Game Of Love [BakuTodo]

Enamorados

Habían transcurrido un par de días tras el encuentro y aunque todo parecía ir extremadamente bien, Bakugo tenía sus dudas.

Los momentos con Todoroki eran frecuentes e igualmente apasionados, pasaban sus tardes juntos, ya sea entrenando, oyendo música o estudiando y cuando sus quehaceres acababan se tomaban el tiempo para mimarse el uno al otro.

Bien podría pensarse entonces que se encontraban en su mejor momento, sin embargo, lo que frustraba y ofuscaba a Katsuki era el hecho de que su relación no se había consolidado formalmente como lo hubiese deseado. Sí, habían sido infinidad de veces las que se había declarado y sí había sido rechazado o evitado en la mayoría de las ocasiones.

El problema actual residía en que luego del beso, el tema de una declaración formal no se había vuelto a tocar y él se sentía incapaz de hallar el momento perfecto.

Cuando Todoroki no estaba con él, estaba rodeado de sus bobos amigos, en serio detestaba a ese grupo de ñoños. Solo les faltaba jugar calabozos y dragones y estaba seguro de que lo hacían en secreto, eran tan patéticos.

Cuando no eran sus amigos, a su alrededor pululaban los Todoroki y sus internas familiares. Enji queriendo mejorar la relación con sus hijos, Rei intentando rehacer su vida, decayendo de vez en cuando al contemplar la cicatriz de su hijo menor, incapaz de comprender que Shoto jamás podría odiarla, sino todo lo contrario. Para el muchacho su madre había sido el único velo de esperanza que lo había ayudado a mantenerse cuerdo mientras soportaba la explotación y la locura de su padre.

Finalmente pero no menos importante, estaba el creciente e inusitado interés del "detective Shoto" por seguir las pistas que podría haber dejado su presunto hermano No- muerto, Touya.

No entendía mucho al respecto, pero Natsuo y Fuyumi secundaban a su hermanito menor y patrullaban los alrededores en busca de una pista desesperada que los llevase hasta su desaparecido hermano. El era hijo único y no podía comprender por completo la motivación de su compañero, sin embargo como héroe, crecían fervientemente en él, las ganas de ayudar a su amado y a su familia.

Odiaba y amaba de igual manera que Shoto estuviera tan metido en ello, verlo tan compenetrado y lleno de esperanza le producía un agridulce sabor ante lo que podría ser la caída o la completa felicidad de su ser amado.

Si Touya estaba vivo, los Todoroki por fin volverían a unirse, pero si no lo estaba todo se desmoronaría por completo.

No podía dejar de seguir de cerca los pasos del contrario y velar ansiosamente por su seguridad. Shoto era espontáneo (a su modo) y muy transparente, las emociones y todo en él fluían de manera natural. Por ello era muy fácil que resultara herido y esa posibilidad lo enloquecía casi tanto como no poder monopolizar por completo a su compañero.

Mientras sus pensamientos lo torturaban, a lo lejos pudo contemplar la bella y sin igual  figura del más pequeño de los Todoroki acercándose hacía él.

Cuando la distancia fue casi mínima, Shoto se detuvo y finalmente le ofreció una sonrisa al ver los brazos del rubio abiertos de par en par, listos para ofrecerle uno de sus cálidos y reconfortantes abrazos.

- ¿Descansarás algún día?

Interrogaba Katsuki, mientras rodeaba el cuerpo ajeno con sus brazos y lo estrechaba fuertemente contra su cuerpo, temeroso de verlo alejarse nuevamente de él.

Shoto simplemente se dejó consentir, Bakugo era el pilar que necesitaba en su vida en ese momento, sabía que en caso de caer tendría quien lo sostenga y era algo que agradecía y apreciaba enormemente.

Aún no asimilaba esa intimidad, esa confianza desmedida y la sensación de plenitud y bienestar que lo invadía al hallarse junto a Katsuki, pero estaba seguro de no querer perder nunca esa sensación.