Capitulo 4

275 26 14
                                    




Capítulo 4 — La llamada.

וווווו








- ¿Dejaste propina?

Ruedo los ojos al oír su insistencia en dejar dinero de alguna forma. Ya habíamos comido los sándwiches y obviamente no la dejé pagar. Después de que llame a la mesera por la cuenta, ella ya estaba sacando su billetera. No tuve más opción que quitársela. Finalmente, le entregue mi tarjeta a la mesera apenas llego.

-Le puedo dejar algo al firmar el recibo.

-Déjame darle algo. Yo trabajé como mesera y ganaba dos dólares por hora, todo era propina.

Frunzo el ceño viéndola tomar su bebida—pasando su mirada alrededor—. Ella dijo que era de New Jersey.

-El mínimo pago para meseros en Jersey es ocho dólares la hora. -Digo antes de ver como se tensa completamente.

Ella dirige su mirada a mi y su mirada me transmite miedo. La mesera se acerca con el recibo y lo firmo rápidamente cuando ella se va. Miro como Gorgo se quedo seria, mirando a la nada. Suspiro sabiendo que me ha mentido.

-Me descubrió oficial. -Susurra sonriendo mientras toma su cartera de mi mano después de que se la ofrecí. -No soy de Jersey, ni siquiera he ido a eso estado. -Añade risueña sacando un dólar de diez en la mesa.

Paso mi mano derecha por mi cara mirando alrededor. Odio que me mientan. Exhalo fuertemente antes de voltear a verla—quien me está mirando expectante—.

- ¿Te gustaría ir a caminar?

- No. Si mientes por cosas así, no me imagino que más estés ocultando. -Le digo antes de parame y comenzar a ponerme mi chaleco.

-Leonidas, lo siento, ¿de acuerdo?

-Está bien. No te preocupes, ¿quieres que te deje en tu casa? -Pregunto mientras reviso mi celular, fingiendo que tecleo algo.

Maldita sea no ser popular, en estos momentos lo necesito.

-No. -Dice Gorgo parándose y poniéndose frente mío con su ceño fruncido. -Vamos a ir a caminar y conversamos. -Me informa y se voltea a recoger su cartera y su casaca—dejándome ver su trasero voluptuoso y redondo—.

Alzo mi cabeza posando mis manos en mi cadera—evitando mirar a su trasero—esperando a que termine de ponerse su casaca.

-Vamos. -Susurra—haciendo que baje mi mirada—cruzando su brazo izquierdo con mi brazo derecho.

Caminamos hasta salir del pequeño restaurante, manteniendo el silencio entre los dos. Llegamos a un pequeño parque, donde noto que la mirada de Gorgo esta posada en mi y abraza mi brazo derecho con ganas. Trago seco cuando siento sus pechos estar pegados a mi brazo.

- ¿Tengo algo en la cara? -Le pregunto dirigiendo mi mirada hacia ella quien solo me sonríe.

-No, solo hermosura.

La miro serio y de repente me rio con ganas—deteniendo mi paso—por la respuesta que me dio. Me inclino un poco hacia adelante posando mi mano izquierda sobre mi estómago.

- ¿Q-Que? -Le pregunto aun atorándome con mi risa.

Ella ríe y me sonríe antes de entrelazar sus dedos de su mano izquierda con mi mano derecha. Yo paro de reír inmediatamente antes de ver nuestras manos. Me gusta esto, estar con ella, caminar pacíficamente con ella a mi lado. Pero un miedo viene a mi haciendo mi pecho doler. Miedo a que se canse de mí y alguien más tome su interés. La miro a los ojos y ella también me está mirando. No niego que soy apuesto, alto, fornido, educado siempre trato de verme lo mejor que puedo para mí mismo—y por qué mi madre me mataría viéndome desarreglado—, pero ella es tan hermosa que no parece real y eso es aterrador.

LEONIDASМесто, где живут истории. Откройте их для себя