01

3.6K 380 63
                                    

5 años atrás...

El joven azabache se encontraba en un pequeño parque de la ciudad jugando con su sobrino, hacía poco que terminó sus estudios como maestro para niños pequeños y estaba más que emocionado por comenzar a ejercer su carrera. Sabía que sería bueno en ello, amaba a los infantes y ellos parecían quererlo aún más.

— Tío. — El pequeño interrumpió el hilo de sus pensamientos. — ¿Puedo ir a comprar un helado?

YoonGi observó donde el dedo índice del muchachito señalaba, era un carrito, no estaba muy lejos de ellos. Iba a ponerse de pie para acompañarlo cuando Iseul comenzó a decirle que iría solo, porque ya era un niño grande. El joven hizo una mueca, si bien él ya tenía diez años, para YoonGi siempre sería un bebé.

— Está bien. — De su billetera sacó una buena cantidad de billetes por si al niño se le antojaba algo un poco más caro.

— ¿Quieres que te traiga algo?

— Estoy bien así, cielo. — Le regaló una de sus más sinceras sonrisas.

YoonGi no se perdió ningún paso que daba Iseul, si algo le pasaba, estaba seguro que su hermana lo asesinaria, si es que él no se mataba primero. Iseul es el mimado de la familia Min, era el primer nieto de sus padres y lamentablemente sería el único hijo de su hermana, el Min más chico había nacido de milagro, su hermana no aguantaba los embarazos, siempre los perdía y cuando iban dejar de intentar, llegó él. Fue una completa alegría para todos, más aún cuando nació, recibía regalos y mimos de todos, YoonGi estaba seguro de que nada le faltaría.

— ¡Tío! ¡Tío! Mi amigo de la escuela está aquí con su mamá, ¿puedo ir a jugar con él? — El pequeño azabache estaba tan alegre que ni siquiera le importaba que el helado que compró se le estuviera derritiendo completamente en la mano.

— Iseul...

— ¡Por fi! ¡Por fi! Me portaré bien.

Él no podía negarse a ésa carita de niño bueno.

— Está bien, ve. ¡Pero te estaré vigilando! ¡Y ten cui-... — YoonGi ya no pudo seguir hablando porque su sobrino salió corriendo como si su vida dependiera de ello.

El joven reunió las cartas con las que estaban jugando momento antes para guardarlas ordenadamente y ponerlas en su mochila, de allí mismo sacó una botella de agua y la bebió mientras se ponía de pie e iba a algún lugar donde pudiera ver más de cerca a su sobrino, no lo molestaría, sabía que aquel engreído niño creía que tenía una reputación que cuidar.

Encontró un agradable lugar donde el sol veraniego no daba tan de frente, su piel al ser tan pálida se irritaba fácilmente ante el mínimo contacto con el sol y le gustaba su piel tal y como estaba, no era muy fan de los bronceados, por lo que siempre cargaba con protector solar.

Observó una vez más a su sobrino, el niño corría por el césped persiguiendo un balón de fútbol y riendo a carcajadas con otros niños de allí, YoonGi sonrió ante tal imagen, Iseul era muy extrovertido, él podría hacerse amigos en menos de quince minutos.

De su mochila sacó un libro que había comenzado la semana pasada, le quedaban pocas páginas, la trama del mismo había sido tan atrapante que difícilmente pudo parar de leerlo.

YoonGi creyó escuchar que alguien se sentaba al lado de él, pero no quería despegar su vista de la lectura.

— El invierno más largo... — una varonil voz caló en lo más profundo de YoonGi. — Es un excelente libro, su trama es tan oscura, misteriosa e intrigante que puede volverte loco en segundos.

Angel || KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora