Un Encuentro del Destino [NamJoon Y Tu]

2

Christopher, era un chico razonable, y que quería mucho a su hermana pero que a veces la hacia enojar un poco ya que le hacia bromas pesadas que la mayoría de las veces se dejaba hacer para ver y hacer reír a la castaña.

—¡_____!— la mueve suavemente —¡_____! 

—Mhmm...— murmuro cansada.

—Si no te despiertas ahora, llegaras tarde al universidad y mi culpa no será, eh.

Ella antes se acomodo mejor en su cama arropándose mas con su edredón .

—¡¡____!!— toma la colcha y la hace caer de la comodidad de su cama.

—¡Auch!— se quejo adolorida por el golpe.

—¡¿Sabes que hora es?!

—Eh...no

—Las siete y media.

—¡¿QUE?!— grito —Oh no, voy a llegar tarde a las clases— se trata de levantar pero cae de nuevo

—Así es.

—Joder, ¿por que no me despertaste?— se quejo.

Su hermano chasqueo la lengua —Estaba tratando, pero eres una persona con un muy pesado sueño.  

La castaña lo miro con sus ojos entrecerrados, si su mirada matara, Christopher ya estaría tres metros bajo tierra, por lo que decidió bajar antes de que ella hiciera cualquier cosa. 

Normalmente, ____ a veces se quedaba dormida ya que era un poco floja, es decir quien se levantaría a las siete y media de la mañana, simplemente nadie.

Apenas tuve tiempo de desayunar puesto que llegaba tarde al universidad, lo único bueno era que tenia a sus amigas que podían ayudarla con los apuntes de las clases en que quizás podría faltar.

—¡____! Hola 

—Hola Cristina.

—Un poco más y no entrabas a clases.

—Lo sé, si no fuera por mi hermano ni hubiera venido. ¿Dónde están las demás?

—Dijeron que iban a faltar, no querían dar la evaluación de hoy.

—Ah, esas chicas nunca cambian...¡Espera! ¡¿había evaluación?!

—No me digas que te olvidaste...

—Pues si— se rasca su cuello nerviosamente.

—Te jodiste mujer.

La castaña hizo un puchero mientras afirmaba lo dicho de su amiga. —Lo sé.

—Bueno, te deseo lo mejor de tu suerte— dijo mientras le daba palmaditas en el hombro.

—Con mi mala suerte...— bufó la castaña —¿Tu si estudiaste no es así?— le pregunto.

—Eso es algo obvio amiga mía, ¿quieres que te ayude, no? 

—Si, pero... no quiero aprovecharme— explica.

—Tranquila, tómalo como un favor, así que me debes uno— sonríe.

—Esta bien, pero para la próxima me avisas una semana antes para poder estudiar ¿Sí? 

—Así será— asiente su amiga.