2. FIESTA

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Por fin tenía de vuelta mi vieja camioneta, había estado las últimas semanas en el taller y al ser un modelo viejo las refacciones eran un poco más difíciles de conseguir que las de un modelo más actual. Pero amaba esa camioneta, no cambiaría esa vieja Ford 95 tuneada por nada del mundo. Había sido mi primer vehículo y no lo cambiaría incluso si se tardaba un poco en arrancar, siempre sería mi adoración.

Llegué al estacionamiento de la facultad de ingeniería y como era de esperarse estaba lleno. Si no me apuraba llegaría tarde a la primera hora y seguro que no sería la mejor opción, considerando mis faltas de la semana pasada. Busqué otro lugar donde estacionarme y dejé mi vieja Ford a dos facultades más lejos de la mía.

Las clases transcurrieron normal en tiempo y forma. Pasé toda la primer hora libre copiando los apuntes de Jongdae. No éramos tan cercanos pero prefería pedírselo a él que a Sehun, su letra parecían caracteres chinos que aún no se les ha dado un significado.

Salimos de clases y teníamos dos horas para almorzar, ahora tenía que ir por mi dinero hasta mi camioneta. En el camino me topé a Sehun saliendo de su clase de programación acompañado y como es su costumbre se autoinvitó a almorzar. Caminamos hasta mi camioneta y ya estando ahí nos dio mucha flojera regresar hasta nuestra facultad. No es que las facultades estuvieran muy despegadas unas de otras si no que eran tan grandes que podías perderte si no te sabías el camino. A pesar de estar casi juntas entre sí, era difícil que coincidieras con alumnos que no eran de tu misma facultad. Los horarios eran pesados y por lo general había que correr entre horas. Solo teníamos 10 minutos de tolerancia y eran justo el tiempo exacto para poder ir al baño y correr al siguiente salón antes de que el docente llegara.
Esa es la razón por la que Sehun y yo preferíamos tener un horario de dos clases extra en la tarde para poder tener tiempo de almorzar con tranquilidad.

-¡Ahhf! De repente se me quitaron las ganas de comer.-

-No harás que me sienta culpable y te compre el almuerzo.-

-Eres malo. Pero es verdad que ya no quiero regresar hasta que sea la hora de la clase, compremos el almuerzo en esta facultad.-

-Nunca estado en la de artes y letras. No se donde este la cafetería y no quiero pasar mis únicas dos horas para comer perdido entre aulas desconocidas.-

-Para tu buena suerte yo si he estado aquí antes. Y sí, vas a tener que comprar mi almuerzo.-

Le empuje suavemente el hombro en forma de queja y me dispuse a seguirlo por todo el campus. Caminamos por un par de minutos entre las aulas hasta encontrar la dichosa cafetería. Esta se encontraba justo en el centro de la facultad. Entramos y pedimos el almuerzo, en el camino había apostado con Sehun a que nos perderíamos en los primeros cinco minutos. El muy suertudo pudo dar con la cafetería a los cuatro minutos y medio, así que ahora estaba comprando dos almuerzos y un bubble tea.

Cuando terminamos de comer nos quedamos platicando dentro del local. El clima era bastante helado afuera y no daban ganas de estar al aire libre. Como era cambio de hora, el pequeño espacio se empezó a llenar de alumnos. Me puse a mirar la puerta sin propósito alguno mientras veía a todos los alumnos que entraban cuyas caras eran desconocidas para mí, excepto una.

Esa cabellera, esa sonrisa, esa mirada. Era él. Estaba en la facultad de Byun Baekhyun.
¿Si hubiera venido aquí antes de conocerlo, mi cuerpo habría reaccionado igual al verlo entrar? ¿Le habría prestado atención justo como ahora o habría pasado de largo después de mirarlo un par de segundos? No lo sé y supongo que jamás lo sabré. Aunque en el fondo sabía que habría causado el mismo impacto que cuando lo vi parado en medio de mi sala. Esa cara tan linda sería imposible de mirar y no volver a voltear para dar otro vistazo.

Cuando Nadie Ve Where stories live. Discover now