencia cuando ella entró en mi vida. Cometí el error de hablar otra vez para sacármelo de encima, pregunté que planeaba hacer después de terminar la escuela teniendo en cuenta que ya había perdido un año por equis motivo. De pie frente a la ventana con los pechos desnudos, sin mirarme, respondió "va a ser raro volver a la escuela después de Menzia".

Diosa sabandija, lo sabía todo. Así de fácil eludió mi pregunta y me dejó hecha añicos con el mensaje de no husmear en su vida. Porque el comentario no venía al caso, lo hizo sólo para fastidiarme. En ese preciso momento debí convencerme de que eso no era amor, sembrar esas palabras en mi corazón hasta que la hiedra del desinterés brotara y ahorrarme todos los disgustos siguientes. Como si se hubiese dado cuenta que mencionar a mi amiga muerta había sido el golpe más bajo de todos, se tumbó sobre mí abrazándome con la cara escondida en el cuello. Podría haber estado manipulandome, pero era genuino para mí. "Esto es real para mí".

Al día siguiente, todavía herida, volví a su casa buscando coger. Tonta, adicta. Al principio, mientras me desnudaba, hirvió mi cuerpo una rabia desconocida. Recordé como odié a mi hermano antes y me pregunté si no sería posible odiar a Ariana de la misma forma. Era tan injusto que la primera persona que me hizo sentir segura en mi silencio y mi desnudez, ahora pudiera aprovecharse de ellos. Incluso dudé de la toxicidad de los varones en su vida por un segundo. Luego me besó y por supuesto, tonta y adicta, todo dentro de mí se calmó. Ese día el sexo fue especialmente placentero, como si la única protagonista fuera yo. Antes de que siquiera llegara a pensar que esa era su forma de chantajearme y pedirme disculpas, ella me dijo susurrando al oído "perdón". La perdoné en un beso, pero poco me imaginaba yo que estaba pidiéndome perdón por otra cosa.

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⏰ Ostatnio Aktualizowane: Jun 12, 2020 ⏰

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El pop está muertoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz